C A P I T U L O 9

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—¿¡QUEEEEE!?

Sabía que mi madre me iba a matar.

—No es para tanto.

—¿¡COMO QUE NO ES PARA TANTO?! NO VOY A VER A MI HIJA POR NO SE CUANTOS AÑOS.— Comentó con la voz chillona.

Me despegué el celular.

—Mamá cálmate. Pediré unos días para ir a verlos.

—¡¿Y tú crees que yo me conformo con eso?!— Soltó un largo suspiro.— T/N.— Empezó a hablar más calmada.—Te quiero conmigo hija. No quiero que algo malo te pase.

—Mamá, no es la primera vez que me voy de gira.

—Pero no por tanto tiempo.......No quiero perderte a ti también.

Me quedé en silencio mirando a un punto fijo. Lo ultimo que dijo mi mamá fue como si hubiera quedado flotando en el aire. Sabía el dolor de mi madre al no ver a mi hermano crecer, todavía es algo que ella no supera. Por eso, ella trata de estar conmigo el mayor tiempo posible, trata de estar al pendiente de mi y si me llega a pasar algo sé que ella no podría vivir con ello. Por eso cuando le dije que me iba a Corea por un graaaaaaaaan tiempo ella entró en una crisis existencial. Teme que me pase algo y que ella no esté ahí para evitarlo.

—Estaré bien. Te lo prometo.

—Con eso no me dejarás tranquila.

Créeme que lo sé.

******

—Vale, vale. Lo capto.

—¿Que?

—Es una expresión en mi país. Es una forma de decir que entendí.

—¿Pues eso quiere decir que irás?

—No lo se Nam. Tengo que ver si no tengo alguna entrevista ese día.

—Si no tienes nada que hacer ¿Aceptas ir conmigo?

—Bueeeeeno. Vale. Yo te aviso.

—Me regaló una sonrisa dejando ver sus hoyuelos.— Espero que no tengas nada ese día para que podamos salir juntos.

Tu le gustas a este niño.

Obviamente no. Solo quiere salir como amigos.

Si ajá.

—¿Que hacen chicos?— Dijo Suga sentándose a mi lado.

—Solo hablábamos.— Dijo Nam sin importancia.

—Vale, entonces no te importaría que la robe un rato.

—Nop. Espera ¿Que? ¡YOONGI!

Tarde. Suga me tomó del brazo y me había sacado de la sala. Cuando ya estábamos fuera de la casa me soltó del brazo y continuó caminando solo.

—¿No me vas a seguir?

Caminé tras él sin saber a donde quería ir. Al salir completamente de la casa de los chicos sacó un tapabocas de su bolsillo y se lo puso, yo hice lo mismo.

Me extrañó mucho que no tomara el carro para salir de la casa. Al principio supuse que iría hacia algún lugar lejos de la casa, pero al ver que él quería irse caminando supe que a donde sea que él quería ir, no era tan lejos entonces.

Copie su acción y me puse un tapabocas también y me apresuré para caminar a su lado. Estábamos caminando en silencio pero en un silencio cómodo. Él caminaba con las manos en sus bolsillos mientras miraba hacia el suelo. Mientras tanto, yo miraba a las demás personas caminar, a los carros pasar, etc.

Tu mirada en mi  [Libro 1]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora