Mis tacones resonaron por el pasillo de camino a mi despacho. Deje la puerta abierta para que entrara sin mirarle a la cara. Estaba ocupada fulminando a un par de cotillas de B.S que se trataban de asomar para saber que estaba ocurriendo.
Tras una mirada dura, todos se alejaron y pude cerrar de un portazo.
Eric no se sentó, sino que me enfrento con los brazos cruzados sobre el pecho y la mandíbula tensa.
Sus ojos grises parecían puñales capaces de atravesarme el pecho. Pero su boca no estaba fruncida, lo cual me seducía y relajaba en partes iguales.
Mierda. Tu también has mirado su boca. ¡Idiota!
Me crucé de brazos también, clavándome las uñas en ellos por la tensión.
-¿No tienes nada que decir?-Espeté con frialdad.
Sus cejas se alzaron con sorpresa.
-No ¿Y tú?
Esa arrogancia que llevaba hasta lo más hondo de su esencia tan molesta estaba apareciendo rápidamente.
Puse los ojos en blanco, rogando a la virgen un poco de paciencia.
-Lo del sábado...
Su sonrisa apareció y mi cerebro dejó de funcionar.
-Oh, ya. No te preocupes por eso.
Mi ceño se frunció por la confusa respuesta.
¿Qué no me preocupe?
-¿Cómo que no me preocupe? ¿Te importaría sacar la cabeza de tu propio culo para darte cuenta de que lo que hicimos, estuvo mal?
Parpadeó perplejo.
-¿Mal? ¿Por que?
-¡Por Damon!-Le contesté cabreada-¿Está es tu manera de protegerle? ¿Comerme la boca y luego no afrontar las consecuencias?
Se adelantó un paso, frunciendo también el ceño y con gesto arrogante.
-¿Consecuencias? ¿Acaso estáis juntos? ¿Sois novios? ¿Follais?-Preguntó con burla-No hicimos nada malo, porque tú no estás con él.
Me sorprendió lo mucho que Eric parecía conocer nuestra situación... ¿sentimental?
Me había metido en un berenjenal de los gordos yo solita y sinceramente, lo único que me importaba era no joder a Damon.
-No, nada de eso. Pero no es noble lo que hicimos.
Se quedó callado unos segundos, mirándome atentamente como si no comprendiera del todo lo que había dicho.
Había hablado en inglés ¿verdad?
-Lo dices de verdad.
Parpadeé confusa, frotándome la frente ante sus palabras sin sentido.
-¿Qué eres un arrogante de mierda? Creí que ya te lo imaginarías a estas alturas de la vida...
Sus labios volvieron a alzarse en una sonrisa arrebatadora. Supe que me iba a contestar con algún sarcasmo o broma, pero el don de la oportunidad me persigue.
En serio, es como una maldición. Siempre que estoy en algo importante, llega el mundo y me interrumpe de alguna manera.
Me pasa mucho... ¿A vosotros no?
El móvil de Eric empezó a sonar y no dudo en mirarlo.
-¿No irás a...?
-Es mi madre-Me cortó, dejando claro que podía estar hablando con el Rey, que iba a cogerle la llamada a su madre-Dime, ma.
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Alcanzando el cielo #1 [Terminada]
RomanceAra López es una mujer fuerte, independiente y trabajadora. Una empresaria de éxito que ha evitado las relaciones estables como la peste. Su único interés ha sido siempre el placer y evitar los dramas sentimentales. Como suele pasar, llega un punto...