Mirror Mirror

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Esta mañana me miré en el espejo, es increíble lo mucho que puedes deducir en unos segundos, parecen horas.

Me gusta mi cara, tengo unos ojos color chocolate hermosos, tengo espinillas en mi nariz que hacen ver como si tuviera pecas, tal vez es raro, pero me gusta.

Mis labios tienen pequeñas manchas moradas, no sé por qué, duelen, pero aún así sólo quiero saber como se forman, así que sigo arrancando la piel (o lo que sea que sea) de mis labios.

Unas ojeras un poco marcadas por quedarme leyendo y escribiendo en la madrugada.

Mis dientes con retenedores de apenas tres meses, no duelen, pero siento que le dan un toque especial para que mi cara sea... Reconocible.

Y aún así soy capaz de decir que no me gusta mi cara, sabiendo que es hermosa.

Tal vez esa es una de las razones por las que no me puedo enamorar.

Ya no.

¿Qué pasaría si esa persona no me ve como lo que yo me veo?

¿O si algo pasa y se tiene que alejar?

¿Qué pasaría si me dejara de amar?

Por eso odio esa maldita frase.

"¿Qué pasaría si...?"

No.

Ya no puedo imaginarme diciendo eso, no lo hice antes y no lo haré ahora.

Porque gracias a ella me quedé sin las personas que amaba.

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Me gusta mi cabello.

Si pudiera me lo teñiría de algún color fuerte, rosa podría ser, mi madre nunca lo aprobaría.

Mis piernas son largas aunque no se note por mi estatura.

Mi cadera es de un tamaño promedio, aunque mi madre, familia, "amigos" digan que tengo sobrepeso.

Me volví a mirar en el espejo.

Toda completa.

Vi a una persona que amo y al mismo tiempo odio.

Vi a la mujer que es responsable de sus propios éxitos y sus vergüenzas también.

Vi a la que quiso entregar su corazón sabiendo que de alguna manera volvería dañado.

Vi a la masoquista y a la bipolar y multifacética mujer que soy.

Veo siempre lo que soy, lo que puedo llegar a ser.

No me gusta compararme con otros cuerpos por más que las personas a mi alrededor lo hagan.

Tengo cicatrices en mis rodillas porque prácticamente vivía en el piso cuando era más pequeña.

Tengo estrías que dicen que debo cubrir.

Tengo vello corporal que estoy cansada de ocultar.

Pero le voy a regalar una hoja y un lápiz bien afilado a todas las personas que me criticaron, que me dijeron que soy muy pequeña y me ocultaron, para que me calculen las hectáreas de verga que me vale su opinión.

Mi cuerpo es mío, yo decido sobre él, yo sé lo que es mejor para mí porque sé lo que quiero y lo que necesito. Porque por más que digan que soy muy joven y no se lo que hago, soy la que está en mi piel, la que piensa, la que sufre, siente y ama las cosas.

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Ese fue el discurso que di para una exposición sobre lo que amábamos de nosotros mismos.

Bueno... No textualmente, no queremos una semana de suspensión.

Aún no es demasiado tarde {CHONI}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora