Aún no es demasiado tarde {CHONI}

Top of my priority list

Hay tantas cosas que odio.

Tener la cara quemada por el sol.

Llegar tarde.

No tener dinero.

Creo que alguna vez llegué a odiar a la mismísima Cheryl Blossom.

Pero no fue su culpa, la idiota de Verónica se creía que por ser de la familia más poderosa en el pueblo tenía la autoridad para decirnos lo que fuera.

Y por un momento así fue.

Hasta que una chica todavía-más-idiota-pero-con-mejores-intenciones la detuvo.

Pero no les voy a decir quien soy.

Por otro lado, hay muchas cosas que amo y adoro con toda mi existencia.

Como poder morder algo duro sin que se me caiga un retenedor.

Que no maten a mi personaje favorito en los libros.

Despertar con el celular cargado al 100%

Y a veces también tomar agua helada después de comer una menta.

Pero sobre todas esas cosas, ahora hay una persona que encabeza esta lista:

La mismísima Cheryl Blossom.

Tal vez ella no lo sabe, y tal vez yo tampoco estoy muy segura de saberlo, pero definitivamente trataré de hacer lo posible para hacerla sentir amada.

Si yo no lo pude tener, eso no significa que ella no pueda tampoco.

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Domingo, día de diversión familiar.

Sí, si por diversión entienden "ir a una iglesia que ni siquiera es de su religión y que sus madres se pongan de pie a alabar, luego de meterse en problemas con una empleada de centro comercial, lo que provocó que gritara en el auto todo el camino hasta llegar a la alabanza", entonces fue muy divertido.

Yo prefiero los domingos con mi papá.

Podemos salir a hacer un picnic mientras vemos el atardecer, o ver una película, incluso podríamos estar en casa, totalmente en silencio y leyendo en la sala, y aun así la estaría pasando mejor que con mi madre.

Porque hay una pequeña cosa que los diferencia a los dos: mi papá sí me tiene en cuenta; mi mamá sólo tiene en cuenta a su esposo.

¿Y entonces, por qué no solamente me mudo con él?

Vive en otra ciudad.

Y yo tengo que hacer un par de cosas antes de irme de este pueblo.

#1: Hacer que ella se sienta querida

#2: Que mi madre no encuentre este cuaderno si todavía quiero seguir viva.

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Lunes.

Lo dije antes y lo diré otra vez: no me molesta la rutina, aunque los descansos son necesarios (como... dormir y así) siento que se desperdicia tanto tiempo, podrías terminar un libro en el tiempo que duermes.

Me fui de la casa dejando una nota con las indicaciones para calentar el desayuno por si se enfriaba y esperé junto a las escaleras en las que ella siempre me espera.

La sorpresa fue mía al ver que no salió de la casa, sino que llegó de otra parte y la mandíbula le cayó al piso al verme sentada donde me suele esperarme.

-Toni -movía la boca en todas direcciones tratando de encontrar que decir-, que... sorpresa verte... aquí -tragó saliva-. ¿Cómo dormiste anoche? -dijo algo nerviosa.