Capítulo 33

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Se le escapó un gemido bajo en cuanto nuestros labios hicieron contacto, enterrando sus manos en mi pelo con rudeza.

Mi respiración se puso en marcha de nuevo, acelerándose. Las mejillas me ardieron, mi ropa interior se echó a perder y ya no hablemos de mi corazón.

Duele como el infierno.

¡No! ¡No!

Apoyé las manos en su pecho, obligando a mis labios a dejar de corresponderle al beso con tanta facilidad. Me dolían las entrañas por él y por lo mucho que lo deseaba.

    -No-Me negué apartándole-No puedes besarme.

Eric no apartó sus manos de mi cabello, ni la cercanía de su cuerpo a pesar de lo mucho que me había esforzado por separarnos.

Sus ojos me observaron, estrechándose ligeramente.

    -¿Por qué?-Gruñó con la voz ronca.

    -Porque no somos nada.

Su ceño se frunció, alzando la comisura de su carnoso y húmedo labio con sarcasmo.

    -Nunca lo hemos sido.

¿Qué lo de antes dolió? Eso sí que dolía.

No pude disimular una pequeña mueca al escuchar esas palabras tan francas. Le aparté con más fuerza, bajando los ojos para no quedarme atrapada en los suyos.

    -Vete a buscar a otra que te chupe la polla. Yo no estoy de humor-Salí de su agarre para sujetar la puerta, sin mirarle-Vete.

Eric no se movió un centímetro, mirándome a un par de metros de mi. No fue hasta que le mire a los ojos en busca de una reacción, que me contestó.

    -No voy a buscarme a otra. Es contigo con quien quiero estar ahora.

Me mantuve fría e impasible, a pesar de que estaba viendo la duda en sus ojos.

    -Tarde. Lárgate-Mi voz se quebró y tuve que carraspear-Por favor, Eric, vete. No se porque coño has venido aquí a besarme y tratar de que follemos cuando es obvio, que lo nuestro se acabó. Tu mismo lo terminaste. Y yo no vuelvo a repetir con nadie. Así que vete.

Se acercó a mi, sujetando la puerta con la mano un par de centímetros por encima de mi cabeza. Vi la rabia en sus ojos, brillando como espadas a la luz del sol. Los rayos dorados en ellos eran más amenazadores que nunca, cosa que también lo hacían jodidamente hermoso.

    -¿Y con el bailarín si vas a repetir?

Su réplica me sacó totalmente de situación. Mi boca se descolgó por la impresión, observándole fijamente. Sus mejillas ligeramente ruborizadas, los labios fruncidos y los ojos llenos de furia contenida.

    -Estás celoso.

Mis palabras fueron un fuerte golpe para él y una sorpresa para mi. ¿Eric Blake estaba celoso de alguien por... mí?

Su mirada volvió a helarse.

    -Solo un inseguro y tóxico de mierda se pondría celoso-Contestó con frialdad-Pero no puedo soportar que otro tío vuelva a tocarte como yo lo he hecho.

Mi corazón se estremeció, sobrecogido y confuso.

¿Qué coño estaba pasando?

Le miré desafiante, alzando la barbilla con decisión.

    -No eres mi puto dueño. Nadie lo es-Le advertí con rabia-¿Y como sabes que no me he hartado de follar este mes? La exclusividad se acaba cuando dejas de estar con alguien, de la manera que sea.

Alcanzando el cielo #1 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora