INJUSTICIA || Jenlisa

Capítulo 12

Abrí los ojos lentamente.

Para que miento. Ya quisiera yo haber despertado como una princesa.

Más bien sentí como martillazos al escuchar la alarma, no hay que decir que le etanpé la almohada y creo que la deje tuerta a la pobre.

Literal

Aunque bueno, pobre mi cabeza que parece que está sufriendo una golpiza en estos instantes.

-Ahh - jadeos salían de mi boca debido al dolor.

¿Porque carajos dolía tanto?.

¿Que se supone que hice anoche? ¿ meterme en una pelea callejera?

La verdad es que no tengo idea de que pasó después que fui a bailar a la pista  con Jisso y Yeri. Y no voi a intentar recordar porque eso provoca más dolor.

Miré a donde estaba la alarma para Almenos recogerla pero algo encima de la mesita de noche llamó mi atención.

Eran unas dos pastillas encima de un papel. Tomé el papel y Lo abrí para leer lo que decía. 

NO HAY NADA MÁS QUE QUIERA AHORA.
                                        J

Obiamente me di cuenta al instante de quien era esa letra.

-Jennie- dije en voz alta- ¿Que significa esto?- leí la pequeña frase varias veces y traté de hacer memoria pero no recuerdo algún momento en el que ella me lo haya dicho estas últimas semanas o algo así. Tampoco es que mi dolorida cabeza ayude mucho ahorita.

Pero la parte estúpida de mi mente me decía que ella era la que había dejado las pastillas por que sabía que las tenía que tomar, lo cual hice al instante y no solo eso , sea lo que sea que signifique esta frase es un ...detalle ¿No?

¿Porqué haría eso?

¿Cual es la intención?.

Cojí mi cartera que estaba en la misma mesita y metí el papelito junto con mi CI.

Justo a tiempo ya que Rosie abrió la puerta en ese momento, sin pedir permiso como siempre. Al menos no tendría que darle explicaciones sobre eso.

-Lisa Monoban tú y yo tendremos una conversación muy sería- gritó a la vez que se lanzaba a mi cama. Mis gatos se despertaron asustados.

Al instante me tape los oídos para no escuchar su voz.

-Si quieres Puedes gritar que no se te escucha- le dije frustrada mientras alejaba mis manos.

-Tienes resaca verdad- me reprochó. En eso sentí un fuerte golpé de ella en mi hombro.

-Ahhhu- me queje mientras me pasaba la mano por el sitio medio dañado.

-Se puede saber porque bebiste tanto.

-Yo que sé, no recuerdo casi nada- le respondí con un puchero. Como una niña regañada.

-Ahh no...¿así que no recuerdas nada?.

-Ya te dije que no.

-Bueno de seguro los celos también borran la memoria.- comentó divertida y a la vez irritada.

-¿De que estas hablando?- pregunté confusa. Ella saca cada cosas del aire.