Como primer paso, Victoria decidió controlar su respiración. Miró su reflejo en el espejo a la vez que con una toalla de papel secó los rastros de rímel negro que se había regado por sus mejillas.
Debía de pensar todo con cabeza fría y saber como iba a proceder en ese momento. Si algo ya rodeaba a Kieran, era la palabra "peligro"
¿Contarle a su hermano?
Si pensaba mejor, era como entrar a la boca del lobo. Conociendo tan bien a su mellizo, lo más obvio era que Nigel se iría encima del sujeto. Lo menos que quería y debía buscar de ahora en adelante era mantener la situación controlada.
Esperar para saber cuál sería el siguiente paso.
Esa noche en la cena, Victoria no hablo mucho, solo contestaba algunas preguntas que hacía su madre sobre el día y así.
Desde su lugar en la mesa, Nigel si notaba el extraño comportamiento de su hermana. Pues tenía tendencia a ser ruidosa y hablar hasta por los codos en la hora de la cena. Ahora parecía un monje tibetano que guarda pacto de silencio. No fue hasta que pudo retirarse de la mesa que fue tras ella, la tomó por el brazo y empujo hasta encerrarse ambos en el estudio de su padre.
— ¿Qué se supone que haces al tomarme así? Respeta — chilla Victoria al ver como su hermano cierra la puerta.
— ¿Qué se supone que está pasando?
— ¿Pasando de que?, ¿a caso haz enloquecido? — pregunta escéptica Victoria.
— En primer lugar, ¿Quién es Kieran?
Era más que obvio que esa mera pregunta dejo fría a Victoria.
¿Nigel lo sabía?
¿Cómo era eso posible?
— Deja de mirarme con ojos de perro y dímelo — vuelve nuevamente a decir Nigel — Pues no se porque tu estúpido novio se quería pasar de listo con Clarence.
¿Qué?
— ¿Novio? — pregunta ella como única palabra que sono en su cabeza.
— ¿Acaso no lo es?
— ¡No! Dios. Uno, no tengo nada con él....¿que fue lo que dijo?
— Nada a parte de tumbar "accidentalmente" a Parnell durante el juego de fútbol de la tarde. Por otro lado últimamente estas actuando extraño.
— Estoy muy normal — dice esta vez en voz recta, sospechando que quizá Kieran no le ha dicho nada a Nigel — Así que deja de ser una molestia, hermano.
(......)
Victoria parecía un león encerrado en su habitación. Pues iba de aquí para allá, llevando puesto su pijama y pensando en que se supone debe hacer ante lo que ocurrió en el día.
¿Dinero?
El sujeto había dicho que no.
¿Entonces qué se supone que puede querer?
Se lleva las manos a la cara con desasosiego.
Y pensar que esta como quiere ese maldito hijo de perra.
Simplemente se sentó sobre la silla de su escritorio y apoyo su cara en los antebrazos.
A un lado en la misma mesa su teléfono vibró, señalando que había recibido un nuevo mensaje. Tomo el teléfono h levanto ambas cejas cuando ve lo que ha llegado.
Kieran: He pensado en algo, ¿Muy ocupada justo ahora?
Victoria lo deja en visto.
¿Qué se supone que puede querer alguien cómo él?
Aunque si lo pensaba mejor, quizá lo más conveniente era contestarle.
Victoria: Para ti, estoy muerta.
Kieran: Que pena.
Luego a los segundo aparece frente a la pantalla.
Kieran: Era algo de tu completo interés donde podremos salir ganando.
Victoria solo leyó con desgana dicho mensaje.
¿A qué quería jugar el sujeto?
Estaba loco.
Victoria: ¿Ganar?, ¿Qué quieres decir con ello?
Kieran: mañana en la escuela te lo contaré.
Victoria quedo en las mismas.
¿Qué se ganaba el sujeto con tanto misterio?
Parecer un tonto.
(....)
Al siguiente día, en la escuela Victoria se sentía inquieta mientras estaba sentada en su lugar. Ni siquiera era capaz de prestar atención a lo que decía el docente y apuntaba en la pizarra. No era por mal, pero a final de cuentas le causaba cierta emoción y ansiedad saber que iba a decir Kieran Vajda.
Al sonar el timbre la joven recogió sus cosas con afán y salió dejando a una Berenice gritan "¡Qué carajos te pasa, loca!"
Al fondo del pasillo estaba de pie él. No tuvo que decir nada para que con una sola mirada Victoria ya estuviera al lado de él, con los brazos cruzado y una expresión de fastidio plasmada en la cara.
— Primero, vamos a comer — señala Kieran mientras empieza a llevar rumbo hacia la cafetería, Victoria le sigue el paso tal cual niña regañada, sintiéndose estúpida en su interior.
Es mas, ni siquiera pensó que con comer se refería a comprar solo una botella de agua y elegir una mesa al azar. Se ubico quedando al frente de él, pudiendo gracias a la luz detallar esa piel blanquecina, ese par de ojos profundos detrás del cristal de sus lentes.
— Comienza a hablar — señala Victoria de forma clara — No tengo tiempo para este tipo de cosas, Kieran Vajda.
— Vaya, una señorita muy ruda. Lo esperaba de todas formas al tratar con tu hermano, son muy parecidos a fin de cuentas.
Obviamente Victoria no se esperaba que Kieran hubiera ya tratado con Nigel. Estaba loco.
— Bueno, está bien — esta vez Kieran deja la botella de agua a un lado — Iré directo al grano para no robar más de tu preciado tiempo. Necesito algo de ti.
— Eres una rata — acusa Victoria — Solo quieres sacar provecho por tener "eso"
— Victoria Fitzgerald, ¿acaso no has escuchado el dicho "Quién tiene información, tiene poder"? — argumenta él — Y al parecer esta "rata " sabe algo. Las cosas en la vida están puestas para fin de beneficio. Obviamente ante todo habrá garantías para que no la pases tan mal...igual no te estoy pidiendo asesinar a alguien o esconder un cadáver, ¿no?
Ese último chiste a Victoria no le causó nada de gracia. O ni siquiera sabía si lo había dicho a modo de chiste.
— Habla ya de una vez por todas.
— Una cita — suelta sin más Kieran.
Victoria al escuchar aquello solo ríe como si se tratara de un mal chiste.
— ¿Una cita?, ¿Contigo? — pregunta ella incrédula ante las palabras del joven que tiene al frente.
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Mentes psicóticas - No tengas miedo
Mystery / ThrillerNo tengas miedo, si sobrevives esta noche, muy fácil, le has simpatizado a ese grupito que siempre se hace en la mitad de la clase. Esos de notas excepcionales y personalidades misteriosas. No son malos, bueno, no lo serán mientras no cruces esa ray...