➼Fake. ✦Finn Wolfhard! | ✓

0.62

Abrí los ojos y me moví algo intranquila, fruncí los labios por unos segundos y me senté en la cama con cuidado tratando de no despertar a Finn, solté un suspiro pesado mientras un escalofrío recorría mi espalda baja. Era domingo. Hoy debía...-

Me sentía como una estúpida inmadura por no saber siquiera que pensar. Parece ser que soy lo suficientemente tonta como para no saber lo que sentía por el hombre que tenía a mi lado.

Siento algo por el, maldición. ¿Acaso no lo sentía? ¿Mi odio había crecido tanto que me impidía volver a confiar mi corazón a él?

Me levanté en silencio buscando mi ropa, el reloj digital a un lado de la cama marcaban las 5:20 am. Caminé al baño cerrando la puerta detrás de mi.

No confiaba en Finn. Solo había estado una semana intentando, ¿cómo saber que sus sentimientos son verdaderos?

No lo sabría...- y me daba miedo arriesgarme.

Sentí unos pasos en la habitación, mire la puerta cerrada un par de segundos debatiendo si podía quedarme ahí un rato más, pero no podía, debía enfrentar esto. Abrí lentamente la puerta encontrado su rostro pacífico en la almohada, sus rizos eran una maraña de cabello y por un momento creí que sería más fácil solo volver a la cama y pasar mis dedos a través de ellos para acomodarlos, pero esto era la realidad. ¿Debía despertarlo?

Debía irme, debía pensar.

Me puse mi ropa interior y tome mis pantalones y mi blusa, caminé a la sala para soltar un gruñido de frustración al tener que regresar por mis zapatos, caminé lentamente a la habitación tomando una respiración profunda

—¿Te vas como la última vez June?-me detuve por completo, mi zapato resbalando por mis dedos, que hilarante era esto. Huir. Escapar. Di media vuelta para encontrar esos ojos cafés que tanto había amado brillando en decepción y enojo.

—Yo...-

Huye. Escapa. Vete.

—¿De verdad ibas a hacerlo otra vez?-preguntó, la sorpresa teñía su voz pero la decepción tomaba partido más grande. Vacíe mis pulmones bajando mis vista a mis pies unos segundos.

—¿Te desperté?-pregunté sin tener otra cosa que decir. Sus labios se fruncieron y soltaron un bufido molesto, sus ojos se pasearon por la habitación, sabía que quería gritarme, estaba conteniendo la respiración, así que me dispuse a hablar. —Finn, necesito pensar...-

—Te he dado mucho en qué pensar—me miró fijamente clavando sus ojos en mí firmes en mí, aunque ahora solo se veían cansados.

—¡Pues no se por donde empezar!-exclamé rindiéndome mientras bajaba de golpe mis brazos a cada lado de mi cuerpo.

—Ni siquiera lo has intentado-gruñó levantándose de la cama completamente desnudo, mordí mi labio inferior apartando la mirada, la incomodidad se filtraba por mis poros al ver cómo se mostraba sin un poco de pudor.

—Lo he hecho, no sabes cuánto lo he intentado...-mire a la nada clavando mis uñas en las palmas de mis manos, mis nudillos se mostraban blancos por la presión.

—No has hecho absolutamente nada de eso!-exclamó cruzándose de brazos. —No te interesa ni un poco.

—Finn...-lo mire sin saber que sentía al escuchar eso, negó lentamente muestras buscaba unos boxers en su cajón.