Buenas noches.
Se me hizo un poco tarde y no les he podido traer el capítulo antes, aún así... más vale tarde que nunca.
Espero que les guste, ya me contarán :D
Fue un día mágico, de turismo, en una bonita ciudad, que sabía que jamás olvidaría, que terminó junto al espectáculo de la fuente mágica de Montjüic, cerca de la plaza de España. Mientras todas aquellas luces y chorros hacían su magia, ella lo observaba, maravillada, pero por alguna razón que desconocía no podía quitar los ojos de esa preciosa mujer. Me parecía incluso más guapa de lo que jamás me había parecido, hacía que una sensación cálida invadiese mi pecho, colándose hasta por los sitios más remotos de mi interior. Esa preciosa chica me hacía sentir bien, como hacía mucho que nadie me hacía sentir, desde que mis padres murieron en Italia.
La sensación que sentí al mirarme me dio miedo, era la primera vez en toda mi vida que quería aferrarme a alguien que me conocía tan bien, mejor que yo mismo, o que cualquier otro, era como si estuviese frente a alguien que podía destruirme, y en cierta forma lo hacía, ella tenía el poder de destruir todo en lo que creía, pero ... a pesar de eso, ni siquiera quería pensar en la posibilidad de volver a quedarme sin ella.
- Gracias por todo esto, Nate – me dijo, con cierto brillo en su mirada, rompí a reír, porque os prometo que en aquel momento era completamente feliz. No pude evitar pensar en algo que mi madre me dijo una vez, cuando empecé a interesarme por el mundo de la mafia, por mi padre.
"Tienes que dejar de buscar la gran felicidad, Nate. Porque en esta vida, eso no existe, tienes que disfrutar de los pequeños momentos, porque es ahí, en cada uno de ellos, donde reside la felicidad"
En aquel momento entendía sus palabras, porque os prometo que estar en aquel lugar con ella, en aquella fuente, con ella mirándome de esa manera, eso me hacía feliz. Pero sabía que era algo pasajero, porque los momentos suceden, no se alargan en el tiempo, aunque no por ello iba a dejarlo escapar, a disfrutarlo menos. Estaba dispuesto a disfrutar cada uno de los momentos que pudiese disfrutar junto a ella.
Apoyé mi frente sobre la suya, sin poder dejar de sonreír, al igual que ella, aferrándome a esa pequeña chica, mientras ella rompía a reír.
Ni siquiera quería alejarme de los pensamientos que rondaban mi mente, sobre mis padres, justo cuando ella volvió a prestar atención al espectáculo, y yo aproveché para rodearla con mis brazos. Por primera vez, me sentía como el puto príncipe del cuento, y no estaba ni un poquito tentado a huir.
Sus risas invadieron la habitación, haciendo que dejase de pensar en la noche anterior, y me centrase en esa preciosa muchacha, mientras acariciaba su muslo, haciéndola estremecer. Se suponía que había prometido mantenerme en la línea, pero ... ¿cómo poder resistirme a esa mujer, que me hacía temblar?
Perdió la sonrisa, tan pronto como agarré su trasero, y la apreté contra mi pierna.
- ¿Aún te duele? – pregunté, metiendo la mano debajo, acariciando suavemente su herida. No contestó, pero tampoco me detuvo, ni siquiera cuando mi mano se detuvo en su sexo – sé que dijiste que querías esperar, pero ... - sus gemidos me hicieron perder las putas palabras que tenía que decirle. Metí la mano debajo de sus bragas, introduciendo los dedos entre sus pliegues, mientras ella se mordía el labio inferior, sin dejar de mirarme. ¡Joder! ¡Esa chica iba a volverme loco!
Me detuve, justo cuando la respiración de ambos empezó a crecer. Saqué la mano de ese lugar y luego la chupé, haciéndola sonreír. Me agarró de la barbilla, atrayéndome hasta ella, besándome con desesperación, con deseo, cómo hacía mucho que no me besaba. Ella se moría por mí, no me cabía ninguna duda.
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YOU are Mine | COMPLETA
RomanceNate Santoro tiene todo lo que puede desear, su propio negocio de vigilancia, grandes socios adinerados, y una mujer diferente en su cama. La vida de este adinerado magnate no será la misma después de conocer a Verónica Lewis, la hija adolescente de...