Como asesino a sueldo, él no conocía los límites, hasta que la conoció a ella.
Cada noche, Ethan Price ocupa la misma mesa de siempre en un bar de carretera. Debido a su carácter, Aura Hughes es la única mesera que se atreve a atenderlo. ¿El detalle...
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—¿Aura? ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó mi sorprendido y semi desnudo ex novio quien no daba crédito a lo que veía. Sin duda el haberme metido a su casa después de 2 meses sin vernos lo había tomado desprevenido. Eso y el hecho de que había sido yo quien había dado por terminada la relación.
Pero era una emergencia, ese maldito acosador...
Suspiré, enfocando mi mirada en la suya.
—Y-yo... Te eché de menos... — Susurré mientras simulaba estar avergonzada. Niall sonrió y caminó hacia mí para tomarme de los hombros. Ya resignada, respiré hondo y levanté el rostro hacia él.
Sus ojos seguían tan azules y soñadores como la última vez que los vi, sus rojizos y lacios mechones caían torpemente por su frente cubriéndole un poco las cejas. Bajé la mirada hacia sus labios, tan carnosos y seductores como siempre. Si tan solo esa maldita boca no me hubiese mentido tantas veces... Otra cosa hubiese sido de nosotros.
—¿Me extrañaste? ¿En verdad me has extrañado, Aura?
—B-bueno...
No exactamente, sólo te utilizo para despistar a un pervertido.
—Creí que jamás volvería a verte, yo si que te he extrañado mucho... — Admitió en un murmullo, a la vez que me envolvía con sus fuertes brazos, acercándome a su cuerpo en un firme abrazo.
Yo suspiré y correspondí a este con desgano. No lo odiaba, pero tampoco lo quería. Niall simplemente había sido un hombre con el cual había intentado mantener una "relación" y al que podía acudir cuando necesitaba algún favor de cualquier tipo; económico, sentimental o sexual.
Realmente había considerado esforzarme por tomarle algo de cariño, pero su manía por mentirme y serme infiel con cuanta estúpida se le cruzara me había colmado la paciencia.
—Creo que ha sido un error venir aquí, olvídalo ¿Sí? —Musité a la vez que me zafaba de su abrazo y me giraba para caminar hacia la puerta. Sin embargo, al ver por la ventanilla me percaté de que Ethan seguía dentro de su auto, aparcado justo frente a la casa.
Mierda... ¿Piensas quedarte allí toda la noche?
—¡No! —Exclamó mi ex novio mientras se apresuraba a darme alcance, interponiéndose así en mi camino —Aura… sé que cometí un grave error al haberme metido con esa chica, pero todo eso se acabó, yo he cambiado y...
Blah blah blah... Ethan Price, si que eres persistente.
Mis pensamientos estaban en otro lugar. No podía apartar la mirada de ese Mustang, de ese cigarrillo que se encendía cuando ese maldito acosador succionaba de la colilla, de esa varonil silueta que permanecía al acecho. Era guapo, si, demasiado guapo para ser legalmente correcto. De no ser por lo hijo de puta que sabía que era debajo de esa seductora y encantadora fachada, sin pensarlo habría aceptado follar con él ante su primera insinuación... O tal vez segunda.
