Una buena novia

4.9K 301 387
                                    

Los rayos de sol que traspasaban las ventanas daban en el rostro de la chica, que estaba tumbada en medio de la cama, abrazando a una almohada que creía que era Fred

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Los rayos de sol que traspasaban las ventanas daban en el rostro de la chica, que estaba tumbada en medio de la cama, abrazando a una almohada que creía que era Fred. Abrió los ojos con lentitud, parpadeando un par de veces por la molesta luz de la mañana, o más bien tarde, ya que era casi la hora del almorzar. Estiró el brazo buscando a Fred pero la cama estaba vacía, no había nada salvo ella y las almohadas que la rodeaban.

Puso los pies sobre el frío suelo y se levantó, caminando para ir al baño. Puso pasta de dientes sobre el cepillo y comenzó a cepillarse. El sabor fuerte y refrescante a menta invadió su su dentadura.

Se sacó la ropa, dejándola en el lavabo y se metió en la ducha. Dejó caer el agua tibia por su cuerpo, se mojó el cabello, haciendo que descansara en su espalda. Sus pestañas levemente caídas por las gotas que descansaban en ellas. Sintió algo de aire y miró hacia la puerta, que acababa de abrirse, y ahí estaba.

Fred recargado en el marco de la puerta, mirando cada centímetro de su cuerpo. La chica siguió echándose agua mientras lo miraba, una pequeña sonrisa adornando sus labios. El pelirrojo caminó hasta el lavabo y miró de reojo la ropa. Agarró sus bragas y las olió, mirándola a los ojos mientras ella se mordía el labio inferior.

—Hm— dejó las bragas en el lavabo de nuevo —, hueles como sabes— dijo, caminando hasta la ducha —, delicioso.

—Hola a ti también— la chica apagó el grifo —, ¿me pasas la toalla? por favor — el pelirrojo estiró el brazo y le cedió la toalla —, gracias— envolvió la toalla en su cuerpo y salió de la ducha, agarró una toalla más pequeña y la agarró a su cabello. El pelirrojo miraba cada cosa que hacía, apoyado en la pared —... ¿dónde fuiste?

—Sólo hice el almuerzo con tu mamá— dijo, mientras veía a Ylenia sacarse la toalla del cabello y comenzar a peinarlo —, ¿dormiste bien esta noche?— preguntó.

—Sí, ¿por?

—Más te vale— alzó las cejas y caminó hacia ella —, me diste una paliza.

—¿Qué?

—Me pegaste un tortazo— comenzó a hablar mientras ella se desenredaba en cabello, mirándolo a través del espejo —, me pegaste una patada en el estómago y me arañaste el brazo.

—¿Yo hice eso?

El pelirrojo estiró su brazo, enseñándole el arañazo, que estaba algo rojizo —Córtate las uñas, lobita— dijo con una sonrisa, y ella volteó los ojos, con la misma sonrisa en su rostro —... pero, aparte de tus palizas, no todo fue tan malo— suspiró —, me dijiste que me amabas 8 veces, me abrazaste después de pegarme e incluso me tarareaste varias canciones.

—No puedo creer que yo hice todo eso— negó con la cabeza.

—Me acariciabas como a un bebé— sonrió el pelirrojo —, poniendo mi cara en tus pechos— entrecerró los ojos —... sí, definitivamente no fue una mala noche para mi.

A escondidas || FW | +18 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora