Siento la tardanza, este capítulo me costó mucho escribirlo, ya estamos cerca del final. Poco a poco esto va cogiendo forma.
Espero que les guste :D
El camino de vuelta a casa fue silencioso, ella parecía tener mucho en lo que pensar, la conversación con su padre fue mucho más intensa de lo que pensé que sería en un principio. Estaba preocupada, podía notarlo en la forma en la que se mordía las uñas, una y otra vez, terminando por romper la de en medio, quejándose al respecto.
- No tendrás que volver a preocuparte de Lewis si aceptas su ayuda – sugerí, porque sabía que un tipo como Maldonado, jamás dejaría que ese idiota volviese a amenazar a su hija, a ponerle si quiera una sola mano encima. Levantó la vista para mirarme, con una expresión que ni siquiera supe interpretar.
- Debo marcharme con él a Italia, si acepto su ayuda – contestó, dejándome algo confuso, pues no tenía ni idea de que hubiese puesto esa condición para ayudarla. Me supuse, que al ser su padre, haría cualquier cosa por protegerla, sin pedir nada a cambio, pero parecía que ... me equivocaba – quizás debería quedarme contigo y pasar de su ayuda.
- No lo entiendo – contesté – llevas semanas ansiosa por saber el paradero de tu verdadero padre, por conocerle en persona, y ahora que por fin lo logras ... pareces desilusionada.
- A veces es mejor dejar las cosas como están – me dijo, sin querer contarme más – no puede ser tan malo olvidarse de esa venganza... ahora tengo la oportunidad de elegir y un futuro contigo no me parece algo tan loco – sonreí, sintiendo su mano entrelazándose a la mía, obligándome a mirar hacia ese punto. Me hacía sentir bien, su cercanía, pero sabía que me estaba ocultando algo, la conocía demasiado bien – me haces sentir a salvo, Nate – asentí, aceptándolo – así que no necesito nada más, ni siquiera a mi verdadero padre.
- ¿Tan grave es lo que te ha dicho para que no quieras tenerle en tu vida? – insistí, bajó la mirada, con rapidez, se refregó la nariz y evitó mi mirada – puedes confiar en mí. Eso lo sabes, ¿no?
- Hagamos algo diferente el resto del día – pidió. Sonreí, negando con la cabeza, volviendo a nuestra realidad.
- Tengo que trabajar – y era cierto, ya había perdido demasiado tiempo el día anterior, no podía volver a tomarme otro día libre.
- Entonces iré a dar una vuelta yo sola – aseguró. La miré, extrañado – me apetece desconectar, iré a pasear por la playa, y te llamaré si algo pasa – asentí.
- Llévate a Galaxy. Ella cuidará de ti – sonrió, divertida.
- ¿Desde hace cuánto han cambiado las cosas? – bromeó – Dejar tu coche favorito, así como así, a la chica con la que te acuestas... - rompí a reír, sin poder evitarlo – lo que sientes por mí debe ser algo serio, porque si no... no me explico.
- Oh sí, nena, te aseguro que voy muy en serio contigo – contesté, divertido, haciéndola reír.
Me gustaba verla bien, feliz, aunque aún podía apreciar una pequeña sombra de aquello que le preocupaba, aún sin tener ni idea de lo que era. Pero no iba a pensar en ello, sabía que ella me lo contaría cuando estuviese preparada.
Me llevé el día encerrado en el estudio, trabajando en las actualizaciones de Vendetta, tenía que tenerlo todo listo para la presentación de la próxima semana.
Justo eran las tres de la tarde, cuando recibí una llamada inesperada.
- ¿vienes ya? – quise saber, pues estaba más que listo para almorzar con mi preciosa chica.
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YOU are Mine | COMPLETA
RomanceNate Santoro tiene todo lo que puede desear, su propio negocio de vigilancia, grandes socios adinerados, y una mujer diferente en su cama. La vida de este adinerado magnate no será la misma después de conocer a Verónica Lewis, la hija adolescente de...