Alcanzando el cielo #1 [Terminada]

Capítulo 36

Eric se sacó los zapatos antes de dejarme sobre la cama, pasando sus manos por cada una de mis curvas en el proceso.

Se quedó arrodillado entre mis piernas, observando como me quitaba la camiseta y empezaba a pelear con el botón de mi vaquero. Se rio de manera burlona, quitándome las manos de mi propio pantalón.

Me quedé quieta a la espera de que me explicara porque me había detenido. Se sacó la camiseta por la cabeza con un encogimiento de hombros muy sexy.

-¡No me quites mi trabajo!

Puse los ojos en blanco, riéndome. Clavé los codos en la cama para alzarme, mirándole con una mueca de impaciencia.

-Eres muy lento.

Cogió mi vaquero con un resoplido y en dos tirones me lo quito, junto con mi ropa interior.

Magistral.

-¿Decías?

Cogí su vaquero para bajar la bragueta a toda prisa, metiendo mi mano en su bóxer para empezar a acariciar a la bestia. Soltó un gruñido de gusto, saboreando mis caricias con la boca entreabierta.

-Fanfarrón.

Me empujó sobre la cama, soltando mi mano de su polla para cernirse sobre mí.

Se deshizo de los vaqueros, con sus labios succionando y mordiendo mi cuello, paso las manos por mi espalda para soltar el sujetador y proceder a torturarme los pezones.

Empecé a acelerarme, restregándome contra él con uno de mis pechos en su boca. Los lametones llegaban hasta el centro de mi cuerpo como pequeños calambres que me ponían la piel de gallina.

Tiré del pelo de su nuca para que soltara mi teta y me mirara a los ojos.

-Espera-Jadeé acalorada-Quiero estrenar algo.

Alzó la cabeza para mirarme, frunciendo el ceño. Su pecho golpeaba mi vientre, con la respiración acelerada por el deseo.

-Estás loca si crees que voy a dejar que te pongas algo de ropa ahora-Gruñó entre dientes, cogiéndome de la cintura para atraerme a su entrepierna.

Me eché a reír, quitándomelo de encima con un pequeño empujón en el pecho.

-Que poco me conoces si crees que hablo de ropa-Repliqué a la espera de que lo comprendiera.

Tardó unos cuantos segundos, repasando mi cuerpo con los ojos, relamiéndose de ganas. Cuando llegó a mi cara y me miró, sacudió la cabeza para salir del trance.

-No puedes esperar que me riegue el cerebro en condiciones teniéndote así, Ainara.

Volví a reírme, dándole la espalda para llegar a las esquinas de la cama. Se apoyó en mí, besándome el hombro desnudo. Repasó columna con los dedos, hasta colarse entre mis piernas.

Me resistí a dejarme llevar, rebuscando en los bordes hasta sacar lo que quería. En cuanto saqué las esposas de cuero a los costados, dejó de besarme, quedándose muy quieto sobre mi.

Le miré de reojo, observando su reacción de manera meticulosa. Le estaba costando respirar, con sus ojos enturbiados por la lujuria y los labios entreabiertos. Su erección casi me atraviesa, en busca del roce con mi trasero.

Soltó un gemido, inclinándose para refugiarse en mi cuello, dando un mordisco con el punto justo de presión para que me tensara debajo de él.

-¿Quien empieza?-Ronroneó en mi oreja.

¡ERIC BLAKE NO TE VAYAS NUNCA!

Estiré mis muñecas para juntarlas a la altura de su rostro sin dejar de sonreír.