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Oikawa salió del baño y suspiró llevando una mano a su frente, sintiéndose algo mareado. Continuó con su amigo hacia la sala de estar, en donde se encontraba su azabache amigo –Kuroo– junto a sus parejas –Kenma y Tsukishima–. Aún era extraño para Tōru entender cómo funcionaba aquello, pero eso no era del todo importante. Había logrado convivir más con Kenma, y de alguna forma volverse cercano al rubio de gafas.

— Lo siento. — Sé disculpó el castaño. — La vejiga de un embarazado es el peor enemigo. — Se sentó al lado de Tetsurō y volvió a tomar su libro. — ¿Continuamos?

— Por supuesto. — El azabache tomó su cuaderno y comenzó a anotar los puntos importantes que dictaba el castaño. Kenma se encontraba jugando con su teléfono, pues llevaba una clase diferente, y Tsukishima apuntaba ciertas cosas que le serían útiles, pues recibían la misma clase, pero con distintos profesores.

Faltaban exactamente siete días para que Tōru cumpliese sus seis meses de embarazo. Había dejado de asistir a la universidad apenas cumplió los cinco meses, por lo que Tetsurō junto a Tsukishima se encargaron de pasarle notas y ponerle al día de lo que sucedía en la institución. A veces también llegaban Lev y Yaku para darle una rápida visita, asegurándose de que todo estuviese bien, que Tōru se encontrara en buen estado al igual que el niño.

— ¿A qué hora sale Iwaizumi? — Preguntó de repente Kozume, sin apartar la mirada de su teléfono.

— Volverá a las cuatro y media. — Oikawa tomó una botella de agua y bebió la mitad de esta. — Debe de estar cansado de tanto trabajar.

— ¿Tú no te cansas? — El castaño hizo una mueca. — Lo tomaré como un sí, o sino serías un robot.

— No seas grosero, Tsukki. — Kuroo llevó una de sus manos al gran vientre de Tōru, acariciando mientras sentía al niño moverse en ocasiones. — Ya quiero ver cómo será. ¿Se parecerá a ti o a Iwaizumi?

— Yo también quiero verlo. — Sonrió Tōru. — Creo que se parecerá a Iwaizumi.

La tarde continuó entre charlas y estudios por parte de los cuatro, a veces Kenma también se unía a ellos, por lo que no estuvo todo el tiempo con el teléfono celular.
Para cuando fueron las cuatro y quince de la tarde, los tres chicos se despidieron de Tōru, asegurando que volverían mañana para ponerle al día con la universidad.

Oikawa se los agradeció, y tras verles irse, entró nuevamente a la casa. Quiso buscar a Suzuë, para tener a alguien con quien hablar, pero ella debía de estar muy ocupada como siempre y no tenía confianza en las demás personas de la limpieza.
Decidió solamente ir a la habitación y esperar a su pareja para descansar juntos.

Iwaizumi salió del trabajo como normalmente lo hacía los últimos días y subió a su automóvil, condujo hacia casa sin prisa, mientras pensaba en lo poco que quedaba para que Tōru diese a luz como estaba previsto. Por supuesto aquello no era algo claro, el embarazo podía adelantarse o atrasarse.

Tomó su teléfono y marcó al número de Oikawa, quien respondió segundos después.

"Cariño, estoy en el baño". — Avisó el castaño, Hajime sonrió al escuchar su voz, sin importarle realmente el ruido de fondo.

— ¿Ya se han ido tus amigos?

"Sí, hace unos minutos". — Se le escuchó gemir. — "Lo siento, Arata es algo rudo estos días".

— Llegaré en cinco minutos.

"No hay prisa". — Hajime colgó. Continuó conduciendo hasta que después de unos minutos llegó a la casa y bajó del auto, caminando hacia la habitación en seguida.

𝑶𝒏 𝑴𝒚 𝑺𝒊𝒅𝒆 - 𝑰𝒘𝒂𝑶𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora