Tu mirada en mi [Libro 1]

C A P I T U L O 89

We all commit to love
That makes you cry, oh oh
We're all making love
That kills you inside, yeah
We must kill this love
Yeah, it's sad but true
Gotta kill this love
Before it kills you, too
Kill this love
Yeah, it's sad but true
Gotta kill this love
Gotta kill, let's kill this love!

Las chicas y yo llevábamos toda la tarde ensayando. Les estaba mostrando la coreografía paso por paso. Por lo que yo estaba bailando al frente de ellas para que me siguieran.

Se aprendieron la coreografía súper rápido. Ellas tienen mucho talento.

—¿Tienen alguna duda?

—Ninguna.— Respondieron todas al mismo tiempo.

—¿Les gustó la coreografía? ¿Hay algún cambio que quieran o necesiten hacer?

Siempre pregunto eso cuando hago algún baile, ya que me gusta escuchar la opinión de los demás. Aparte de que me gusta saber si mi trabajo está bien hecho.

—Para nada, tú trabajo es impecable, T/N.— Me dijo Jennie.— Realmente eres súper talentosa.

Una gran sonrisa se formó en mi rostro. Siempre me ha alegrado que a las personas les guste mi trabajo. Me hace sentir bien y me motiva a seguir.

—Gracias, ustedes también lo son, chicas.

Ellas respondieron con un "aaaawww."

Tae no bromeó cuando dijo que me llevaría súper con las chicas.

—Basta, nos avergüenzas.— Respondió Jisoo.— Por cierto, ¿viste la noticia?

Fruncí el ceño.

—¿Que noticia?

—¡¿Como que no la has visto?!— Preguntó Rosé.— Pensé que serías la primera en verla.

—¿Es algo malo?

Las chicas se miraron entre sí.

¿Y ahora que carajos pasó?

*****

—¡AMOOOOOOR!

Corrí por toda la casa buscando a mi novio. Bajé las escaleras y cuando iba por la mitad casi me caigo rodando por ellas. Afortunadamente logré aguantarme del barandal, aún así, eso no impidió que siguiera corriendo buscando a Tae por toda la casa.

—¡TAEHYUNG!

—¡¿AAAAAAAHH?!— Gritó desde el patio trasero. Inmediatamente supe que estaba con Hera.— ¡¿QUE HICE?!

Me puse los zapatos -ya que estaba descalza- y corrí por el pasto. Tae estaba cepillando a Hera y al ver que yo corría hacia él me miró extrañado. Él levantó una de sus cejas y ladeó su cabeza en confusión.

Eso me hizo reír. Cuando estuve cerca me abalancé hacia él, enrollando mis brazos al rededor de su cuello y levantando las piernas levemente. Inmediatamente él me cargó para evitar que los dos nos cayéramos al piso.