| 12

8.1K 547 468
                                    

Cuando la noche del viernes llegó, una sensación extraña se concentró dentro de mi estómago

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando la noche del viernes llegó, una sensación extraña se concentró dentro de mi estómago. No sabía si eran nervios, pero, el pensar que vería de nuevo a Ethan, hacía que algo revoloteara en mi interior. 

Para mi sorpresa, él había cumplido fielmente a su palabra, no apareciéndose durante toda esa semana en el bar. Lo cual, para tratarse de alguien como él, resultaba un poco extraño, pero al mismo tiempo, mi mente y, sobre todo mi cuerpo, lo agradecían.

Era como si un intenso magnetismo me atrajera a Ethan cuando él se encontraba cerca. Algo tenía su mirada esmeralda que me atrapaba en un ambiente de genuina intensidad, o tal vez era su sexy sonrisa ladina, los tatuajes en su piel o esos labios que tan loca me volvían. Pero joder, algo en ese hombre me hacía perder la jodida cabeza.

Así que, mantenerlo al margen, al menos por unos días, había sido lo mejor.

Espero que se haya recuperado...

—¿Aura? —La suave y melodiosa voz de Cassie interrumpió mis pensamientos, mientras que ella sacudía una mano frente a mi rostro, en un intento por llamar mi atención —Hey ¿Estás aquí?

—Sí, sigo aquí—mascullé entre dientes mientras colocaba mi bolso sobre uno de los taburetes, esperando ansiosa los cinco minutos que faltaban para salir. —Debería buscar un nuevo trabajo...

—¿Y perder la oportunidad de seguir practicando gratis en la cocina de aquí?

—¿Practicar? —pregunté en medio de una risa sarcástica —. Solo pico verduras cuando en cocina necesitan ayuda.

—Oye, al menos eres de más ayuda que yo. —Soltó un suspiro, mientras sus azules miraban curiosos la puerta de entrada al establecimiento. — Por cierto... ¿Crees que hoy venga? —Preguntó en un susurro, mientras recargaba el peso de su cuerpo sobre el mostrador. —Ya sabes, el rubio guapo y malhumorado.

Solté un suspiro y me crucé de brazos, recargando mi espalda en el mostrador.

—Posiblemente. — Susurré y Cassie sonrió. 

—Te gusta ¿Cierto?

—¿Qué? —De un momento a otro, mi rostro ardió por el rubor que se concentró en mis mejillas, mientras la rubia soltaba una pequeña risita. Joder ¿Desde cuándo me había convertido en un libro abierto para todos? —N-no digas tonterías… —Murmuré, bajando la mirada a mis pies.

¿Por qué el simple hecho de que alguien le hiciera mención me afectaba tanto? Ese rubio podía ser apuesto y, definitivamente, moría por descubrir por cuenta propia lo que sus varoniles manos tatuadas podían provocar en mi cuerpo. 

Aun así, el hecho de actuar como toda una idiota al tratar cualquier tema sobre él, era algo que me resultaba de lo más patético y que, definitivamente, no me podía permitir.

—No puedo culparte, es demasiado guapo. —Comentó mi compañera, soltando un suspiro resignado. —Lástima que su carácter de miedo. 

—Es solo un idiota con aires de grandeza, —Murmuré, girándome hacia ella para mirarla. —No hay que temerles a los idiotas, solo cuidarse de ellos.

𝕮RIMINAL. ᴠᴏʟ. ɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora