A escondidas || FW | +18 ||

Si es lo que quieres...

YLENIA POV's

—¿Has escuchado eso?— pregunté bajándome del agarre de Fred.

—No será nada— dijo Fred tirando de mi brazo.

Dejé que besara mi cuello pero escuché de nuevo un ruido.

—Para— dije a Fred y comencé a andar hacia la escalera.

—Yle,vuelve aquí— me dijo Fred.

—Cállate— dije y bajé las escaleras.

Me encontré a Molly recogiéndo algo roto del suelo,parecía ser un plato.

—¿Molly?— dije y me acerqué a ella.

Cogí el plato roto que Molly tenía entre sus manos y noté que estaba llorando.

—Molly...¿que ocurre?— pregunté.

—P...Per...— comenzó

—¡Fred baja aquí!— grité para que Fred me oyera.

Oí como Fred bajó las escaleras.

—Ahora me la chu..— dijo riendo pero puso cara seria cuando vió a su madre arrodillada en el suelo.

—Mamá...— dijo y se agachó a nuestra altura.

Reparé el plato roto con un hechizo mientras Fred levantaba a Molly y la sentaba en una silla.

Me acerqué a ellos mientras Molly lloraba.

—Mamá..¿qué pasa?¿qué ha pasado? — le preguntaba Fred.

—Deja de atosigarla,Fred— dije —Te haré un té,¿quieres?— le dije a Molly y ella solo me sonrió tiernamente con las mejillas mojadas por las lágrimas.

Fui a hacer el té y cuando volví Fred estaba como loco.

—¡Estúpido bastardo!— gritaba.

—Fred,no vayas. No vayas— decía Molly.

Solté la taza de té en la mesa.

—¿Qué pasa?— pregunté algo confundida.

—Voy a matar a ese bastardo— dijo Fred cogiendo bruscamente su varita de la mesa —Voy a partirle las piernas. Se arrepentirá de esto mamá,lo juro— dijo y andó hacia fuera de la madriguera.

—Por favor detenlo— me pidio Molly.

—¿Pero q..—

—Por favor no dejes que vaya. Quiere buscar a Percy. Por favor no dejes que se vaya—

Salí de la Madriguera,rezando por que Fred siguiera ahí. Y ahí estaba a unos pasos de mi. Comencé a correr mientras le gritaba.

—¡Fred!— gritaba una y otra vez pero no obtuve ninguna respuesta o reacción.

—¡Frederick Weasley te juro que como no te detengas...— pensé,tenía que detenerlo como fuera,por Molly. —...olvídate de mi en lo que queda de verano—

Fred se paró y andó hacia a mi. Pensé que había recapacitado pero no.

—¡No puedes hacer eso!— gritó

—Tú no puedes hacerle esto a tu madre— dije

—¡No puedes meterte en esto!—

—Cálmate—

—¡No!¡No pienso calmarme!— gritaba

—¡Te estoy hablando bien! ¡No vengas a gritarme porque lo haré peor que tú!— grité yo esta vez.