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— ¿Me buscabas? — pregunta Kieran acercándose a la señorita Fitzgerald justo después de haber acabado el entrenamiento. 

— Solo deseo decirte una sola cosa — dice Victoria sin rodeos — Bueno, en realidad, dos. La primera  — se coloca ella de pie y Berenice solo la mira con extrañeza — Haz que la maldita cita valga la pena. Y segunda — esta vez Victoria se inclina para quedar cerca del rostro de Kieran, por supuesto ella estaba en ese momento más alta que el chico debido a un escalón — Mi vestido sera en color vino tinto, busca como combinarte a ello.

Dicho eso, Victoria se aleja de golpe de Kieran. Con una simple mirada hace que Berenice se coloque de pie para así ambas marcharse del lugar. Kieran quedó con sus palabras en la boca. Entendía un poco que la jovencita podía llegar a ser la arrogancia hecha mujer. 

— Ojala no te pase con ella lo que le paso a la mitad de todos aquí —dice esta vez un chico pasando a un lado de Kieran —No digas que no estás advertido. 

Kieran solo sonrie. Podría ser, pero despues de todo, él era quién tenía el as bajo la manga. 

 (...)

— ¿Y tú vas a ir a esa cena? — pregunta Alexander a la vez que mira a Kieran, ambos jóvenes estaban sentados en la gradería del patio, justo en una esquina donde se posiciona la sombra de un gran almendro. 

— Por supuesto — responde Kieran. 

— Esas cosas ni siquiera te han gustado, siempre que tu padre te instaba a ir siempre lo rechazabas — Alexander niega con la cabeza, haciendo que esa larga cabellera negra lisa se mueva un poco, algunas veces por ese mismo rasgo era confundido con una mujer — ¿Es por ella? 

— Puede ser — responde a la vez que da un sorbo a su botella de agua — Tengo cosas que preparar y un traje que ir a mirar. 

— Quién lo hubiera dicho — esta vez Alexander le mira con cierta burla — Ahora haces todo esto por una chica. Creo que si te gustaba esa Fitzgerald había mejores maneras de pedirle una cita que hacer "eso" 

Kieran solo lo mira con cansancio. Como si su compañero no supiera ya como era toda la historia. 

Desde que habia llegado a ese pueblo no le habia tocado fácil, estaba enseñado a un estilo de vida muy distinto en su natal Dinamarca, preparándose para un destino trazado por su padre. 

Si no seras un cirujano, me conformo por lo menos con que seas un respetado médico en cualquiera de las áreas. 

No habia sido fácil la crianza bajo la afilada mirada de un hombre que hasta en cierto modo podría parecer insensible, incluso si analizaba un poco, ahora mas que nunca se parecía a su padre, la única figura de crianza que ha tenido por toda su vida. 

— ¿Y tu padre? ¿Ira solo? 

— No — esta vez el tuerce su gesto — Irá con Firuze. 

— Ya veo, y tu irás con Victoria — ríe Alexander — ¡Ya todo un señor Vajda! presentando una chica ante su padre y una amante. 

— En fin — esta vez Kieran se coloca de pie — Solo no hagas nada estúpido. 

— No tengo motivación — admite Alexander a la vez que su piel clara hace contraste con el sol mañanero — Así que por ahora solo tendré calma. 

Kieran solo lo mira de soslayo.Ese sujeto siempre le habia parecido raro, al punto ni siquiera de tener en claro cuál era la sexualidad de Alexander. Algunas veces podía verse poderoso y masculino, demostrandose como un completo alfa. En otro, completamente femenil y amanerado. Todo un acertijo, a parte de esa personalidad asqueada de la sociedad y no demostrar mucho interés en chicos o chicas. 

Recién llegando a la dichosa escuela, la primer persona que en clases se le habia acercado habia sido el mismo Alexander Nakamura. Al inicio si se le hizo un tipo de lo mas extraño, por su forma de hablar o expresarse, fue este mismo quién le enseñó a Kieran como era el movimiento en la escuela y cómo funcionaba, señalando los miembros mas respetables de todo el lugar. Todo iba normal hasta la burla de los del equipo de fútbol con el "¿Con que el novio de Alexander?"  

Misteriosamente los rumores fueron disueltos, nadie hablaba de ello. Incluso algunos jugadores cuando se topaban con  Kieran por el camino ni siquiera le miraban. 

Siempre ha tenido la duda de quién diablos es Alexander Nakamura y que hace en su vida luego de estar fuera de las paredes de la escuela. Ya que este mismo nunca habla de su familia, aficiones o en general, sobre su vida privada. 

— ¿Tu que harás en la tarde? — pregunta Kieran a Alexander, este último solo baja la mirada para ver al fornido chico de clara figura eslava. 

— No lo sé. Eso estoy viendo — responde bajando de la gradería, y si, Kieran le supera en altura por un par de cm, igual se veia siempre un poco mas grande ya que la comparación de contextura de ambos chicos era muy diferente, Alexander a parte de esa abundante cabellera oscura lisa, era de contextura atlética pero sin perder esos rasgos y corpulencia asiática. 

— ¿Y si me acompañas a ver el tema del traje para cena? — propone Kieran con evidente interés. 

— No lo sé, tendría que ver. 

(....)

Como al parecer a muchos en la residencia Fitzgerald se le hacia de lo mas normal, todos parecían entrar en los aposentos de Victoria sin molestarse en tocar la puerta.

— Aun sigo preguntandome porque antes no me has dicho nada — pregunta Julieta. 

Victoria solo arruga la nariz con molestia. 

¿A cuantos les debía respuesta por lo mismo? pensándolo bien hacer un comunicado oficial y pegarlo en todas las paredes de su residencia seria mas facil que tener que estar repitiendo lo mismo una y otra vez. 

 — ¿Qué pasa con ello, madre?

— ¿Sales con un chico? 

— Es solo una cita, nada en serio por ahora. 


Mentes psicóticas - No tengas miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora