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Roma

No sé que paso allí, solo se que voy a esquivar ese hombre, de verdad cree que caeré como idiota ante sus "encantos" , pues no, ya me han lastimado mucho y no dejaré que alguien más me manipule, no negare que está buenísimo, pero no caeré, es mas me hare la indiferente dolo podráver, mas no tocar. No era así antes de Andrés ni se me hubiese ocurrido pensar así, pero Lucia tenía razón, la vida es una y hay que vivirla. Además el estaría en Rusia y yo en Buenos Aires, sería imposible que siga coqueteandome. Que pasa conmigo?! No puedo pensar así, han pasado a penas unas semanas desde lo Andrés.
¿Y si lo de Andrés no era amor? He leído que muchos tardan meses o años en dar vuelta la página, Lucia me decía que estaba enamorada de la idea del amor y de la institución matrimonial, pensándolo bien tal vez tenía razón.
- Oye - Faber chasquea los dedos en frente de mi - ya estamos todos, no vamos.
- Si si, vamos - me había quedado totalmente ida- no puede ser para tanto. No soy una niña, mi jefe no me alterara más.

Llegamos a una disco que se llama
"Cuba" , nos han dicho que muchos latinos iban y también muchos Rusos muy sexis.
Estábamos bailando como locos, demasiado tomados y felices. Esta semana fue intensa y este era el último día en Rusia y quería llevarme lo mejor.
Andrés se mantenía cerca con otro grupo, era el grupo de los estirados, no paraba de mirarme, pero ya no me provocaba nada, me preguntó si realmente lo ame, es como si fuéramos desconocidos, lo quiero y siempre será así, se que es bueno, solo se equivocó conmigo, pero hasta que asuma que ya no estamos juntos no podremos ser amigos.

- Hay un grupo de Rusos que no para de mirar hacía acá- me dijo Faber a los gritos por la musica.
- Ah sí!!?l? Me gustaría llevarme un souvenirs de Rusia - digo coqueta. El alcohol saco a la Roma que quería Lucia y se sentía bien.
Comencé a bailar de una manera más sensual para que me vean los de la barra, no podía ver bien por las luces, pero Faber me alentaba.
En un momento siento un tirón en el brazo y fui arrastrada hacia una esquina alejado de la pista.
- ¡¿Que carajos estás haciendo?! - grita Andrés
- ¡¿Que te pasa?! SOS estúpido o te haces? - estaba tomada y enojada. De lo contrario no hablaría así.
- ¡¿Te estás regalando a unos desconocidos y el estúpido soy yo?!
- ¡¿Quien puta te crees para hablarme así?! - no podía parar de decir groserías y me sentía bien- te recuerdo que no somos nada!!! Y no me regalo!
- ¡Claro que sí, te estoy viendo! Vi como bailabas para los pavos de la barra! Te estás comportando como una puta! - mi mano voló a su cara, no fui conciente del ardor en la playa de mi mano.
- ¡Si soy una puta o no es tuproblema! Me cagaste y te recuerdo que no tienes derecho de reclamarme nada! Si quiero estar con uno de esos pavos,como dijiste lo haré! Porque soy libre de abrir mis piernas con quién yo quiera!
- Te desconozco - con que cara me reprochaba, como se atreve en hacerme una escena?
- Bienvenido al club de los desconocidos, lo mismo dije cuando te encontré revolcándote con Abigail.

No dijo nada, solo me vio desepcionado y se fue. Me había arruinado la noche, me acerque a nuestra mesa junte mía cosas y salí a tomar un taxi, envié un mensaje al grupo que habíamos creado, no quería cortarle el rollo a Faber , fue al único que ví bailando muy a gusto. Antes de encontrarme a alguien salí del boliche. Tome un taxi y una vez en el hotel fui a mi habitación, estaba tomada aún, me encontraba con mi bata puesta cuando oí ruido en el pasillo. Me quedé detrás de la puerta tratando de escuchar. Pero hablaban en Ruso y muy bajito. Y como el alcohol te hace hacer estupideces abrí la puerta muy despacio, encontré a mi jefe siendo ayudado por uno de los botones del hotel.
- ¡Ella es! - grito en Ruso.El botón se acercó a mí con mi jefe congando del hombro.
- Señorita disculpe la molestia, podría dejarme pasar?
- ¿Perdón? ¿Porque debería?
- El jefe dice que la estaba esperando, cuando la vio subir salió a su encuentro pero como ve no está en condiciones de llegar solo.
- No entiendo, porque me esperaba a mi y en este estado - esto es surrealista.
- ¿Usted no es su novia? - pero que carajos? De que habla?
- Yo No.... - pero no pude terminar porque mi jefe se colgó de mi, a penas pude manteneme en pie.
- Buenas noches Señorita.
- No... No- mi voz se apagó al ver al botón subir al ascensor.
- Te dije que nos veríamos - dijo mi jefe con sus labios rozando mi cuello, dios no me hagas esto pensé.
Cómo pude entre con él, cerré la puerta y lo recosté en la cama mi cabeza daba vueltas y no entendía muy bien que había pasado.
No sé cuándo tiempo paso hasta que me recosté al creer que mi jefe estaba dormido, error! En cuando me acosté dándole la espalda se posicionó detrás de mi y empezó a murmurar cosas en Ruso, algunas la sentencia y otras no. No podía pararlo, no se si era el alcohol, el enojo con Andrés o lo fuerte que estába mi jefe que me deje hacer. El tiro de mi para que lo mirara. Sabía que pasaría si no paraba, pero realmente no quería parar, la otra Roma lo hubiese hecho, pero está no quería, mañana me iría y no lo volvería a ver, el vive en Rusia, no tendría nada que hacer en Buenos Aires, a su padre en los años que trabajaba en los hoteles lo vio solo una vez y de lejos. Que posibilidades había de que cambiará eso con su hijo?Cuando me besó y sentí su lengua jugando con la mía, había tomado la decisión, me acostaría con él, me iría y si te he visto no me acuerdo. La vida es una y hay que vivirla.
- Eres hermosa , desde que te Vi no pude dejar de pensar en ti- sus palabras encendían esa parte que Andrés había sepultado con su engaño- no he podido dejar de imaginarte debajo mío recibiendome. Que sea guarro me prendía y era algo nuevo, nunca creí que el alcohol me convertiría en un calentona, pero lo disfrutaría. De un movimiento me subí encima de él y me restregue como adolescente. Me había olvidado que solo llevaba la bata puesta,mi jefe por lo visto estaba más atento, ya que aprovecho para tomar mis pechos y tocarlos a gusto,su mirada estaba nublada por el alcohol y el deseo, eso me hacía sentir poderosa, jamás alguien me miró así, estaba desinhibida , realmente era otra Roma, una que se sentía sexy y poderosa.
Me movió para poder sacarse el pantalón y vi su erección, estaba muy bien, más que bien.
El metió la mano en mi parte íntima, y soltó un gruñido al sentirme húmeda.
- Me deseas tanto como yo-No sé qué clase de magia o brujerías era esa, pero la conección que estaba teniendo no era posible.
- Si.. te deseo - dije tan segura que asustaba.
De un solo movimiento se posicionó arriba, abrió el cajón y saco un condón - todos los hoteles deberían tener condones en sus mesitas de noche pensé- se lo coloco mientras me lamía los pechos. Lo haría con mi jefe, ebrios y con apenas conocernos, seguramente me arrepentiré, pero como no pienso parar por ahora lo voy a disfrutar.
De un solo movimiento entro en mi y mordí su hombro, dios!! Se sentía como mi primera vez, yo crei que Andrés estaba bien, pero que equivocada estaba. Mientras me besaba apasionadamente, entraba y salía de mi, yo me contraía en cada estocada. Chupe con fuerza su cuello cuando se hundió tan fuerte que sentí que me partiría.
El tomaba mís pechos, los chupaba, mordía y lamía a tu antojo, estabamos perdidos en el deseo, la pasión y segados por esta loca conección que teníamos, no hubo muchas palabras , solo eran gemidos, balbuseos y respiraciones agitadas.
- Acaba conmigo hermosa- y no tuve más que dejarme ir, grite y chille como nunca en mi vida, fue el órgano más largo e intenso que tuve jamás. Lo sentí tensarse y gruñido como cavernícola mientras terminaba. Me besó y se desplomó a mi lado, yo también estaba muy cansada, antes de caer dormida mire al hombre que estaba a mi lado, sudado, despeinado y recién follado. Una media sonrisa y se dejó llevar por el sueño.

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Tu me cambiasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora