—El primer regalo que recibí de mis padres fue un reloj que me llevo cada vez que voy a salir de Corea.—Así llevarás a tus padres en tu corazón también.
—Te amo porque me entiendes.— Sonrió.
Luego de que los chicos se fueran, Tae y yo nos quedamos desayunando.
Me sentía mucho mejor, las pastillas me ayudaron mucho con el dolor y digamos que la ropa de Tae es suuuuuuper cómoda.
¿Si sabes que estás casi desnuda verdad? No tienes pantalón debajo de la camisa.
Cierto es. No me había dado cuenta de sus sucias intenciones.
—¿Si no fueras Idol, que hubieras sido?
Y a la muy canija le da igual. Tienes la misma mentalidad que tu novio, sucia.
—Si no fuera Idol, sería un saxofonista o ayudaría a mi abuelo y a mi padre en el campo.— Asentí—¿Que serías tú?
—Cantante. Pero si no fuera alguien famoso......Tal vez sería enfermera.
—Tenías que serlo. Así serías mi enfermera personal.— Subió y bajó las cejas.
—Si fuera así, yo no te hubiera conocido.— Reí divertida.
—Por eso digo que me alegra que hayas decidido ser coreógrafa.
Volví a sonríe abiertamente y pude sentir el rubor apoderándose de mis mejillas.
Odio sonrojarme.
Pero a él le gusta.
—¿Que?— Pregunté, ya que no me quitaba la mirada de encima.
—No tienes ni idea de lo que me gustas cuando me sonríes.— Me tapé la cara ocultando mi expresión.— Tus mejillas se ven hermosas. No puedo creer que seas mi novia.
—Déjame en paz.— Contesté aun avergonzada.— ¿Hay leche para mi chocolate caliente?
—Si, en la nevera. Pero no me cambies el tema.— Soltó una leve risa.— Eres demasiado tierna.
No sabes lo que dices, hijo. Esta mujer tiene la mente más sucia del mundo.
—Quiero leche.— Me levanté de mi lugar para ir hacia la nevera.
—¿Es tú forma de coquetear conmigo, princesa?— Dijo en un tono perverso.
—No.— Saqué el galón de la nevera.— Quiero leche de verdad, pervertido.
Él soltó una carcajada mientras me sentaba frente a él. No pude evitar reír junto con él.
Tae de verdad me hace tan feliz.
ESTÁS LEYENDO
Tu mirada en mi [Libro 1]
RomanceDurante los últimos años, pensaba que el amor solo era una pérdida de tiempo. Lo pensaba desde que... Bueno... Pasó lo qué pasó cuando tenía entre 15 y 16 años. Digamos que expresar lo que sentía no era mi fuerte. La depresión, la ansiedad y los ata...