Capítulo 12

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Las noticias corrieron como la pólvora.

Mi relación seria con Damon llego a oídos de todo el mundo muy rápido. Ya había rumores desde el día de la gala. Pero que nos vieran ir de la mano, comer juntos y darnos besos en las mejillas termino de confirmarlo.

Guille dentro de lo que cabe, lo llevaba bien. Estaba enamorado de Damon. No se que coño había pasado entre ellos, pero les había dado fuerte a los dos.

Val no se lo tomo bien al principio y casi lo mata cuando le contamos entre los dos lo ocurrido. Después de que yo le dijera que iba a perdonarles y seguirles el juego, ella se relajó y trato de entender el porqué de todo el paripé. Como yo, no entendía que en este siglo la gente siguiera haciendo este tipo de cosas.

Edmund Blake tenía en su poder la vida completa de Damon y Eric, al igual que el de sus hijas. Desde su dinero, su fideicomiso, sus propiedades, todo. No se en que tipo de movida se metió Edmund para conseguir ese tipo de poderes legales, pero tenía a su familia cogida por los huevos en todos los sentidos de la palabra. Él iba cediendo poco a poco, siempre y cuando se siguieran sus normas. Hasta ahora, para Damon no habían sido imposibles. Sacarse una carrera para trabajar con él, estar a su lado y no derrochar su vida en fiestas o lujos. Dejar a buena altura el nombre de los Blake, como si fueran algún tipo de deidad.

Damon me contó que su familia, cuando su abuelo llevaba todo el tema del dinero, perdió muchísimo en malas inversiones y derroche. La fortuna casi desapareció hasta acabar en la ruina.

Edmund y James invirtieron en seguridad privada, creando su nueva marca y creciendo por su profesionalidad y efectividad. El miedo por perder eso, había hecho que Edmund fuera muy estricto con sus hijos. James no fue igual con Eric y Lily, pero eso no les libraba del yugo de Edmund. No trato el tema de Lizzie conmigo, manteniendo la privacidad de su primo. Con lo que Damon me contó, tuve suficiente por una temporada.

Ambos nos lucimos en nuestra actuación. Damon se dejaba caer por mi casa y yo tenía que asegurarme de que Jude lo viera. Nos sentábamos durante horas en el sofá viendo series o trabajando. Cuando Damon volvía a su casa, tenía a Guille esperándole.

Al menos ellos, se tenían el uno al otro.

El primer día que nos cruzamos con Eric cogidos de la mano, sentí un poco de vértigo.

Se detuvo a medio paso, mirándonos a ambos sin un ápice de expresión en el rostro. Nos miró a la cara primero, luego nuestras manos unidas y por último, me atrapo con sus ojos grises.

Furia, hielo, puñales atravesándome el pecho.

Su expresión se perturbó, como si acabara de saborear algo muy desagradable. Mis pies se detuvieron, casi con miedo de que se abalanzara sobre mi.

Cerró la carpeta que tenía en las manos con un chasquido y se metió a su despacho.

De la que te has librado, amiga.

Suspiré por dentro y volví a seguir a Damon hasta su despacho.

Después de ese día, ver a Eric por la oficina se volvió toda una proeza. Más difícil que encontrar a Wally. Cogía todos los trabajos, incluso aunque no estuvieran en su categoría. Procuró mantenerse lejos de nosotros.

-Intento hablar conmigo de nuevo. Pero le dije que estábamos juntos y que dejara de dar por culo-Explicó Damon cuando le pregunte el porqué de sus ausencias-Me deseo suerte contigo y que no perdiera demasiado mis bolas.

Puse los ojos en blanco, sumergiendo mis manos en el bol de palomitas.

-Que le jodan-Murmuré llevándome un puñado a la boca.

Alcanzando el cielo #1 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora