Capítulo 9

40.4K 2.9K 1.7K
                                    

El inconfundible timbre de mi apartamento sonó, despertándome de golpe.

Ahogué un grito contra la almohada, cagándome en todo al notar mi cuerpo hecho una auténtica mierda. Me habían metido en una lavadora y dado a centrifugar con un montón de piedras afiladas. Así me sentía.

¿Quién coño...?

Me levanté con torpeza, cogiendo mi bata de satén negra para cubrirme.

Cuando duermes la mayoría de noches desnuda, aprendes a tener algo a mano para cubrirte en este tipo de casos.

Salí bostezando de mi habitación, frotándome los ojos. Algo que me hizo daño y me confundió.

¿Por que me dolía la cara?

Estaba llegando a las escaleras cuando vi al sexy, buenorro, ardiente y arrogante americano abrir la puerta de mi apartamento con la mano en la culata del arma a su espalda.

El secuestro. Eric Blake salvándome el culo. Nicolás poniéndolo como mi guardaespaldas hasta que me buscaran otro.

Había pasado la noche en mi casa.

    -¡Ara!-Chilló Val metiéndose dentro de mi casa buscándome con ansiedad-¿Quien coño es este tío? ¿Qué haces aquí?-le gritó al perplejo Eric que no intentaba impedirle la entrada.

¡Menudo guardaespaldas!

Luego vi que Guille la acompañaba y supuse que por eso la había dejado entrar.

    -¿Por que gritas, Val?-Me quejé al llegar a los escalones.

Val se volvió hacia mi, mirándome de arriba a abajo mientras me abrochaba mejor la bata.

Desventaja de que un hombre viniera a tu casa: No podías ir como te saliera de las narices para no importunarle.

Ahora mismo, los ojos de Eric estaban abiertos de par en par, mirándome con solo la bata de satén. Lo peor de todo, es que era obvio que era lo único que llevaba. Tardó un segundo en recomponerse, mirando al frente a la otra punta de la habitación.

Los brazos de Val me envolvieron antes de que bajara los escalones.

Ni Val ni Guille se iban a sorprender de mi semidesnudez. Sabían que era mi manera habitual de recibirles por las mañanas.

    -¡¿Cómo no me has llamado?!-Chilló apretando demasiado.

Solté un gemido, apartándola.

    -¡Joder, Val, cuidado!-Gruñí incómoda-Me han dado una paliza, me duele todo.

Me miro arrepentida y confundida. Luego miro a Eric y luego a mi.

Guille solo se mostraba aliviado por mi buen estado, sin atreverse a tocarme. Debía de tener una pinta peor a la de ayer.

    -¿Quien...?

    -Eric Blake, mi padre me ha obligado a tener guardaespaldas-Expliqué mirando de reojo a Eric.

Este estaba girado ahora hacia nosotros, con la vista clavada a mi lado para no encontrarse con mis ojos.

    -No sabía si debía dejarles entrar, señorita López. Pensaba que antes sonaría el telefonillo...

    -El portero les conoce. No pasa nada, puedes retirarte o lo que sea que tengas que hacer.

Dio una cabezada, sentándose de nuevo en la mesa del comedor con el ordenador.

La boca de Val se abrió alucinando.

    -¿Ese es el primo?-Preguntó, articulando las palabras.

Asentí con la cabeza poniendo un mohín.

Alcanzando el cielo #1 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora