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— ¡Buenos días alegría! — Saludó Tōru entrando a la casa del azabache quién sonrió y se acercó a dejar un beso en su mejilla como saludo.

— Gracias por venir, Tōru. — Keiji tomó su mano y lo guió hasta la sala de estar, en donde tomaron asiento. — Yo... Quería pedirte ayuda con algo.

— Oh, oh. ¿Es algo malo? — Keiji se encogió de hombros. — Bien, dime que es.

Oikawa no tenía mucho tiempo si era sincero, debía de ir a ver a Shōyō quien ya estaba en su segundo mes de embarazo, y su vientre crecía increíblemente rápido. Por su parte, ahora tenía a Akaashi pidiéndole ayuda. ¡Solo tenía dos brazos, por todos los cielos!

Akaashi tomó de la mesa frente a ellos una caja pequeña, caja que Oikawa reconoció de inmediato y jadeó.

— ¡Keiji! — Exclamó. — No puede ser.

— Sí puede ser. — Rió nervioso. — Tōru... He estado sintiéndome algo mal, y, si soy sincero sí quiero quedar en cinta.

— ¿Qué estás esperando? Ve a mear. — Akaashi sonrió negando antes de ponerse de pie. Tomó a Tōru del brazo y le arrastró consigo hasta el baño. — No creo que a Bokuto le agrade la idea de que te vea haciendo esto. — Se giró, dándole la espalda.

— Hay confianza, Tōru, no creo que sea tan malo. ¿No has visto un pene en tu vida?

— Oh, he visto muchos créeme. — Ambos rieron. — Date prisa, estoy ansioso.

— Espero que sea positivo. — Susurró Keiji, siguiendo las instrucciones de cómo utilizar la prueba.

Después de unos minutos, Akaashi dejó la prueba sobre el lavamanos y esperó junto a Oikawa, quien caminaba de un lado a otro. "Positivo, positivo, positivo, que sea positivo" Cruzaba sus dedos el castaño. Por su parte, Akaashi sólo se mantenía sentado sobre el retrete, esperando a que pasaran los diez minutos para que el resultado de la prueba se revelara.
Oikawa, desesperado, tomó la prueba y comenzó a verla fijamente, esperando a que las barras correspondientes salieran. Si era una, sería negativo, si eran dos, positivo.

— Apúrate cosa del demonio. — Tōru miró a Keiji. — ¿Solo compraste una?

— Tengo otra.

— Hazla de una vez. — El ojiazul asintió, fue a buscar la otra prueba y al volver hizo el mismo procedimiento. Oikawa dejó la prueba en sus manos en un sitio en donde ninguno supiera lo que saldría, esperaría a que estuvieran las dos pruebas listas, era mejor prevenir que lamentar.

— Listo. — Tōru tomó la otra prueba y la guardó en el mismo sitio, después colocó una alarma para que sonara dentro de quince minutos. — Creo que tú estás más ansioso que yo.

— Por supuesto que estoy ansioso. — Oikawa se sentó en el suelo, abrazando sus piernas mientras esperaba a que la alarma sonara.

Los minutos se sentían tan eternos en aquel momento.

— Me volveré loco si el tiempo no pasa rápido. — Susurró, a los pocos minutos, la alarma sonó. — ¡Gracias a los dioses!

Fue a buscar ambas pruebas y las tomó, cubriendo los resultados. Junto sus manos y suspiró rogándole a los dioses.

— Si es negativo, no importará, tengo mucho tiempo aún para quedar en cinta.

— Me pondré a llorar como niño si es negativo. — Aseguró Tōru. Se acercó a Akaashi y reveló el resultado.

Ambos sintieron un escalofrío y los ánimos caer abruptamente.

— Negativo. — Oikawa sollozó dramáticamente. — Vamos, Tōru, no hagas eso, lloraré yo también.

𝑶𝒏 𝑴𝒚 𝑺𝒊𝒅𝒆 - 𝑰𝒘𝒂𝑶𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora