Epílogo

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No estoy entendiendo nada.

Cheryl Blossom me mandó lo más lejos posible del pueblo de Riverdale hace seis años sin contacto alguno conmigo más que todos estos jodidos lujos y estudios.

De un minuto a otro, cuando decido mirar hacia abajo por el balcón ella está trepando hacia el Penthouse.

Me desmayo por el impacto y ahora estoy sintiendo que me acaricia el cabello, como solía hacerlo cuando me sentía mal.

1. Tal vez estoy muerta y no me he dado cuenta.

2. Es increíble que haya vuelto.

3. Es terrible que me haya abandonado.

4. Quiero golpearla en la cara.

5. Quiero besarla (¿olvidé como besar?) 

6. Necesito sentirla abrazándome una vez más.

7. ¿Todavía sigue siendo el aniversario?

8. Se siente como si hubiera dormido por décadas.

-No respiras como una persona dormida -me asusté por dos cosas: 1. sabe que estoy despierta, y 2. ¿cómo demonios sabe como respira una persona dormida?

-¿Qué haces aquí? -tenía que asegurarme de que fuera real y no sólo una alucinación.

-Yo... -sus manos estaban heladas-, vine, hoy es nuestro aniversario.

-Pero no puedes estar aquí, tú me abandonaste -me quise poner de pie pero me empujó por los hombros-. Me abandonaste y no te importó.

-Toni, eso no es verdad -su respiración era agitada, yo todavía no podía verla del todo, ni siquiera había abierto los ojos-. Sabes que eso no fue lo que pasó, déjame explicarte...

-Me dejaste sola en esta inmensa ciudad -todavía no me dejaba levantarme-. No te importó lo que tenía para decir.

Estaba recostada en un costado del sillón de la sala, me abrazaba con las piernas, lo que hacía aún más imposible ponerme de pie.

-¡Antoinette! -su grito retumbó en toda la casa, haciendo que abriera los ojos, abrí un poco la boca al verla.

¿Cómo una persona puede llegar a verse tan hermosa?

Su color de cabello está incluso más brillante, y los labios más rojos, me pregunto si tendrán el mismo sabor.

Estaba sonriendo, sonriéndome.

También estaba en una sola pieza, lo que es bueno cuando sabes que se ha metido en toda clase de problemas.

-Sabes perfectamente que tenía que mantenerte segura, a toda costa -trató de poner su mano en mi mejilla pero fui más rápida.

-No me toques -me dolió decir eso.

-Toni... -notaba melancolía en su voz-, no sabes lo que dices -la sonrisa se fue desvaneciendo con los segundos.

-No -me puse de pie de un salto, haciéndola quedar bocarriba y jadeando.

Hace mucho tiempo no veía esa imagen en mi cabeza.

-Lo único que necesitaba era quedarme contigo -quería llorar, no podía, estaba muy enojada-. Y me mandaste lejos. Me dejaste sin lo único que necesitaba. La cosa que me mantenía feliz.

-No me cosifiques, idiota -se paró y avanzaba hacia mí, me puse nerviosa, no recordaba como se sentía estar así de cerca de ella.

-Tú... me dejaste -sentí como se quebraba la voz y también me acercaba-. Sola. Tú...

Aún no es demasiado tarde {CHONI}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora