TOUCH THE SKY ─ jinsu

𝘁𝗲𝗻 | cuando el temor gana

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MIENTRAS SEOKJIN ENTRABA Y SALÍA del sueño, la luz nacarada del amanecer se asomaba por las ventanas y rebotaba en la habitación. A lo lejos, como si se cayera dentro y fuera del sueño, escuchó a alguien cantando. Era una canción baja y quejumbrosa que llegó a él y llenó su corazón de un dolor que no podía ignorar. Permitió que las vibraciones de la canción retumbaran a través de él, tirando de su alma, despertándolo de su sueño adormecedor.

Cuando finalmente abrió los párpados para saludar la creciente luz de la mañana, sintió que casi podía ver esas notas bajas y tristes brillando en el aire a su alrededor como el calor del verano. Era como si pudiera extender sus manos y agarrar el sonido áspero, tomándolo como una manta de lana. Escuchó por más tiempo, entendiendo el hecho de que alguien estaba cantando y, basándose en el delicioso regreso del aroma a bayas y almizcle, que ese alguien debía ser YoonGi.

SeokJin se relajó de nuevo en su cama, sintiéndose bien con el mundo ahora que el omega embarazado de la pensión estaba de vuelta a casa, donde pertenecía. La melodía resonante de la canción de YoonGi hizo que los párpados de SeokJin se pusieran pesados, y él dejó que lo transportara a un medio sueño, donde seguía escuchando la bella canción con una pequeña sonrisa en sus labios, dejando que las imágenes de sus sueños se reprodujeran burlonamente detrás de sus párpados cerrados.

Un golpe repentino vino de arriba y SeokJin se sacudió, completamente despierto ahora.

Su ropa de cama se enredaba en su cuerpo, y él yacía atrapado en ellas mientras miraba hacia el techo, reflexionando sobre el ruido. Sin embargo, el canto continuó de manera tranquilizadora, solo para detenerse unos segundos después y ser reemplazado por un ruido sordo siniestro.

SeokJin se sentó en la cama y escuchó con atención. Comenzó un sonido de deslizamiento peculiar, como si algo se arrastrara ligeramente sobre el mismo espacio del piso. Una y otra vez.

¡YoonGi!

El corazón de SeokJin comenzó a acelerarse cuando se levantó de la cama. Se puso la bata sobre el pijama y abrió la puerta de su habitación. Al final del pasillo, la puerta de la habitación de YoonGi estaba abierta, y cuando SeokJin llegó a ella después de correr sobre las tablas de madera que separaban su habitación de la de YoonGi, asomó la cabeza y la encontró vacía. La cama estaba intacta, claramente por no haber sido usada anoche. El pájaro también se había ido.

SeokJin ladeó la cabeza hacia el techo y volvió a escuchar.

Sin sonido.

Era obvio que YoonGi era el que cantaba allí arriba. ¿Y si hubiera hecho algo indescriptible? El ruido sordo podría haber sido una silla pateada. El sonido de arrastre en el suelo podrían haber sido los dedos de sus pies mientras se balanceaba...

SeokJin cerró los ojos con fuerza.

Pasándose las manos por el pelo, apartó la imagen de su mente. Girando sobre sus talones, corrió por el pasillo para llamar a la puerta aún cerrada de DongYul. DongYul había tomado en serio dormir hasta tarde en su día de descanso. Sin embargo, en el último segundo, SeokJin dejó caer su mano, sin tocar. Si había alguna posibilidad de que lo peor pudiera haber ocurrido en el ático, bueno..., DongYul no necesitaba ver eso. Ningún padre lo hacía.

Reuniendo su coraje, SeokJin levantó la barbilla y decidió investigar por su cuenta. Corrió hacia el otro extremo del pasillo, abrió la puerta estrecha que ocultaba las escaleras del ático y las subió rápidamente, una por una, tratando de contener la oleada de pánico en su pecho al pensar en lo que podría encontrar.

Cuando SeokJin dio el último paso, un pájaro verde y azul pasó por su cara. Asustado, estuvo a punto de caerse por las escaleras, pero agarró la barandilla justo a tiempo. La visión verde y azul volvió a volar.