Verónica se sentía humillada apenas y Nigel salió de los baños y la dejo allí de pie. Otro chico habia entrado, pero solo habia agachado la cabeza y habia pasado derecho.
Si algo era claro, era que ella no se iba a quedar con aquella ofensa. Y sabía bien quién era la culpable de todo lo que mas dolía ahora en su alma; era esa otra chica y averiguaría quién era ella y la haría pagar con creces el atrevimiento que habia cometido.
(....)
— ¿Se atrevió a tanto? — Nigel asiente y Conrad lo mira casi sin creer en la caótica historia que le estaba contando.
— La verdad solo deje en claro la realidad. Nada mas.
— ¿Qué fue entonces lo que hiciste en esa fiesta para que esa mujer reaccionara como una loca?
— Nada que fuera incumbencia de ella. Una completa falta de respeto.
— Para alguien que estaba haciendo el " sin respeto" es mucho pedir — esta vez fue Clarence quién tomó asiento en la mesa de la cafetería donde los dos jóvenes estaba hace unos momentos hablando. El rubio chocó los puños con Conrad y solo un asentimiento de cabeza hacia Nigel.
Se podría decir que ultimamente la relacion entre los dos chicos habia mejorado...solo poco.
— Descuida — le dijo Clarence a Conrad — Me sé la historia porque sucede nada y nada menos que en la carroza de mi padre. Eso — esta vez miró a Nigel — Es otro nivel, ir a coger con una chica en una carroza fúnebre es algo completamente distinto. Pudiste por lo menos haberle pagado una habitación.
Nigel solo achicó los ojos y no respondió ante las palabras de Clarence. Pues quizá y tenía un poco de razón.
— ¡Oye! — esa voz era completamente conocida ante los otros tres jóvenes que estaban sentados frente a la mesa — Nigel, ¿Qué diablos le pasa a tu novia?
Era obvio que Nigel puso su mirada extrañada sobre su hermana. Quien la verdad no se veía para nada feliz. Berenice venía a un lado de la pelirroja, se notaba igualmente confundida.
— En primer lugar, ¿Cuál novia?
— Esa tal Verónica — Victoria arrastra una silla y toma asiento de forma elegante mientras sacude su blusa y acomoda el listón de su cuello, mismo característico del uniforme de aquella reconocida institución — Ha pasado por el pasillo, yendo como alma que lleva el diablo, me ha dado un golpe en el hombro que casi me ha tirado al suelo — mira a Berenice quien toma asiento al lado de Conrad — ¿La has visto?
— Es cierto. Es como si hubiera dado ese empujón de mera aposta.
Nigel solo negó con la cabeza.
— No le he hecho nada a esa chica, por lo cual asumo que esto tiene tu firma, Nigel, ¿O me equivoco?
— Solo le dejé un par de cosas en claro.
— Bueno, pues tal parece que le hiciera tanto que quiere matarme a mi. Y te diré algo Nigel esta vez — esta vez la expresión de Victoria se torna completamente seria — Una vez más y juro que no respondo.
El día transcurrió con normalidad. Más por el otoño que comenzaba a hacerse presente en aquel pueblo. Mismo que empezaba de manera fría y voraz. Y donde como no, en pocos días se llevaría al mando de la prestigiosa escuela la fiesta de Halloween.
Faltaba como mucho tres días. En donde el sitio abría sus puertas a cualquiera que quisiera ir a aquella fiesta de disfraces.
Ese mismo día mientras Nigel, Conrad y Clarence habían entrado al súper para conseguir algunas cosas — entre cigarrillos, cerveza y tapabocas — para pasar una tarde de chicos, la había visto.
Como era de esperarse, no estaba sola. Acompañada por una chica pelirroja que tomaba una caja de tampones y decía algunas cosas que a lo lejos Nigel no lograba escuchar.
Eloísa como siempre lucía bien. No es que fuera muy elegante si se le veía casual por alguna esquina, pero siempre llevaba su cabellera castaña sostenida por un pasador y su expresión dulce.
— ¿Con qué es ella? — dijo Clarence a un lado.
Nigel espabila para darle una mala mirada.
— La reconozco del día de la fiesta. La manzana de la discordia entre tú y Fanker.
— Deja de decir estupideces.
Mientras ella estuviera con compañía el no se acercaría, pues no pensaba quedar como un tonto con un par de chicas viendo productos de higiene femenina.
— ¿Le has dicho algo de esto a Victoria?
— No — respondió con desinterés Clarence — Son cosas que mejor me guardo para mi. Igual no te quiero molestar "Cuñado" — esto último lo señalo mientras le palmeo el hombro de forma graciosa y se alejó hasta donde estaba Conrad viendo algunas revistas de automóviles.
Al mirar al frente, se dio cuenta que las dos chicas ya no estaban. Cosa que le extraño. Aunque eso no fue por mucho apenas y sintió que alguien le clavó los dedos en los costados desde atrás.
Le había sorprendido y al girar se dio cuenta que era nada más y nada menos que Eloísa
— Curioso que ni un saludo te acerques a dar, amigo de Cecile — señala Eloísa con una sonrisa amistosa.
— Lo siento. Te vi algo ocupada y preferí no molestar.
— Entiendo — medio ríe — Tu y tu amigo aprecian acosadores desde aquí. Grace en serio pensó en llamar a seguridad.
Nigel solo miró a un lado.
— Ya que eres del instituto de riquillos me imaginobquebiras a su tan fabulosa fiesta de Halloween.
— Supongo, ¿Tu? Ya que todos en el pueblo están invitados.
— ¿Por qué? — esta vez ella le mira fijamente — ¿Te gustaría que fuera?
Nigel Acosta algunos costos centímetros que le separan del rostro de ella — aunque tenga que inclinarse un tanto — y sonríe levemente.
— No es como si me dejara de importar.
Eloísa solo sonríe de lado. Dispuesta a decir algo más hasta que...
— ¡Lois! Que nos vamos ya, Cecile esta en el auto como una maniática apretando el claxon.
— Me debo de ir ya — esta vez ella solo se estira un para plantar un beso en la mejilla de él — Nos vemos en la fiesta entonces.
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Mentes psicóticas - No tengas miedo
Mystery / ThrillerNo tengas miedo, si sobrevives esta noche, muy fácil, le has simpatizado a ese grupito que siempre se hace en la mitad de la clase. Esos de notas excepcionales y personalidades misteriosas. No son malos, bueno, no lo serán mientras no cruces esa ray...