Tu me cambiaste

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Vladimir

Estoy harto, furioso, cansado, desdichado y podría seguir horas describiendo mis sentimientos,  todos negativos cabe aclarar. No sé nada de Roma, se ha ido y con ella la esperanza de recuperarla, sus amigos me odian, pero como soy el jefe no les queda otra opción que tratarme, el ex de Roma se ha vuelto un incordio, no puedo despedirlo , hace bien su trabajo el maldito, pero siento que se burla de mi, lo supe cuando hablaba con su asistente, estoy seguro que supo que estaba cerca, porque comenzó a hablar de Roma, le contaba que hablaban diario, que ella estaba feliz y no se cuanta mierda más. Solo pude meterme en el ascensor y escapar, porque le rompería la cara. Lo único que me lo impidió fue pensar en Roma, ella no me perdonaría nunca si hiciera lo que planeaba. Espero que mi autocontrol rinda frutos y Roma vea que cambie por ella, quiero hacer las cosas bien por y para ella.
Estoy en la oficina esperando a mi amigo Polo.
- Señor lo busca su amigo Polo - me avisa la nueva asistente, ya han renunciado varias por mi carácter post Roma.
- Dile que pase y trae dos cafés- corte el intercomunicador. Luego de unos segundos entra Polo.
- Que cara mi amigo - este maldito seguía burlándose de mi.
- Me alegra ser quien te saque una sonrisa - dije con sarcasmo .
- Es que no lo puedo evitar- se sienta frente a mí con su sonrisa de idiota - creí que nunca me cobraria todas las que me has hecho cuando mi esposa me había dejado.
- Ya ya, creo que te la has cobrado con creces - nunca más me burlaria de nadie, eso seguro- estoy desesperado.
- Chocolate por la noticia- maldito cabron- tengo noticias.
- ¿De qué? De quién? - mi corazón empezó a latir muy fuerte,  sabía de quien hablaba - habla!!
- Tranquilo campeón- levanto sus manos - es una buena y una muuuy mala.
- Esta con alguien más- golpee mi escritorio con el puño, de solo pensarlo me ponía enfermo.
- Porque eres tan pesimista?- Polo se tomo un poco de su café, como disfruta tenerme así. Lo odio.
- Habla de una maldita vez - dije con la apretada - me estas alterando.
- Okey, okey . Volvió - me levante de un salto, ella estaba aquí, debía buscarla- quieto vaquero!
- ¿Cómo que quieto? - este hombre estaba loco si creía que me quedaria sentado - ella estaba aquí, después de meses la veré.
- Me pidió que no te dijera nada - esperen que dijo?
- ¿Hablas con ella? - me estaba encabronando demasiado - cuando llego?
- Si, hable con ella y deja que termine de hablar - vio que me estaba molestando y lo golpearia- hace una semana llego.
- ¡¿Qué. Llego hace una semana y tu lo sabias? - como pretende que no me enoje, se supone que es mi amigo - Que clase de amigo eres?
- Uno muy leal, ella se ha convertido en mi amiga y en la de mi esposa. Y me pidió que no te dijera porque te conoce y sabe que estas loco.
- Pero eres más amigo mío! Sabes que espero verla hace meses! - estaba muy alterado.
- Y se perfectamente porque hace meses que no la ves - el también estaba molesto- no quería verte, la has lastimado mucho y respete su deseo.
- Maldito! - no podía enojarme con él, siempre me aconsejó que dijera la verdad y que arreglara todo, el único culpable soy yo - Lo se, lo sé!
- Amigo se que sufres, pero debes respetar sus tiempos ahora - Polo es mi mejor amigo y después de casarse se ha vuelto muy sabio- no se si decirte la otra noticia,  si así relacionaste con la buena no se que va a pasar cuando sepas la mala.
- Por favor ya sueltalo - estaba entrando en pánico- tiene novio? Se casara.
- Ya para la novela! Esta trabajando con los Kosloba.
- Que?! Ese maldito siempre la quiso!- me estaba tirando los pelos, Alec Kosloba es dueño de la cadena de hoteles rusa que nos hace la contra, siempre ha querido lo que es mio, a Roma siempre la quiso en su empresa y más cuando supo que era mía. Y ahora la tiene - Debo ir a buscarla.
- Tu no iras a ningún lado - me reta Polo - porque ella no está secuestrada, si te avise es para que no te llevas una sorpresa en la junta anual de hoteleros.
- No puedes tirarme esta bomba y pretender que me quede de brazos cruzados.
- Lo harás, a la fuerza no consigues nada y lo sabes. Has las cosas bien, por una vez en tu vida.
- Pero como?! Ella no quiere verme, el es un maldito que ahora la tiene para él y yo no podré quedarme quieto un segundo más.
- Esta vez me escucharas a mi - no quiero esperar,  pero tampoco puedo perder a Roma definitivamente,  esta vez haría las cosas mejor, aunque deba hacerme de todo mi autocontrol,  ella se merece mi mejor versión.
- Esta bien- dije de mala gana- y espero que funcione, porque de no ser así la secuestro y la llevo a Rusia.
- Tu harás lo que digo y no secuestraras a nadie.

El resto del día, tuve a Polo hablándome de su plan, uno bastante bueno, pero lo único que no me gustaba era que era un trabajo de hormigas,  yo la quería ahora,  ya! Saber que estaba a pocos kilómetros y no poder besarla, abrazarla, tocarla, hacerla mía como solo yo se hacerlo. Por un momento mi lado enfermo me jugó una mala pasada, imaginarla en brazos de alguien más  me perturbo, y si ella para olvidarse de mi se metió o se mete con alguien más?
- No vayas por ahí, sabes que te ama - Polo me asustó, había olvidado por completo que seguía sentado en frente mío.
- ¿Eres adivino ahora?- me sentía incomodo, no me gustaba que me leyera tan bien .
- No, pero te conozco tan bien que hasta a mi me asusta - se rio y me saco una sonrisa a mi tambien- hazme caso, ella te ama y no ha estado ni estará con nadie.
- ¿Y como lo sabes? - espero que no este jugando conmigo.
- Porque lo se, lo vi en sus ojos cuando la vi.
- ¿Cómo esta ella? - me daba envidia que él allá hablado y visto a mi Roma- sigue hermosa?
- Esta muy linda si, aunque - se cayó.
- ¿Aunque que? - odio los misterios.
- Esta muy delgada y perdió el brillo - dijo con pena.
- Es mi culpa - cerré mis puños- la he lastimado.
- Si ,lo has hecho - vaya amigo - pero puedes enmendarlo, si estuviese con alguien no se esconderia de ti y estaría radiante.
- No podría verla con alguien más- de solo pensarlo me causaba escalofríos.
- Y es por eso que me harás caso .
- Si si ! - maldito engreído- Si sale todo bien serás el padrino de mi boda.
- No esperaba menos ...