Como asesino a sueldo, él no conocía los límites, hasta que la conoció a ella.
Cada noche, Ethan Price ocupa la misma mesa de siempre en un bar de carretera. Debido a su carácter, Aura Hughes es la única mesera que se atreve a atenderlo. ¿El detalle...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Auri! ¡Este sitio es fabuloso!
Exclamó Hana mientras recorría el departamento de un lado a otro como si de un museo se tratara. Yo me limité a sonreír, contemplando a mi pequeño hermano quien, claramente entusiasmado, apreciaba la vista de la ciudad bajo nosotros a través del inmenso ventanal.
Aquella sería la primera noche que pasaríamos en nuestro nuevo hogar. Así que, apenas terminé de limpiar y ordenar todo el desastre que Ethan y Nick dejaron en el departamento esa misma mañana, invité a mi mejor amiga a conocer el sitio y, de paso, darle un breve recorrido por el mismo, al igual que a mi tierno hermanito.
A decir verdad, me habría encantado que Ethan estuviese allí conmigo y, entre los dos, mostrarles cada rincón de aquel acogedor y moderno lugar. Sin embargo (Y según me dijo) Ethan tuvo que atender un asunto de su trabajo y, aunque estuvimos compartiendo algunos mensajes durante la tarde, después de mi último texto, él no respondió más.
Tal vez está demasiado ocupado...
—Me pregunto ¿Cuánto habrá pagado Ethan por él? —inquirió mi amiga luego de haber dado un recorrido por la cocina —. Un departamento así y en ésta zona de la ciudad... No debe ser muy barato que digamos.
—No lo sé y no me hagas pensar en eso ahora —murmuré, cruzándome de brazos —. Aun cuando dijo comprarlo a mitad de precio, siento que todo esto es demasiado...
—¿Bromeas? ¡Es lo menos que te mereces! —Hana se acercó a mí y, apoyando sus manos sobre mis hombros, habló de forma susurrante —. Además, lo importante ahora es que Teddy y tú estén seguros.
—Lo sé, es por eso que acepté la ayuda de...
Me detuve, apretando los labios mientras sentía mis mejillas arder. De inmediato, una amplia y traviesa sonrisa surcó los labios de mi amiga y sus ojos brillaron con diversión.
—Dilo, Aura, has aceptado la ayuda de TU NOVIO.
—Hana...
—¿Qué? Solo digo las cosas tal y como son.
Sonreí, acomodando nerviosa un mechón de mi cabello tras mi oreja.
—Es increíble ¿No lo crees?
—Lo increíble es que hayas tardado tanto en darle el "sí." Está claro que ese rubio está perdido por ti, boba.
—Y yo por él, te lo aseguro... —Solté un largo y pesado suspiro, caminando hacia la sala para sentarme en uno de los sillones. Hana me siguió, tomando asiento a mi lado.
—¿Pasa algo amiga?
Asentí, mirando como Teddy acercaba la jaula de su hámster hacia la ventana para que éste contemplara el urbano panorama junto con él.
—Me siento extraña. Por un lado, estoy feliz e inmensamente agradecida con Ethan, pero por otro... Siento que me oculta algo importante.
