C A P I T U L O 80

1.4K 66 141
                                    

Un año......

Un año ya ha pasado desde la muerte de Rances.....

Un año en el que me he preguntado si pude hacer algo para evitar que él muriera.

Un año en que he tratado de sobrellevarlo pero no puedo evitar aun sentirme culpable por eso.

Un año al que he visto a Janne sonriendo pero también llorando cada vez que recuerda a su padre.

Siempre me llegaban esos pensamientos en los que creía que Janne me odiaba. En los que pensaba que en algún momento ella me mandaría al carajo y terminaría su amistad conmigo.

Pero no fue así. Ella es una chica muy comprensiva y una gran amiga. Cada vez que yo lloraba ella siempre me decía que la culpa no era mía, sino, de los tipos que mataron a su padre.

En este año no he sabido cómo pagarle su comprensión ante todo este asunto.

Justo ahora, Jimin nos estaba contando a Tae y a mi algo qué pasó entre él y Janne hace unos días. Quería nuestro consejo, así que lo estabamos escuchando con mucha atención. Yo estaba sentada frente a él y Tae estaba sentado detrás de Jimin abrazándolo.

Tae me miraba fijamente. En estos días ha tratado de "intimidarme" con su mirada. Todavía no supera que tengamos casi dos años de relación y que todo el mundo se logre intimidar menos yo.

La primera vez que lo vi si me intimidé un poco, ¡pero esa no cuenta porque no nos conocíamos!

—Entonces ella me dijo "Vete, Park" pero cuando me fui a abrir la puerta para dejarla sola me dijo "¡Pero no te vayas!"— Comencé a reír. Es más que obvio que si necesita ayuda. Tae continuó mirándome seriamente, así que le lancé un beso y esto hizo que él cambiara la mirada y que se sonrojara para comenzar a reír avergonzado.— Y entonces.... ¿¡ESTÁN COQUETEANDO FRENTE A MI?!

—Sonreí victoriosa.— Te estoy escuchando, Jimin.

—No te creo, ¿que fue lo último que dije?— Se cruzó de brazos.

—Dijiste que ella te dijo que la dejaras sola pero cuando ibas a abrir la puerta ella te dijo que no te vayas. Entonces ibas a decir otra cosa pero ahí fue cuando cambiaste el tema.

—No cambié el tema, ¡ustedes se estaban coqueteando! ¡Y para colmo frente a mi!

—Te estaba escuchando.— Repetí.

Mi hermano se cruzó de brazos haciendo un tierno puchero.

—No entiendo qué pasa.

—¿Jimin, de casualidad cuando terminan de hacerlo tú le dices que la quieres?— Mi novio se separó de mi hermano para mirarlo.

Mi hermano se quedó pensando unos segundos. Luego respondió con un:

—No.

—Ahí está el problema.— Le dijo Tae.

—No veo cuál es el problema.

Eres hombre, obviamente no vas a entender.

—Verás, Jimin, una de las cosas más importantes para nosotras las mujeres es eso. Cuando nosotras nos entregamos a una persona es porque esa persona realmente nos importa. Porque es algo importante y algo que no todas hacemos, siempre y cuando  sea con la persona correcta. Hay algunas que no les importa, pero, en este caso, si importa.

—Además, cuando al final le dices que la quieres eso significa mucho para ellas.— Tae me sonrió y me guiñó un ojo.— ¿Verdad, cariño?

Mi hermano se giró en su dirección con su expresión seria.

Tu mirada en mi  [Libro 1]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora