—¡Van a abrir un club de duelo!— Seamus llegó corriendo a la Sala Común, y pronto todos los gryffindors estuvimos girados hacia él escuchando. Jadeó para tomar aire y siguió hablando—. ¡La primera sesión será esta noche!
—No me importaría recibir unas clases de duelo— masculló Hermione mojando la pluma en la tinta—, podrían ser útiles en estos días...
—¿Por qué? ¿Acaso piensas que se va a batir el monstruo de Slytherin? —preguntó Ron.
—Podría ser útil —dijo Harry guardando las cosas en la mochila—. ¿Vamos?
—No tenemos nada mejor que hacer— asentí.
—Ehm... Lena, ¿lo deberes?
—Hermione— chasqueé la lengua—, mi supervivencia es más importante que un pergamino de treinta y dos centímetros para Transformaciones.
Aquella noche, a las ocho, nos dirigimos deprisa al Gran Comedor. Las grandes mesas de comedor habían desaparecido y, en su lugar, había una gran y larga tarima. Tos nos habíamos reunido alrededor de esta, varitas en mano y entusiasmados.
—Me pregunto quién nos enseñará —dijo Hermione, mientras se internaban en la alborotada multitud—. Alguien me ha dicho que Flitwick fue campeón de duelo cuando era joven, quizá sea él.
—Con tal de que no sea...— Harry empezó una frase que terminó en un gimoteo.
Lockhart se encaminaba a la tarima, resplandeciente en su túnica, y lo acompañaba nada menos que Snape, con su usual túnica negra. Lockhart rogó silencio con un gesto del brazo y dijo:
—¡Venid aquí, acercaos! ¿Me ve todo el mundo? ¿Me oís todos? ¡Estupendo! El profesor Dumbledore me ha concedido permiso para abrir este modesto club de duelo, con la intención de prepararos a todos vosotros por si algún día necesitáis defenderos tal como me ha pasado a mí en incontables ocasiones. Para más detalles, consultad mis obras.
Siguió hablando sobre lo maravilloso que era un rato más, hasta que por fin se centró en el duelo.
—Como veis, sostenemos nuestras varitas en la posición de combate convencional —explicó Lockhart—. Cuando cuente tres, haremos nuestro primer embrujo. Pero claro está que ninguno de los dos tiene intención de matar.
—Yo no estaría tan seguro —susurró Harry, viendo a Snape enseñar los dientes.
—Una..., dos... y tres.
Ambos alzaron las varitas y las dirigieron a los hombros del contrincante.
—¡Expelliarmus!— gritó Snape.
Resplandeció un destello de luz roja, y Lockhart despegó en el aire, voló hacia atrás y aterrizó en la tarima con un golpe seco. Muchos aguantaron risas; yo me reí descaradamente provocando que Harry y Ron se tuvieran que cubrir la boca. Hermione se puso de puntillas.
—¿Creéis que estará bien? —chilló por entre los dedos con que se tapaba la cara.
—¿A quién le preocupa? —rieron Harry y Ron al mismo tiempo.
Lockhart se puso de pie con esfuerzo. Se le había caído el sombrero y su pelo ondulado se le había puesto de punta.
—¡Bueno, ya lo habéis visto! —dijo, tambaleándose al volver a la tarima—. Eso ha sido un encantamiento de desarme. Sí, profesor Snape, ha sido una excelente idea enseñarlo a los alumnos, pero si no le importa que se lo diga, era muy evidente que iba a atacar de esa manera. Si hubiera querido impedírselo, me habría resultado muy fácil. Pero pensé que sería instructivo dejarles que vieran...
ESTÁS LEYENDO
Jokers [Fred Weasley]
Fanfiction¿Normas? Para qué seguirlas, si puede romperlas. ¿Diversión? Ella es la diversión personificada. ¿Valentía? Yo diría que es la palabra que mejor la define. ¿Hotel? Trivago. ~~~~~~~~~ -Pórtate bien, pequeña leona. -Nunca. ~~~~~~~~~ Está no es la típ...