15

2.5K 337 32
                                    

15

—Pensé que ni siquiera ibas a venir — aclaró Berenice a la vez que se hizo a un lado para que la joven chica castaña pasara.

Ginna solo miro a su alrededor, encontrando como no, la mirada curiosa de Victoria Fitzgerald encima.

Se podría decir que Ginna no era una chica muy común, tenía cierta belleza renacentista que llamaba la atención y una figura llamativa, la atención generalmente se la llevan sus pechos. Si, eso era Ginna Gold.

— Solo pase a hacer algunas compras, me han enseñado a nunca llegar con las manos vacías a algún lugar — aseguró ella.

— Que linda costumbre — celebró Victoria — Mira si aprendes algo de ella ¿No? — señala directamente a Berenice, quien solo bufa y niega con la cabeza.

Berenice solo miro mal. Como no, ya para ese momento tenía su pijama puesto, esa misma de color azul de dos piezas.

— Ve a cambiarte.

— Son las únicas que hacen este tipos de cosas encerradas en casa, en una habitación.

— No nos gusta salir mucho la verdad, ¿no es así, Bere?

La pelinegra asiente y Ginna igualmente capta el mensaje.

En pocos segundos todas las tres señoritas ya estaban con sus pijamas puestos. Sentadas sobre la cama de Victoria.

— Hablemos, nada mejor que ello por ahora, ¿a que no?

— No habiendo más —respondió Berenice.

— Si eso quieren — Ginna levantó los hombros — Haz que por lo menos tu llamado valga la pena, Fitzgerald.

— Que ruda — ríe la pelirroja — Bueno, la verdad tengo que admitir que me es agradable tenerles aquí. Es tan lindo.

Esta vez Berenice mira a Ginna.

— No lo creas, es una bruja — sentencia la pelinegra.

Victoria solo niega con la cabeza y sonríe. La verdad no le afectaba mucho los comentarios de las personas. Ella era como era y no debía de darle cuenta a nadie.

— ¿Bruja? Pensé que solo eran meros rumores en realidad — sentencia Ginna.

— Yo la verdad — esta vez Victoria urgo entre las bolsas con comida — Quiero que nos cuentes como fue la historia.

— ¿Cuàl historia? — Ginna frunce el ceño.

— En como baneaste olímpicamente a mi hermano.

— Wo, si me has invitado solo para una venganza por lo de tu hermano, me largo.

— Dios, no — esta vez Victoria la observa aparentemente ofendida — ¿Cómo crees que haría eso? Por lo menos hubo alguien que hizo caer de culo a mi hermano. Se merece mi aplauso.

Ginna miró con desconfianza a ambas mujeres que la veía de forma atenta. No confiaba en ellas, para nada. En la escuela, siempre estaban en boca de todos, y no por su comportamiento ejemplar, se meten en líos casi siempre, entre los Fitzgerald y Parnell, dando siempre lata por todos los pasillos del lugar. Es más, aun se preguntaba internamente que la había hecho mover de su habitaciòn para terminar encerrada con esas dos mujeres.

— No confías, es obvio — señaló Berenice mirando de arriba a abajo a Ginna — Es lo más natural.

— Ustedes....son extraños.

— ¿En qué sentido? — pregunta Victoria a la vez que abre una bolsa de papas y empieza a comer de ella.

— No tienen buena fama.

— ¿Y eso te afecta? Que pena, ¿daña acaso tu buen nombre?

— No tanto.

— En fin, ¿Nos contarás?

Ginna solo niega, dándose por vencida.

— Con tu hermano no sucedió absolutamente nada, ¿Eso quieren escuchar?

— No me convences — dice Victoria y le estira el paquete de papas.

La noche paso con normalidad, viendo algunas película clásicas de terror y comiendo lo que hubiera en las bolsas. En eso básicamente consistía la noche, Ginna solo miraba a ambas chicas, finalmente solo parecían que estaban locas, generalmente tenían ideas muy extrañas, aunque más en su mayoría Victoria.

— Eres muy buena en mates ¿Verdad? — pregunta Victoria.

— Lo normal y lo que conlleva solo prestar atenciòn en clase.

— Golpe bajo — responde con burla Berenice.

— ¿Qué hacen ustedes en su tiempo libre?

— Bueno... — esta vez Victoria está sentada sobre su gran cama, con las piernas cruzadas — Variadas cosas. Generalmente si no estoy con Clarence, estoy con Berenice, y asì sucesivamente.

— ¿Parnell es tu novio? — pregunta Ginna y Victoria solo sonríe y niega con la cabeza.

— No me interesa en realidad tener novio....se vuelve una situaciòn algo aburrida después de un tiempo.

— Monotonía, le llaman. El peor error en que cae una relaciòn amorosa, daña lo que sea por más amor que haya en la relación — explica Berenice con más tecnicismo.

— O sea que ustedes dos, no creen en las relaciones.

— Yo no — se señala Victoria a sí misma luego con su dedo índice señala a Berenice — Ella si. Donde la ves tan fría y callada, es todo un amor de novia....solo si tuviera un novio.

Berenice solo mira mal a la pelirroja aunque luego solo da ese tipo de mirada "me rindo"

Las tres jovencitas charlaban plácidamente sobre temas que hasta resultaban filosóficos. No sabiendo que detrás de la puerta de la habitaciòn de Victoria, en todo el pasillo, había un Nigel recostado, escuchando precisamente más lo que decía Ginna.

Había caìdo bajo, por supuesto. Más por el hecho que la curiosidad le había terminado de vencer y estaba allí, contra la pared y los brazos cruzados. Dándole una mirada rallada a la dama del servicio que hace unos segundo había pasado al frente; clara advertencia de "Ni una sola palabra de esto"

Era un tonto enamorado aunque lo quisiera esconder en esa personalidad frìa. Hasta se reìa, y corría el riesgo de ser descubierto por Victoria y ser burla de ella durante meses, pero segun en lo más profundo de èl, todo valìa la pena;

— ¿Espías a tu hermana? — esta vez la voz gruesa del padre de Nigel hace espabile en su lugar.

Como no, allí estaba de pie el hombre, con mirada seria observando a su hijo varòn.

— No.

— ¿Entonces que se supone que haces allì? Parece todo lo contrario. 

-------------------------------------------------------------------

¡Hola! lamento la demora en volver, en serio que si. Mi vida ha dado algunos cambios pero bueno, aquì estoy. Gracias por los que aun me siguen y preguntan, y la respuesta es si, esta historia va a continuar. Los quiero un monton y denle amor a Nigel jajajajaja 
Besos 
Barush ;)

Mentes psicóticas - No tengas miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora