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Vladimir

Estoy como en las nubes cuando estoy con Roma, pero en este momento estoy cayendo en caída libre a la realidad.
Después de que mi abogado me informara lo que hizo Alessia,  porque estoy seguro de que fue ella quien filtro la noticia de la supuesta boda y ahora estoy manipulandola.
Le hice creer que seguíamos juntos, que Roma era mi última adquisición aquí en Argentina, que no era nada. Sólo una buena follada y que cuando me cansará la dejaría, que creí que era diferente, pero me había equivocado,que era una más del montón, dije también que no tenia clase como Alessia, le encanta que la adulen, asi que se creyo todo. Después de decir todo aquello me sienti mal, me sienti pésimo, Roma, mi Roma no es así, es la mujer más hermosa que vi en mi vida, además de ser una mujer independiente, sensible y muy trabajadora. Mi excusa es que lo hago para ganar tiempo, no quiero separarme ahora que estoy acá, que la tengo en mis brazos, desnuda y recién fallada por mi. No quiero perder esto, no quiero perderla, y lo que me dijo Polo ronda mi cabeza.

Flash back
- Que le dijiste que? - dijo Polo con su vaso en la mano y un cigarro en la otra. Estaba en su casa, necesitaba hablar con  mi amigo.

- Lo que oíste, le hice creer a Alessia que Roma era una más y que cuando me cansara de follarmela volvería a Rusia ... con ella.

- Lo jódiste! Sabes como son estas mujeres?! Son Latinas hermano!!! Te va a cortar las pelota por mentirle- Polo tenia razón, me iba a matar por muy dulce que sea Roma.

- Lo se!Lo se!Pero no quiero irme, no quiero perderla.

- Vladimir la perderás si se entera que estas mintiendo y no creo que te perdone - me dijo muy serio- yo que tu me voy a solucionar tus cosas en Rusia para volver con tu chica.

- Pero hay un idiota que esta detrás de Roma y me vuelve loco pensar que ella esté con el. A penas nos conocemos, no es imposible que se enamore de alguien más- dije casi en susurro y tome lo que quedaba en mi vaso para servirme más.

- Entiendo, pero voy a decirte una frase que escuché hace mucho y que es muy cursi  " Si es para ti, no necesitas perseguirlo"

- No es tan fácil- estaba muy angustiado, si me iba la podria perder y si me quedaba  también.

- Nadie dijo que sería fácil- Polo palmeo mi hombro y se que el paso por algo similar. Por eso fue al primero que acudí.

Fin del flash back

Ya era lunes y el despertador de Roma sonó, ella se estiro para apagarlo haciendo que su espalda y muslo se vieran. No podía ser que con tan poca piel me pusiera así. Me acerque a ella y empecé a besarle el cuello.

- Vladimir debo ducharme, tengo que trabajar - decía todavía medio dormida, había sido una noche intensa - no quiero tener problemas con mi jefe.

- No creo que los tengas - dije posicionándome sobre ella - es más estoy seguro que él también llegara tarde.

- No me gusta llegar tarde - trataba no con muchas fuerzas de sacarme de encima - Vlad - y me hundí en ella. Sin preámbulos, estaba más que lista para recibirme. Me estaba embriagado de ella, era un adicto que no quería recuperarse.

- Te gusta Roma? - pregunte con los dientes apretados mientras sujetaba sus manos sobre su cabeza y con la otra estrujaba uno de esos pecho tan hermosos que tenia - dime si te gusta - ordene.

- Si ... Vlad. Me gusta. Todo de ti me gusta- me encantaba tenerla vulnerable , porque necesitaba que ella me dijera lo que quería escuchar. Estaba aterrado de perderla y sentía que cada segundo era el último.

- A mi me encanta hacerte el amor, que después huelas a mi, que solo pienses en mí como yo pienso en ti cada maldito día. Eres mía Roma ... di que eres mía.

Ella se retorcía y gemia,  estaba seguro que le dolería después, porque cada estocada era más fuerte que la anterior, quería más, más de ella, estar más dentro de ella. Lo más profundo que pudiera, sea en su carne o en su corazón.

- So... soy tuya Vladimir, completamente tuya - y se vino, sentí sus paredes contraerse a mi alrededor y no pude aguantar más. La llene de mi, sus muslos goteaban y era la sensación más vivida de toda mi maldita vida.

- Te quiero Roma... te quiero muchísimo- dije como un idiota enamorado. Ella me miró unos segundo, creo que buscaba sinceridad en mis ojos, la encontró porque me sonrió y me dijo.

- Y yo a ti Vladimir. Te quiero mucho.

Nos costó levantarnos. Pero Roma llegó puntual al hotel. Lo se porque me aviso, aunque me hubiese encantado llegar juntos. Pero por obvias razones no pudimos, ella no quería que le dijeran trepadora y yo no podía exponerme a que Alessia se enterara que era algo más que un revolcon.
No se como haría, porque en este momento quisiera gritarle al idiota ese que estuvo en la cena que deje de tomar su mano,baje del ascensor y lo primero que veo es a ese pelele tomando la mano de Roma. Quien parece incomoda, aunque sonríe por cortesía, por supuesto! No se como la llegué a conocer tanto en tan poco.

- ¿Buen día. Interrumpo? -dije fuerte para que notarán mi presencia. Roma retiro su mano inmediatamente después de verme y el idiota me miró por unos segundo, saludo y se fue.

- ¿Que carajos fue eso Roma? - dije tomando su brazo y apretando mi mandíbula, estaba a punto de romper mis dientes. Ella abrió los ojos por unos segundos y se puso roja - en mi oficina en 5 minutos.

- Pero ... - dijo mirando para todos lados. Por suerte no había nadie viendo esta escena.

- Pero nada ... Señorita Petersen! - la solté y camine a mi oficina. Pasaron unos segundos hasta que escuche los pasos de Roma detrás. Estaba muy enojado, sabía que ella solo estaba siendo cortes, pero debía dejar de serlo. Los hombres como él y como yo, utilizábamos esas virtudes de las mujeres para nuestra conveniencia. Pero esta mujer es mía y a ese idiota lo quiero a quinientos metros de ella.
Estoy muy enojado, quisiera follarla ahora mismo, para que todos la escuchen gritar mi nombre, para que todos sepan de quien es y por sobre todas las cosas para que Mi Roma no se olvide a quien le pertenece.

- ¿Que solicita señor Antonov?- se veía enojada, hermosamente molesta y eso me calentaba. Pero primero debía poner los puntos sobres las ies.  Ella es y será mía.

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Tu me cambiasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora