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Y se llegó la dichosa noche donde se llevaría a cabo la cena. Era más obvio que el lugar estaría plagado por miembros de la alta sociedad, mismos personajes que miraban casi sobre el hombro al resto. Empresarios, grandes figuras del país y políticos. Eso era lo que se podía encontrar en el sitio.

Los padres de la joven Victoria junto a su hermano Nigel, ya habían salido de su residencia, dejando a una jovencita aún poniéndole orden a su imagen femenina.

Supuestamente habían quedado en ir por ella a eso de las 7. Faltaban tan solo 5 minutos.

Era allí donde estaba ella, ya enfundada en un hermoso vestido en color vino tinto, mismo tono que resaltaba su piel nivea y su cabello en tono castaño rojizo. Su rostro estaba adornado de un maquillaje suave que solo acentuaba sus característicos rasgos de muñeca. Iba de aquí para allá, pareciendo un león metido en una jaula.

Pues aún pensaba en si eso era algo bien hecho. Debido a que llegar al lado de ese sujeto implicaba algunas cosas; sería el blanco de miradas y susurros entre los presentes.

— Señorita Victoria — llamó a su puerta una de las chicas del servicio — Abajo le espera un joven.

Y el momento había llegado.

Bajó las escaleras con cuidado de no resbalar en sus tacones.  Le vio allí de pie, de espaldas, dejando ver sus hombros  fuertes bajo el traje y ese cabello tan característico bien ordenado.

— Kieran — menciono ella al llegar a la parte baja.

El se giró y fue claro ante su mirada que quedó satisfecho con lo que veían sus ojos.

— Una digna compañía para esta noche, por supuesto — mencionó Kieran a la vez que ofreció su brazo a Victoria — ¿Vamos?


Entrar al lugar si fue como inicialmente Victoria lo había supuesto. Pues si era verdad que muchos habían volteado a ver apenas y la pareja había entrado.

Por su parte Kieran parecía completamente orgulloso llevando a Victoria de su brazo, pasando de largo entre todas las miradas y murmullos hasta llegar al su mesa designada. Al llegar a la mesa se dio cuenta de que su padre y la amante del mismo ya estaban ocupando sus lugares. La sorpresa fue grande para el hombre debido a que nunca había pensado que su hijo fuera a llegar con una señorita de tal porte.

— Padre — dice en forma de saludo Kieran y luego da un asentimiento de cabeza hacia la mujer que estaba en su lugar — Permítanme presentar a Victoria Fitzgerald. Mi compañía para esta cena.

Victoria la verdad no sabía que cara poner ante todo y más bajo la mirada inquisidora del hombre.

No le quedo más de otra que sonreír.

— Es un placer, señor y señora Vajda — dice ella, Kieran a un lado solo torció el gesto por la forma en que la jovencita se había referido a la compañía de su padre.

Ambos jóvenes tomaron asiento, siguiendo bajo la mirada fría del hombre que simplemente había asentido con la cabeza.

— Me imagino que debe ser hija de Adriane Fitzgerald, ¿me equivoco? — pregunta el hombre de manera suspicaz. 

— Por supuesto — responde Victoria sin ningún ápice de temor. 


La cena en aquella mesa habia sido silenciosa, cosa que agradeció la jovencita ya que a fin de cuenta no habían sido mucho las ganas de sostener una charla. A la final si estaba allí era por evitar una tragedia mayor. 

— ¿Te aburres? — pregunta Kieran a un lado, sacando a su vez a Victoria de la bruma de sus pensamientos. 

— No, solo estoy tranquila. 

— ¿Y eso es bueno? 

— Se supone. 

— ¿Quieres salir de aquí?  — pregunta Kieran mientras mira de soslayo a Victoria, misma señorita que lucía de forma impecable y elegante — A tomar aire y caminar por el jardín de este gran lugar. 

— Esta bien. 

Ambos se colocaron de pie, excusándose con los presentes en la mesa y salieron por uno de los grandes pórticos que daban a un extenso jardín bañado por el manto negro de la noche.La noche estaba fresca y con algo de viento, aunque eso no es que afectará mucho a una joven que iba bajando por los escalones en espera de aquel joven que la seguía. 

 Kieran quedo a la par de Victoria, ella solo lo ignoro por varios segundos hasta que él decidió romper aquel fino silencio. 

— Algunos rumorean que haz cambiado — comienza a decir Kieran. Victoria lo mira rápidamente con el ceño fruncido. 

— Puros cuentos. 

— En la escuela la gente al parecer es muy visual. Dicen que no pareces la misma Victoria, hasta dicen que te empiezas a parecer mas a tu hermano de lo que el resto creería. 

— Por lo menos yo no ando golpeando a la gente por ahí — lanzá Victoria como una acusación. 

— ¿Perdón? 

— Lo que oyes, dice que has tumbado a Parnell en un partido, ¿Qué de cierto tiene todo eso? 

— Ah eso — responde quitándole interés a sus palabras. 

Ambos seguían de pie entre algunos arbustos floridos y extrañas estatuas en mármol representando lo que parecía algunas figuras mitológicas. 

— Fue un accidente — Kieran levanta los hombros y señala una banca en piedra tallada que se ubicaba bajo todo un sauce llorón — ¿Vamos allí? 

— ¿Es en serio? —pregunta Victoria — No soy tan estúpida para saber que es un sitio algo alejado de donde están todos y que esta bastante oculto bajo ese árbol. 

Kieran solo ríe y niega con la cabeza al ver la expresión que tenía la señorita Fitzgerald. Con sus brazos cruzado y una mirada acusatoria, bajo la luz de luna se hacía lucir como una completa deidad griega por el vestido que llevaba puesto. 

— Victoria, Victoria — esta vez Kieran se acerca a ella en dos pasos, junto a ello coloca sus manos sobre los hombros de la joven. Victoria se estremece al sentir ese tacto frío y esas manos que se notaban fuertes, casi se estaba quedando sin aire ante aquella reacción. 

Se supone que los estúpidos con lentes se ven frikis o nerds, no extremadamente sexys. 

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He vuelto por aquí para dejar este capítulo, y por otro lado agradecer todos sus lindos comentarios, la verdad no la he pasado bien, pero leerles me ha hecho sentir mucho mejor ¡Son los mejores! Espero que les guste mucho este cap porque ahora se viene algo interesante. 

¡Pregunta! ¿Qué opinan sobre Kieran Vajda? ¿Qué creen que se carga entre manos? 

Los quiero, Barush <3 

pd: perdonen si ven alguna falta ortográfica o metida de dedo, esto me falta darle corrección 


Mentes psicóticas - No tengas miedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora