Agotada. No había otra palabra que me describiera en ese momento.
La semana entera había sido un verdadero caos. Entre tareas y exámenes antes de las cortas vacaciones en la universidad. Los trabajos finales de mi hermano y los turnos interminables en el bar, estar ahí, recostada sobre mi cama luego de una relajante ducha, parecía todo un sueño.
Y todavía falta preparar todo para la acampada de Teddy...
Solté un largo suspiro y me llevé las manos al rostro. Odiaba admitirlo, pero Hana tenía razón en muchas cosas.
La primera, lo mucho que me preocupo por Teddy. Si, es mi hermano y lo protejo como una madre lo haría con su hijo, pero al final de cuentas, es un niño encantador, quien necesita divertirse y pasarla bien con sus amiguitos.
La segunda, que jamás me tomo un estúpido descanso en mi trabajo y como siempre termino siendo yo quien cubre los turnos de mis compañeras, lo cual a veces genera que abusen de mi buena voluntad y, por último...
—Lo mucho que te extraño... —Susurré, tomando una de mis almohadas para abrazarla contra mi pecho.
Odiaba sentirme así, sobre todo al tratarse de aquel sujeto de dudosa procedencia, quien, para colmo, había sido un verdadero imbécil conmigo en el pasado.
Pero joder, algo dentro de mi ansiaba verlo. Mis ojos rogaban por volver a perderse en el vacío de su mirada. Mis manos acariciar sus fuertes y varoniles brazos, mi boca volver a probar sus labios y mis pulmones empaparse de su deliciosa fragancia.
Respiré hondo y apreté la almohada con fuerza. Tal vez eran mis inmensas ganas de verlo de nuevo, pero incluso me parecía percibir su aroma en el ambiente, al igual que un olor extraño y... Metálico.
—Joder, Aura… Despeja tu cabeza ya. —Me reprendí a mí misma y, luego de alcanzar mi celular sobre el buró, reproduje una de mis playlists en aleatorio, comenzando así una de mis canciones favoritas: Me & U.
La melodía comenzó a sonar, mas no lo suficientemente fuerte como para perturbar el sueño de Teddy. Cerré los ojos e intenté relajarme. Mientras que poco a poco, mis manos comenzaron a recorrer mis pechos, descendiendo con suaves caricias por mi silueta.
Necesitaba liberarme un poco de tanta tensión, de tantas responsabilidades, de tantos problemas. Si bien no tenía alguna pareja con la cual pudiese saciar mis necesidades carnales, podía consentirme un poco a mí misma y, eso jamás estaría mal.
Aun así, a veces no era suficiente. Algunas veces, necesitaba más. Necesitaba palabras bonitas en mi oído, una mirada intensa mirando la mía, unas manos fuertes acariciándome, una boca obscena besándome, una respiración al compás de la mía.
Suspiré en el momento en que una de mis manos se filtró por debajo de las bragas y mis dedos deambularon sin rumbo por mi monte de venus. Seguía sin comprender como me había dejado convencer por Hana para someterme a la depilación brasileña. Pero, definitivamente, mi comodidad era lo esencial y, el sentir la suavidad de mi zona íntima, me hacía sentir toda una diosa.
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𝕮RIMINAL. ᴠᴏʟ. ɪ
Teen FictionComo asesino a sueldo, él no conocía los límites, hasta que la conoció a ella. Cada noche, Ethan Price ocupa la misma mesa de siempre en un bar de carretera. Debido a su carácter, Aura Hughes es la única mesera que se atreve a atenderlo. ¿El detalle...