1. Ese lugar tiene soldados armados hasta los dientes por todo el perímetro.
2. Hay monjas en todo el interior.
3. Probablemente le estén haciendo algo malo a mi hermosísima novia.
4. Más les vale a los chicos ayudarme a sacarla de ahí o los mato a todos.
5. Tengo hambre.
A ver.
Este es el plan: Cheryl va a tener una noche de películas, me lo contó en una de sus cartas; Archie va a entretener a los guardias con sus golpes, Fangs, Kevin y Sweet Pea le ayudarán a desarmarlos. Verónica y yo iremos a buscarla mientras Betty vigilas las salidas, abajo hay una salida que podremos usar.
No es fácil convencer a seis personas de catorce años máximo hacer esas cosas.
Porque ninguno accedió.
Menos Verónica y Betty, ellas si harían lo que fuera por ayudarla a ella.
//
Los miércoles en la noche, genial, más problemas para que accedieran a ir conmigo.
-Betty... -estábamos entre clase-, piénsalo, por favor.
-Ahora no, Toni -se acercó y me susurró al oído-. Estoy dentro, pero déjame concentrarme.
-Verónica -me acerqué con una sonrisa.
-No tienes que preguntar. Las veo a ambas fuera del Pembrooke a las nueve en punto -se volteó a vernos-. Si algo malo pasa antes de que lleguemos juro que no les pasarán cosas bonitas, a ninguna de ustedes.
//
Muy puntuales nos encontramos con Verónica y fue bastante fácil burlar a los guardias idiotas.
Arrojamos piedras en dirección a los bosques y dispararon sin cesar, en lo que estaban casi matándose, Betty abrió la cerradura.
Esquivamos demasiadas monjas en el camino a la sala de cine.
-¿Cheryl?, ¿estás aquí? -gritaba por todas las habitaciones.
Pero fue diferente al entrar a una dónde claramente no estaba.
Azotaban a las chicas y las forzaban a tomar los sedantes, a los chicos los ponían en cruces, clavándolos.
Y el sonido de la película estaba fuerte para que no se escuchara como gritaban de dolor.
-Cheryl -finalmente encontré la sala en la que estaban proyectando la película-, finalmente.
-¿Toni? -se veía diferente, lloraba a mares, ella nunca llora, ella siempre es fuerte.
-No hay manera en el infierno de que te vayamos a dejar aquí, nos vamos -la abracé, estaba helada; lloraba, mucho.
Me separó un poco y me besó, no tenemos tiempo para esto, me necesitaba; ella está siempre para mí, no puedo solamente ignorar lo que necesita en un momento como este.
-¡Monjas! -escuché decir a Betty, lo que es increíble, porque está a unos dos kilómetros de aquí.
-Lo siento, amor -me separé de ella-, pero ahora tenemos que correr.
Muchas.Malparidas.Monjas.
Por todos lados, ni siquiera sabía de dónde salían todas ellas.
Corrimos por todo el puto edificio y no encontrábamos la jodida puerta que llevaba al atajo que necesitábamos para salir.
Rompimos una ventana, salimos corriendo V y B nos alcanzarían en Pop's.
Cansadas nos dejamos caer en la barra del restaurante. La invité a comer lo que ella quisiera. También me contó que le ponían las vitaminas mágicas en la comida, lo que hacía que supieran asquerosamente horrible.
Me abrazó mucho, me di cuenta de que tenía más moretones que cuando fue; juro que voy a matar a alguien por que abusaron de ella, en todo sentido imaginable.
-¿Amor? -acaricié su mejilla-, ¿estás bien?
Negó llorando.
-Es horrible -me siguió abrazando-, me hicieron creer que era un monstruo sin sentimientos -respiraba profundo-, pero eso no es verdad y tú lo sabes.
Me dolía verla tan destrozada -Lo sé, querida. Lo sé.
-Hablaban de ti..., de las parejas de... los desviados, como si fuera algo malo; amenazaban con azotarnos más si remotamente pensábamos en volver a tener su cuerpo junto al nuestro -su pecho subía y bajaba con brusquedad.
-Amor -la miré a los ojos y limpié sus lágrimas-, tu no eres un monstruo, no eres... una desviada -la besé-, tú eres sensacional -susurré en sus labios.
-Te amo tanto -me siguió besando por mucho tiempo.
-Sí, también las amamos -dijeron casi gritando las chicas-. Sin resentimientos, necesitamos el ejercicio.
-Lo sentimos -rió, es la primera vez que sonríe en toda la noche, limpió sus lágrimas.
Era un poco demasiado tarde para llevarla a su casa, tendría que quedarse en la mía, si tan sólo la secuestraron por lo que hace su familia, cosas muy terribles le sucedieron en ese supuesto centro de rehabilitación. No puedo dejar que algo más le suceda hoy.
Nos metimos por la ventana, le presté una de mis pijamas y la abracé durante toda la noche. Nunca dejó de estar helada.
Le dije a mi mamá y lo entendió completamente, se ofreció a ayudarle a buscar ayuda psicológica, cocinó para nosotras y nos dejó solas en casa, algunos la considerarían irresponsable, Pero creo que hizo una cosa bien, creo.
-Sabes que me lo puedes contar todo -ponía hielo en sus heridas.
-No necesito preocuparte más, amor. Hiciste muchas cosas muy peligrosas por mí, y te lo agradezco infinitamente -me besó-. Estaré bien, te lo prometo.
-Sé que estarás bien, ¿sabes por qué? -me miró a los ojos-, porque eres fuerte, inteligente, y llena de amor, mío, tuyo, y de muchas personas, sé que estarás bien porque aunque seas terca y también... indecisa -reímos-, me vas a dejar ayudarte.
Me besó.
-No -sonreí-, esta vez no podrás salvarte con esos deliciosos besos, es mi deber como tu novia ayudarte a pasar por las cosas difíciles, juntas, no quiero que nada malo te vuelva a pasar. Nunca jamás.
-Está bien -asintió y limpiaba sus lágrimas-. Sólo por ti -me sonrió-. ¿Ya te puedo besar? -arrugó la nariz de manera adorable-. No puedo tener suficiente de estos deliciosos labios tuyos -rió-, y tu boca también.
-Cheryl Blossom -sonreí negando con la cabeza-, eres una jodida provocadora -me subí a horcajadas sobre ella y sonreí junto a su boca-. Pero si vas a provocarme a partir de hoy... -mordí el lóbulo de su oreja-, que sea con la perversa intención de complacerme.
-Créeme, cariño -agarró con firmeza mi trasero y solté un gemido en ese momento de debilidad-. No planeo salir de aquí insatisfecha.
No necesito que nada remotamente impactante suceda en la próxima década.
Piénsalo dos veces.
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Aún no es demasiado tarde {CHONI}
FanfictionNo es la típica historia de como la chica nueva se convierte en una sexy depredadora con el chico popular. Oh, no. Esta es la historia de la que pudo conquistar mil soles, pero cayó ante el encanto de una sola estrella. Una historia de cómo la chica...