Capítulo 32

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Estaba de los nervios antes de bajar al coche para ir a cenar.

Me miré al espejo una vez más, retocando mi maquillaje más recargado de lo normal.

Me había puesto una sombra oscura con purpurina sobre el párpado superior. Los había perfilado de una manera más dramática, estilo gatuno. Mis labios estaban pintados de granate con acabado mate, haciéndolos mas llamativos y gruesos.

El mono color champagne corto y muy escotado me quedaba de muerte. Era suelto a partir de la cintura, dando la sensación de ser un vestido. Estaba moteado con fina pedrería aquí y allá, haciéndolo elegante y llamativo.

Había alisado mis rizos hasta que casi me rozaban el trasero de lo largo que lo llevaba, retirándolo del lado derecho con trenzas para despejar mi rostro. Estaba increíble y destilaba seguridad por cada poro.

Estas buenísima. Lo vas a bordar.

Mi pepito grillo estaba portándose muy bien últimamente. Creo que notaba que no estaba de humor para tonterías.

    -Vamos, Ara. Disfruta de la noche-Me dije a mi misma para animarme.

No sirvió de mucho, porque estaba nerviosa por lo que iba a hacer.

Cogí mi americana larga negra para ocultar el escote delantero y la espalda descubierta. Me abroché un botón, arremangándome las mangas hasta lo codos.

Blake estaba ya abajo. Nunca llegaba tarde.

En cuando me vio salir del edificio, se bajó de inmediato para abrirme la puerta.

No hacía calor y ya vestía con su uniforme de camisa y americana habitual.

    -Buenas noches, señorita López.

    -Buenas noches-Dije sin mirarle.

Me subí al coche y me puse el cinturón. No intercambiamos ni una palabra, como era habitual.

Al llegar al restaurante, mi cita estaba esperándome en la puerta.

Casi salté del coche con una sonrisa en la boca.

    -¡Hola! ¿Has esperado mucho?-Pregunté dejando que me diera un abrazo y un beso cariñoso en la mejilla.

    -Nunca llegas tarde. Soy yo, que me he pasado al adelantarme-Me tranquilizó Rodrigo-Déjame verte.

Me cogió la mano y me solté el botón de la americana para que viera la elección de vestuario. Se me comió con los ojos, sin dejar de sonreírme al hacerme dar una vuelta.

    -¡Joder! Estas genial-Volvió a darme un beso en la mejilla-¿Entramos ya?

Asentí con la cabeza, aferrándome a su mano firme antes de entrar.

    -Claro, vamos.

Mi restaurante de sushi favorito. Había venido con Rodrigo un par de veces y le gustaba tanto como a mí. Adorábamos el sushi y cuando estábamos liados, solíamos pedirlo los viernes con una buena botella de vino tirados en el suelo de su apartamento. Recordaba que la mesa que tenia para comer era una incomoda, así que nos trasladábamos a la alfombra.

Llevábamos casi todo el  mes hablando por mensajes, intentando coordinar fechas para vernos. Él estaba hasta arriba de trabajo y como no, yo también. Pero no había podido resistirme al plan que me había planteado esa noche.

Rodrigo había optado por una camisa blanca y unos pantalones negros algo ajustados para bailar, marcando sus estrechas caderas de bailarín.

Hablando y cenando con él, me olvidé casi por completo de Blake. Sabia que no debía de andar muy lejos, vigilándome a la espera de que un asesino apareciera con un cuchillo para apuñalarme estilo Psicosis.

Alcanzando el cielo #1 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora