Quedaban cinco malditos días para la primera prueba. Cinco.
Harry llegó corriendo al Gran Comedor. No desayunó, pero esperó a que nosotras terminásemos. Mione y yo nos despedimos de Ginny, y Harry nos llevó a los jardines. Nos contó todo lo de los dragones y lo que le había dicho Sirius. Hermione pensó que el problema más apremiante eran los dragones, aunque estaba bastante asustada por las advertencias de Sirius sobre Karkarov.
—Primero vamos a intentar que el martes por la tarde sigas vivo, y luego ya nos preocuparemos por Karkarov.
Estuvimos un largo rato pensando cuál sería el encantamiento con el que se podría someter a un dragón. Pero, como no se nos ocurrió nada, Hermione propuso ir a la biblioteca. Agarramos todo lo que vimos sobre dragones, y empezamos a buscar entre la alta pila de libros.
—Embrujos para cortarles las uñas... Cómo curar la podredumbre de las escamas... ¡Esto no nos sirve!— exclamé exasperada—. Es para chiflados como Hagrid que lo que quieren es cuidarlos...
—"Es extremadamente difícil matar a un dragón debido a la antigua magia que imbuye su gruesa piel, que nada excepto los encantamientos más fuertes puede penetrar..."— leyó Harry—. ¡Pero Sirius dijo que había uno sencillo que valdría!
—Entonces busquemos en los libros de encantamientos sencillos..— dijo Hermione apartando a un lado el libro que tenía.
Mientras ellos seguían hojeando, fui a buscar libros de hechizos. Al volver, llevaba tantos que no veía por donde iba.
—Cuidado por dónde vas, señorita— alguien me agarró por los hombros y me frenó—. No queremos otro accidente.
Saqué la cabeza por un lado de la torre de libros y vi a un pelirrojo sonriendo enfrente de mí.
—Gracias, Fred— sonreí, y busqué a George con la mirada—. ¿Dónde dejaste a tu otra mitad?
—Ligando con una hufflepuff— se dio la vuelta e hizo como si se besase con alguien.
—Pobre chica— bromeé.
—Auch— puso una mano en su pecho y echó la cabeza hacia atrás, dramatizando—. Sabiendo que tenemos la misma cara, eso dolió.
—¿Te herí la autoestima?— me burlé, y acomodé mejor los libros en mis brazos.
—Tks, no. Eso debe pesar— dijo agarrando unos cuantos—. Deja que te ayude.
Volvimos a la mesa y dejamos los libros.
—¿Dragones?— preguntó Fred agarrando un libro de los de antes.
—Deja eso y ayúdame a llevarlos a su sitio.
Agarramos los que no nos servían y los dejamos en su sección.
—¿Te ayudo a subir los más altos?— preguntó con una sonrisa pícara.
—O puedo hacer esto— extendí el brazo hacia la estantería y solté el libro, que fue flotando hasta su sitio—. Oh, magia.
Le dediqué una sonrisa socarrona. Movió su mandíbula hacia un lado, desencajándola, y me miró fijamente. Algo dentro de mí se revolvió. Sin dejar de mirarle, levanté una ceja y mordí levemente mi labio. Era como un duelo de miradas; estábamos viendo quién sería el primero en apartar la mirada. Él levantó las cejas y echó su cabeza ligeramente hacia atrás.
Sonreí de lado, me crucé de brazos y pasé mi peso hacia una pierna. Durante unos segundos, ninguno hicimos nada más.
—Hola, tortolitos— saludó George al llegar, causando que Fred girase la cabeza para mirarle.
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Jokers [Fred Weasley]
Fanfiction¿Normas? Para qué seguirlas, si puede romperlas. ¿Diversión? Ella es la diversión personificada. ¿Valentía? Yo diría que es la palabra que mejor la define. ¿Hotel? Trivago. ~~~~~~~~~ -Pórtate bien, pequeña leona. -Nunca. ~~~~~~~~~ Está no es la típ...