Roller Coaster ( ꈍᴗꈍ) | -Johnten-

° Capítulo tres °

19:32 su celular vibraba por el mensaje recibido de un número desconocido

-Hey, soy Hendery
-¿Te parece vernos en King & Queen?

Tardó unos segundos antes de responder:

-Me parece bien, estaré allí en quince minutos

-Nos vemos ahí ^^

_Hey, Daddy_ bloqueó su celular y se volteó hacia la entrada al escuchar la voz de uno de sus amigos, el castaño que entraba saludó con un gesto relajado, ignorando la primer insinuación.

_What's up YT?_ salió de detrás del mostrador e hicieron un saludo ridículamente largo _¿qué te trae por aquí? Hoy no te toca_ preguntó confundido.

_Vine a buscarte para ir a algún bar, quiero alcohol, es viernes y tú vendrás conmigo, Tae nos verá allí_ dijo firmemente sujetando sus brazos.

_Lo lamento bro, acabo de quedar con alguien_ dijo encogiéndose de hombros.

Yuta lo miró con un deje de asombro y burla.

_¿Tú? ¿Quedar con alguien?_ lo señaló con una ceja alzada.

_Si, yo, mononeuronal_ dijo rodando los ojos.

El contrario soltó una risa y se mostró interesado al segundo:

_¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Van a emborracharse? ¿Follar? ¿Tiene buena retaguardia?_ comenzó con sus preguntas idiotas que hicieron reír a John.

_Se llama Hendery, no, lo dudo, definitivamente no, por ahora no me fijé en eso_ respondió, aún riendo, las preguntas de su amigo.

_¿Con que Hendery? Que nombre más extraño_ dijo posando de forma pensativa.

_En realidad es su apodo, su nombre era algo como Kuan Hung_ dijo dudando _no lo recuerdo, sonaba a chino_ se mantuvo pensando unos segundos hasta que Yuta preguntó:

_¿Dónde se verán?_

_En King & Queen_ dijo acercándose al mostrador para tomar su cartera y celular.

Yuta silbó de acuerdo, pensó unos segundos y chasqueó los dedos como si hubiera tenido la mejor de las ideas, más no llegó a plantearla cuando el otro dijo

_No, no van a venir a hacer sus idioteces_

Yuta formó un puchero que duró medio segundo y luego sonrió maquiavélicamente cuando el otro bajó la vista a su cartera para corroborar que todo estuviera allí.

_¿Y ya le avisaste a tu mami, bebé?_ preguntó divertido el menor.

_¿Tú le avisaste a la tuya que te irías de tragos con el otro enfermo?_ respondió de la misma forma.

Yuta solo soltó una risa que indicaba que claramente no le interesaba decirle y, tras sacarlo del lugar casi a patadas, se despidió de su jefe y partió hacia el bar.

_Este hijo de puta me demoró al menos diez minutos_ pensó él rubio.

Durante el resto de su recorrido fue planeando cómo vengarse del castaño que tenía por amigo.

Tan ensimismado iba que no notó cuando llegó al lugar y tuvo que retroceder un poco.

Una vez frente a la puerta de vidrio, la empujó levemente haciendo que la típica campanita sonase.