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— Vaya — esta vez Eloisa achica los ojos — Suenas a alguien muy pretencioso.

— Quizá un poco. Más bien sería del tipo estaf sin rodeos y ir directo al punto.

— ¿Y qué quieres estas noche? Ya que no luces al tipo del común — apunta ella — Eres del insti de los riquillos, ¿verdad?

— ¿Se nota mucho que vengo de ese nido de ratas?

— Santo cielo. Si eso es un nido de ratas , no me imagino Monroe donde queda.

— No lo conozco en realidad.

— Me doy cuenta.

La charla entre ambos jóvenes continuó de forma calmada, aunque cada minuto los segundos que le separaban se iban haciendo más cortos.  A lo lejos, estaba Verónica, observando con no muy buenos ojos la escena de su querido Nigel con otra  mujer.

— ¿Es tu novio o que? — pregunto a un lado el chico que le acompañaba. Ella negó con la cabeza.

— No todavía.

Era obvio que el personaje que traía Verónica a la fiesta era nada más y nada menos de que su hermanastro. Mismo que su madre le obligó a llevar debido a ser nuevo en aquella ciudad. Era eso o no asistir al dichoso evento, cosa que por supuesto no iba a permitir apenas y se dio cuenta que iría su tan querido Nigel Fitgerald. Había planeado muchos de los detalles de esa noche, tanto hasta en pesar tener una noche completamente sexual con él.  Pero ahora solo estaba viendo de lejos como esa mujer se había llevado toda la atención de él. 

Por otro lado, Victoria estaba muy entretenida sentada sobre las piernas de Clarence, a quién era claro no se le notaba el disgusto por aquella acción de la jovencita. A un lado, justo en el sillón estaba Ginna junto a Berenice,  esta última  se cuestionaba internamente el que hacía allí metida cuando de seguro tendría una noche más interesante debido a la cena que tendría sus padres con la presencia de Conrad....¿le extrañaría? Esa era nada más la pregunta que rondaba en su cabeza mientras veía a Victoria juguetear con Clarence como si fuera una gata.

Ginna por su parte había notado a Nigel, no era como si le hubiera perdido el rastro en aquella velada. Pues le veía, y muy a gusto hablando con una chica de la cual no tenía ni la menor idea de quién fuera.

Nigel se había acercado hasta donde estaba Clarence. Pidiéndole que le prestara las llaves de la carroza.  Obviamente ignorando el hecho de como estaba su hermana con él y a las otras dos señoritas.

Clarence se las lanzó y Nigel Fitzgeral se marchó del lugar llevando de la mano a su acompañante.


Las risas de Eloísa no se hicieron tardar en escucha apenas y Nigel de un rápido movimiento le había sacado de la fiesta. Llevándola por todo el jardín de la casa donde se daba esta misma.

— ¡Esta un poco fresco aquí! — dijo ella a la vez que seguía siendo llevada de una mano por él. 

— No te preocupes, eso pronto pasara. Te lo prometo.

Verónica estaba en el umbral,  mirando como Nigel se alejaba con aquella castaña quien sabe a donde.

— Si quieres irte a casa, vete. Yo tengo cosas que hacer, Chauncey.

Nigel llevaba a Eloisa bajo unas claras intensiones de las cuales seguramente se había salido del plan inicial, cuando simplemente Ginna le dejo de importar esa noche.

— ¿A dónde me llevas? — pregunto Eloisa al ver que se adentraba a cierta parte boscosa. No era que estuviera muy lejos del sitio de la fiesta, pues era al otro lado de una avenida, justo donde habían dejado aparcada la carroza, en un sitio solitario por la hora, era claro que no iba a ser un llamativo aparcada frente a toda la casa.

— Simplemente a terminar algo que se inició — respondió Nigel rápidamente.

Eloísa en realidad no entendió muy bien a que se refería el con aquellas palabras. Y mucho más cuando vio la carroza fúnebre hasta donde caminaba Nigel que para ese entonces le había soltado la mano.

Él solamente la miro y sonrió al ver la expresión de la chica.

— Ya lo sé,  es algo peculiar el auto donde llegué.  Pero no es mío, es de un amigo.

— Vaya, señor tenebroso. Se le suma más al paquete.

— Ven aquí.

Esta vez Nigel abrió las puertas traseras, dejando ver justamente el sitio donde se llevaban los ataúdes. Ya como había dicho antes Clarence,  estaba vacío y en eso no se equivoco.

Eloísa se acercó con una sonrisa hasta donde estaba Nigel, siendo tomada rápidamente por la cintura para quedar sentada en el borde.

— Esta helado — dijo ella con una medio risa burlona.

Nigel solo detalló el rostro de ella con atención, eso mientras lentamente abrió las piernas de ella para quedar en medio y estar más cerca. Llevó una de sus manos hasta el cabello de Eloísa, para así apretar su agarre llevarla más hacia si  La beso de forma acalorada sin pedirle permiso, tomando los labios carnosos de la castaña con fiereza. Eloisa rápidamente enredó sus brazos en el cuello del chico, demostrando que claramente la acción que estaba por venir no le desagrada del todo.

— ¿A esto te refieres con terminar algo que empezó? — pregunto ella en un susurro. 

— Si, justamente a esto.

Las caricias comenzaron a hacerse presentes, al punto de que Nigel termino tocando los pechos y piernas de la chica. El calor comenzaba a hacer presencia, tanto que Nigel hizo que Eloisa bajara del sitio donde antes la hubiera sentado. La tomo por los hombros y la hizo girar, dejando que ella notara desde su parte trasera como la erección de él estaba más que presente. Lentamente hizo que ella bajara la espalda hasta que quedara con sus codos apoyados en el suelo de la carroza y los pies en el césped. 

A la vista de Nigel, quedo el trasero en pompa de la joven chica. No dudo en pasar su mano por este y daf una nalgadas, haciendo que la jovencita jadeara y le viera con una sonrisa socarrona. Lentamente levantó el vestido que llevaba puesto, para dejar a la vista la ropa interior de ella.

La tenía sólo para él,  y era algo obvio que no iba a desperdiciar aquella oportunidad.

Solo fue tomar un preservativo y correr la ropa interior de ella para sentir esa parte tibia y estrecha. Empezó a embestirla de manera rápida  mientras colocaba una de sus manos en la boca de ella y así evitar que el ruido de sus gemidos fueran más altos.

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Vaia

Mentes psicóticas - No tengas miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora