Capítulo 45

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Bordeó el coche para abrirme la puerta, sacando una bolsa pequeña del maletero a su lado.

Siempre preparado.

Como mi paso era torpe y pesado debido a los zapatos y las horas sobre ellos que llevaba, me apoyé en su cuerpo para andar, acabando refugiada bajo su brazo y con su cintura envuelta con los míos.

    -Necesitaba distraerme-Explicó al llegar al ascensor. Le miré entre las pestañas con curiosidad-Tenías al bailarín desviviéndose por tus risas y yo sin poder comportarme como quería otra vez. Cuando fui a hablar con Jude me entró una de las chicas y hablé con ella. La otra fue más o menos lo mismo, pero sin ningún interés especial. Solo quería alejarme de la situación en la mesa.

Llegamos a mi planta, saliendo al pasillo.

Eric sacó las llaves de mi bolso para abrir mi apartamento.

    -¿Por qué no me lo has dicho? ¿Por qué te has venido si no ibas a estar cómodo?

Cerré la puerta del apartamento, quitándome los tacones para tirarlos a un lado. Eric encendió las luces como si estuviera en su casa, yendo hacia la cocina para dejar las cosas en la encimera.

    -Porque quería ir de verdad. Por una vez quería ir. Pero...

Rehuyó mis ojos, abriendo la nevera para empezar a sacar comida.

    -También quería ser yo con quien bailaras esta noche, Ara.

Fui hacia la isla, sentándome el taburete con su espalda moviéndose por la cocina. Mi cerebro alcoholizado tardó en comprender esas palabras demasiado tiempo. Me sujeté la cabeza entre las manos, apoyándome en la barra en busca de estabilidad.

Había cosas fuertes pasando entre nosotros. Cosas de las que ninguno queríamos hablar directamente pero que demostrábamos con ese tipo de confesiones.

Se nos daba demasiado mal todo eso, por no hablar de lo que nos costaba ser sinceros respecto a lo que ocurría.

Mi silencio le hizo girarse para mirarme, batiendo los huevos con el tenedor.

Hice un gran esfuerzo en no sucumbir a la cómica situación, preparándome la recena mientras hablábamos de algo tan serio.

    -Estás muy borracha-Protestó con un suspiro-¿Por qué has bebido tanto?

Le miré indignada, enderezándome en la silla con el ceño fruncido.

    -No he bebido tanto. Aún puedo rapear Love the way you lie de Eminem y Rihanna sin equivocarme-Repliqué con molestia-Y también recitar las tablas de multiplicar. Así que no estoy tan borracha.

Puso una cara indescifrable durante un minuto, analizándome con atención.

    -¿Estás de coña?-Resopló al fin sacando una sartén-No siquiera recuerdo esa canción, así que no me vale esa tonta excusa. Has bebido demasiado y sé que había un motivo para ello.

Puse los ojos en blanco, tirándome sobre la encimera con un suspiró dramático acabado en un gruñido.

    -No necesito una razón para beber y pasármelo bien.

Su ceño se endureció, sin dejar de cocinar. Mi tripa rugió por el olor de la tortilla. Cogió aire un par de veces, bajando la mirada a la sartén para calmarse. Poco a poco sus hombros se relajaron y su mandíbula se destenso. Cogió un plato para echar la tortilla, poniéndola delante de mí.

    -Dime la razón.

¿Recordaba alguien cuando había dicho que mi filtro se había ido a la mierda hoy? Bien, pues la sinceridad de ebria no me ayudaba precisamente.

Alcanzando el cielo #1 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora