Tōru llevó una mano al respaldar de la cama antes de gemir ruidosamente. Los movimientos de Iwaizumi habían pasado de ser cuidadosos y lentos al principio, a pasar a ser agresivos y rápidos al final.
— Estoy cerca... — Gruñó Hajime, tomando con fuerza las caderas de Oikawa, quien a penas y era capaz de sostenerse a sí mismo.
Habían comenzado casi a las once y media de la noche, y siendo las dos y veintisiete de la mañana continuaban con lo mismo, no habían parado ni un segundo.
Oikawa estaba sorprendido y aterrado a su vez por la resistencia física –que poseían los dos– desconocida para él todo este tiempo, y es que habían tenido tiempo para cinco rondas seguidas de sexo duro.Oikawa quiso avisar también que estaba cerca, pero tras los cientos de gemidos y gritos que había soltado esa noche su garganta no podía más.
Con el paso de los segundos, sintió un cosquilleo intenso en su vientre que le hizo gritar una última vez antes de colapsar sobre la cama, sintiendo su cuerpo pesado, incapaz de moverse.
Iwaizumi se dejó caer a su lado, agotado.Definitivamente tendría que contarle sobre el fantástico sexo que había tenido con el moreno a sus amigos.
— Lo siento. — Susurró Iwaizumi entre jadeos, Tōru observó como su pecho subía y bajaba agitado. — No me medí. De nuevo. — Hajime esperó una respuesta por parte del castaño, respuesta que jamás llegó. Giró su rostro, notando a un dormido y exhausto Oikawa.
Soltó un suspiró y tiró el condón usado por ahí, uniéndose a los otros preservativos usados reunidos en el suelo. Sus brazos rodearon a Tōru, quien gustoso se acurrucó entre sus brazos, disfrutando del dulce sueño que tenía.
~❃~
Oikawa jadeó.
Se observó una vez más en el espejo, notando todas las marcas en su cuerpo. Los chupetes en su cuello comenzaban a tomar un color púrpura, sus caderas tenían las marcas de las manos ajenas y sus piernas comenzaban a dejar ver los moretones a causa de los fuertes agarres del moreno.
— Por todos los cielos. — Tiró sus cabellos hacia atrás, pensando en cómo ocultar esas marcas del metiche de Hanamaki, quien seguro lo molestaría por toda la semana.
Caminó a la ducha después de cinco minutos observando su cuerpo, el agua caliente golpeó su piel, dejándole disfrutar de uno de los placeres más grandes que podían existir.
Su ceño se frunció al escuchar la puerta corrediza de la ducha moverse, abrió los ojos, y antes de girarse un par de manos se posaron sobre sus caderas con delicadeza.— Fui muy duro... Perdóname. — Tōru rió.
— ¿Te estás disculpando por tener sexo conmigo? — Iwaizumi asintió. Oikawa se giró, abrazando al mayor. — No lo hagas... Fue increíble.
— De haber sabido que terminarías así...
— Deja de hacer esos comentarios o me enojaré. — Regañó Tōru, enredando sus dedos entre los cabellos oscuros del contrario. — Sí soy sincero... Fue el mejor sexo de mi vida.
— Ah ¿Si? — Hajime sonrió orgulloso. — Bueno, era algo obvio.
— Oh, eres un engreído. — Rió Tōru dándole un suave empujón. — Aunque... Uhm... Duele.
— ¿Mucho? — El castaño negó.
— Solo un poco. — Soltó una carcajada que dejó a Iwaizumi confundido. — Debiste de haberme visto caer las siete veces que intenté caminar hasta el baño.
— Habría pagado por ver eso, pequeño Bambi. — Sonrió Hajime, uniendo sus labios con los contrarios en un delicado beso. — ¿Irás a trabajar?
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𝑶𝒏 𝑴𝒚 𝑺𝒊𝒅𝒆 - 𝑰𝒘𝒂𝑶𝒊
Teen FictionOikawa solo quiere amar y ser amado. ¿Le concederá la vida este deseo? - Esta historia es 100% original - Contenido +18 y relaciones homosexuales, si no te gusta, no lo leas. :) La imagen de la portada no me pertenece, créditos a su respectiv@ cread...