Jokers [Fred Weasley]

Yellow

N/A: IMPORTANTE LEER ANTES DE COMENZAR

En este capítulo hay escenas basadas en la letra de canciones. Pondré primero la canción y luego la escena. 

NO ESTÁN CANTADAS, simplemente pondré las palabras en cursiva para aclarar que forma parte de la letra de la canción. Las canciones tienen modificaciones para cuadrar la letra con la escena, no son las traducciones literales.

Me gustaría que escuchaseis la canción primero para darle más dramatismo a la escena. Gracias, disfrutar y no me matéis por lo que estáis a punto de leer <3.

Una luz interrumpió mi apaciguado sueño. Había dormido del tirón, hasta ahora.

Me removí, poniendo un brazo sobre mi cara para tapar la luz. Lamí mis labios, y un sabor amargo provocó que hiciese una mueca de asco. La garganta me dolía y notaba la cara hinchada. No quería ni imaginar las pintas que tendría con los ojos hinchados y los labios resecos.

Miedo. Eso era lo que sentía ante la idea de levantarme. Yo nunca tenía miedo, ¿por qué iba a tenerlo ahora? O, mejor dicho, ¿de qué iba a tener miedo? De la verdad, de tener que enfrentarme a ella. Anoche hui, hui como una cobarde al mundo de los sueños para no tener que afrontar la realidad. Pero la realidad ahora me esperaba sentada a los pies de mi cama, y la única manera de salir de esto era enfrentándome con una sonrisa de seguridad, como solía hacer siempre.

Realmente me asusté cuando noté como alguien se removía a los pies de mi cama. Me incorporé sobre los codos y abrí lentamente los ojos con desgana.

—Por lo menos comienzo este día de mierda con una vista linda— comenté con sorna al ver como Fred se pasaba una mano por el despeinado pelo—. No habrás pasado aquí toda la noche.

—Entera— confirmó orgulloso—. No me voy a despegar de ti, rubia.

Un débil atisbo de sonrisa estiró la comisura de mis labios. Mi cuerpo no estaba preparado para salir de esa camilla. Para salir al mundo real, para enfrentarme a la realidad, que me golpeó según salí de la enfermería y vi la tristeza que rondaba el castillo.

Me informaron de que habría un funeral. Auch. Quién diría que el primer funeral al que asistiría sería al de mi hermano. Más que un funeral sería un acto de respeto, para despedirnos de él. Luego, mamá y papá lo mandarían incinerar.

Subí a la Sala Común a darme una ducha y ponerme algo de ropa. Ignoré todas las miradas de pena y compasión que recibía al cruzar con la gente. ¿He dicho ya que ODIO que me miren con pena?

Al salir de la ducha vi algo sobre mi cama. Era un vestido negro bastante bonito.