¿Cómo una chica tan alegre y radiante pudo involucrarse con personas como nosotros? Era esa pregunta que rondaba en mi cabeza siempre en ese tiempo pero ahora...
Después de años
Me arrepiento de no haberla protegido
Y en ocasiones de haberla podrido
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Theo
Kati parecía aún desanimada, no quiero que esté así, mucho menos por Boris.
Estaba en la clase más aburrida que pude haber tenido, pensaba en como ayudar a Kati y que no esté así.
Quiero ayudarla, y no solo por que la quiera, si no por que yo se como es estar así y que nadie esté realmente para ti.
Cada cosa que me ah pasado a lo largo de estos meses son fuertes. Las emociones que sentí las mantuve en secreto. Ls cosas que calle en su momento y que ahora son la voz en el silencio, los pocos momentos de felicidad están bien contados. Las mejores y peores noticias que eh recibido, las palabras tan duras y directas que recibí y que ahora es el motivo hasta el pilar fundamental de que siga aquí adelante con la mirada al frente y no cabizbajo. Saber de que en parte mis errores fueron parte de mi camino para madurar y no seguir siendo parte de la idiotez más grande. Mis momentos de pensar me enseñan a seguir a pesar de que el mundo sea tan mierda conmigo y con todos, toca seguir adelante por que, ¿A quién rayos le importa como nos sentimos o que tan cansados estemos? Lo único que importa son en mejorar y sacar a recluir mis errores para no cometerlos tan seguido. No cometer errores sería tan absurdo y la vida se tornaría aburrida a tal punto de ser abstracta.
Al menos, pensar en eso no me hacía dormir y querer desaparecer por tener clase de literatura, realmente eran aburridas y era como una canción de cuna.
A veces me preguntaba qué pasaría si Kati y yo saliéramos.
Tal vez siempre podría ver su linda sonrisa con sus lindos hoyuelos, sus ojos, acariciar su cabello...
Me encanta pasar tiempo con ella, me hace feliz y, espero... Que también ella sea feliz por mi.
-Señor Dacker–Suspiro cansado el maestro, rápidamente lo mire sin saber que pasaba, varias miradas se posaban en mi y eso me ponía muy nervioso.
-¿S-Si?–Dije asustado, no entendía que pasaba y que quería el maestro.
-Le pregunté que si que entendió de la lectura–Contesto el maestro poniendo sus dedos en el puente de su nariz.
¿Lectura? ¿Estábamos leyendo? ¿Teníamos que leer?
La verdad, no había puesto atención, estaba más inmerso en mis pensamientos que no sabía ni lo que pasaba a mi alrededor. Y es que tampoco es como que me interesara bastante la literatura. Es aburrida y además solo nos lee cosas de la historia que es importante aprender pero me importa un bledo, lo único que me gusta leer es Percy Jackson y Harry Potter aunque Boris me ah quitado parte de la emoción al llamarme Potter.
-Ah... Yo–Tartamudeaba y no sabía que decir.
Es que me parecía tan, pero tan... Aburrido, además el profesor hablaba lento y con un tono que dormiría a cualquiera.
Pero sabía que si no le respondía, probablemente, me daría un castigo, eso era lo que menos quería, por que sinceramente estar en detención era más aburrido que cualquier cosa.
-¿Puso atención tan siquiera a la lectura?–El maestro frunció el ceño ya bastante estresado.
Y es que si miraba a los demás, tenían su libro de Ana Frank sobre sus pupitres.
Mierda...
Lo había olvidado, eso era, tenía que leer ese bendito libro, que me daba pereza, no había llegado ni a la mitad de la primera hoja.
-A-Ah... No–Dije en un pequeño susurro.
Sabia que decir la verdad era malo, muy malo, por que el maestro podría mandarme a dirección o cosas así, pero si decía una mentira, me preguntaría sobre el libro y yo no sabría que responderle.
-Muy bien, después de clase va a ir a detención.
Suspire frustrado, se que lo merecía, pero no quería ir, quería estar con Kati, así que esperaba la hora del almuerzo para decirle que me esperé un minuto tarde.
...
Ya era hora del almuerzo tenía hambre y quería avisarle a Kati, se que es malo escapar de los problemas que nosotros mismos creamos.
Pero vamos, no voy a ser adolescente por siempre, de grande ya no podré hacer cosas que puedo hacer ahora, así que lo mejor era aprovecharlo todo.
Me senté en la mesa donde suelo hacerlo con los tres, Kati casi siempre llegaba unos 3 minutos después de que tocan el timbre y Boris, bueno el quien sabe si venga.
Empece a comer, espere dos, tres, cuatro... Siete minutos, pero no llegaba, estaba empezando a preocuparme bastante, ella no solía llegar tarde.
Pero hubo algo que note, Boris no estaba donde los últimos 2 días, en la mesa por la puerta de los comedores, un momento... Tampoco está la chica intimidante.
-¿Dónde están?–Dijo dando un manotazo en la mesa, unos que otros voltearon pero al ver de quién se trataba no hicieron otra cosa más que irse.
-¿De qué hablas?–Dije frunciendo el ceño, sabía muy bien de lo que hablaba pero solo me hacía el tonto, no quería creerlo tampoco.
-No te hagas el idiota, de la zorra y Boris–Ella frunció el ceño, enojada y esperando mi respuestas.
-No le digas así–Con una voz seca y ronca le advertí a la chica, pese a que le tenga miedo, no quería que hablara así de ella.
-Ay, no me digas, ¿Te gusta no es así?–Ella río burlona, al darse cuenta que retrocedí poco y me ruborice–Apuesto que ni tu sabes dónde están, pobre de ti, te cambiaron por alguien que solo usa a las chicas para su propio beneficio.
Y se fue, ella al final... Tenía razón, ella estaba con el en vez de conmigo... Y Boris solo utiliza a las chicas. Es mi amigo, se lo que hace y que no, además es demasiado atractivo, hasta yo en estado de ebriedad o drogado eh querido besarlo.
Pero solo por eso.
En fin, al final, solo estaba enojado.
Estaba enojado de que Kati se haya ido cuando la primera razón de su tristeza era el, quien estaba para ella era yo, pero aún con mil súplicas... Se que al final el corazón no lo manda uno.