Quidditch y nada más

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Ron se abalanzó hacia nosotros en el momento en que entramos a la Sala, salpicándonos un poco de la cerveza de mantequilla que llevaba en una copa.

—¡Chicos, lo he hecho! ¡He entrado en el equipo!

Después de la escenita, según Fred, que habíamos montado en el pasillo nos pilló completamente por sorpresa el grito de victoria de nuestro amigo. Harry fue el primero en reaccionar:

—¿Qué? Oh... ¡Muy bien! —dijo Harry, tratando de sonreír con naturalidad.

—Venir, os daré una cerveza de mantequilla — dijo Ron yendo hacia la mesa de contrabando de bebida, más conocida como mesa de estudio.

—Estaba claro, Ronnie.

—Lena, que me lo llames tú no significa que lo odie menos que cuando me lo llaman mis hermanos.

Los gemelos nos habían dejado solos para atender a un niño de primero que parecía haber metido las narices en el maletín de artículos de los gemelos y no parecía muy a gusto.

—Lo sé, pero es igual de divertido —le saqué la lengua.

—¿Dónde está Hermione?

—Está ahí —dijo Fred, volviendo con otra cerveza de mantequilla, y señaló un sillón cerca del fuego.

Hermione estaba dormida con la bebida balanceándose peligrosamente en la mano .

—Bueno, se emocionó mucho cuando se lo conté —dijo Ron ligeramente molesto.

—Dejadla dormir —dijo George sin darle importancia.

Era evidente que varios de los estudiantes de primer año que nos rodeaban mostraban signos inequívocos de haber sangrado recientemente por la nariz, así que supuse que estaban encantados de que la perfecta prefecta estuviera tomándose un descansito.

—Ven aquí, Ron, a ver si la vieja túnica de Oliver te vale —le llamó Katie—. Podemos cambiar su nombre por el tuyo...

Mientras Ron se alejaba acompañado por sus hermanos, Angelina se acercó a nosotros.

—Chicos, siento si fui demasiado brusca antes —dijo precipitadamente—. Estoy muy estresada desde que me tengo que ocupar de la organización. Estoy empezando a pensar que quizás le hice las cosas demasiado difíciles a Wood algunas veces —miró a Ron con el ceño fruncido—. Mirad, sé que es vuestro amigo, pero tampoco se le da todo lo bien que me gustaría. Creo que con un poco de entrenamiento puede mejorar bastante. Viene de una familia de buenos jugadores de Quidditch.

—Lo sabemos —Fred regresó con una mirada que me decía que iba a hacer algo—, pero mejor resérvate únicamente para un único hermano, que algunos tenemos otros planes —me guiñó un ojo.

Me pilló con la guardia baja, haciendo que me sonrojara. Eso pareció complacerle bastante. Me pasó un brazo por la cintura, pasando mi peso de Harry a él y anunció que nos íbamos, dejando a Harry hablando con Angelina.

Cuando llegamos a su habitación me ayudó a sentarme en su cama y se quedó mirándome. Me costó explicar la segunda parte de la historia donde empezaba a sangrar hasta por el culo, pero no fui capaz de desarrollar la primera parte más allá de que veníamos de cumplir el castigo.

—O sea, que quieres que me crea que de repente y sin ninguna razón comenzaste a sangrar de vuelta del castigo con Potter.

—¿No te crees que empezase a sangrar?

—No es eso, eso ya me lo ha confirmado tu camisa —dijo, señalando la camisa a juego con nuestra casa escondida en mi túnica—. Pero no me creo que no hubiera ninguna razón. Estoy seguro de que el cararrajada te tuvo que hacer algo como mínimo.

Jokers [Fred Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora