Jokers [Fred Weasley]

El Mapa de Merodeador

El invierno llegó y cubrió de blanco todo Hogwarts, dándole un aspecto navideño.

Hacía ya una semana que había aparecido el aviso de la segunda salida a Hogsmeade, que daría comienzo a las vacaciones de Navidad, en el tablón de anuncios de la Sala Común. Harry parecía haberse rendido en intentar convencer a McGonagall de que le dejase ir y, en mi opinión, le notaba demasiado tranquilo.

—Lena. ¡Lena!— algo blando impactó contra mi cara.

—¿Sigue sin despertar?

—Sí, empiezo a pensar que está muerta.

Abrí los ojos y me incorporé con el ceño fruncido. Hermione tenía una almohada en la mano y Parvati salía del baño haciéndose una coleta.

—¡Por fin!— aplaudió Hermione, tirando la almohada a su cama—. Estaba a punto de echarte un Aguamenti.

—Hermione, por Merlín, acaban de empezar las vacaciones de Navidad. ¿Se puede saber por qué has tenido la osadía de despertarme?— dije mirándola sería.

—Calla y vístete— rodó los ojos—. En diez minutos nos vamos a Hogsmeade, ¿recuerdas?. Ah, y olvídate de desayunar.

—¿Qué? Pero si hasta las doce no nos tenemos que ir— bostecé y me dejé caer contra el colchón de nuevo.

—¿Y qué hora crees que es?— dijo avanzando hacia la puerta—. Te espero abajo con Ron y Harry. ¡Date prisa!

Resoplé y fui al el baño. Solo me dio tiempo a lavarme la cara y a vestirme. Bajé a la sala común, en la que se encontraba el trío hablando.

—Mira quien ha decidido levantarse— se mofó Ron.

—Cállate o me voy con tus hermanos— dije sacándole la lengua.

—Mis hermanos hoy no van a ir a Hogsmeade— sonrió victorioso.

—Vamos— apuró Hermione, negando exasperada por nuestro comportamiento infantil.

Harry se quedó en el pasillo del primer piso y, al llegar al patio para salir del castillo, pude notar cómo nos observaba desde la ventana.

—¡Última llamada para Hogsmeade!— gritó Filch.

—¡Mierda, el dinero!— dije tocando mis bolsillos en busca del dinero que seguro me había olvidado sobre la mesita de noche—. Id yendo sin mí.

—Podemos esperarte— dijo Hermione.

—Adelantaos, no importa— corrí hacia la entrada del castillo.

Frené al ver que los gemelos estaban allí, arrastrando algo invisible.

"¿Harry?"— pensé y les seguí procurando que no me vieran.

—¡Soltarme, por favor! ¡Quiero ir a Hogsmeade!— oí la voz de Harry y confirmé mis sospechas.

—Venga Harry, ven a jugar con los chicos mayores— dijeron los gemelos a la vez y un escalofrío me recorrió el cuerpo a la vez que noté como mis mejillas se calentaban.

Me acerqué un poco más a dónde estaban para escuchar mejor. Harry ya no tenía la capa invisible y miraba a los gemelos furioso.

—¿Qué estáis haciendo?— pude ver cómo los gemelos le daban un trozo de pergamino que me resultó familiar—. ¿Qué mierda es esto?

—¡Pff! ¡Mierda lo llama!— dijo Fred ofendido y le dirigió una mirada a su gemelo—. Esa "mierda" es el secreto de nuestro éxito.

—Es una pena desprenderse de ello. Teníamos pensado dárselo a Lena...— comenzó George.