ꨄ︎𝐶𝑎𝑝. 10ꨄ︎

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Theo

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Theo

Al salir de mi departamento caminamos a su auto, escoltados por sus guardaespaldas.

A pesar de hacer esto por años, aún no me acostumbraba a este Boris y su forma de vida, tal vez ya tenía una idea de lo que sería.

No me gustaba hacer esto, no por que no quiera, si no que me siento mal de haber hecho lo que hice.

Probablemente esta sea la última vez, la última vez que la vaya a ver...

-¿Estás bien?–La voz de Boris sono a mi lado.

Por mi lado, solo asentí, tenía mi mejilla derecha recargada en el cristal del auto, mirando el cielo, sin nubes y oscura.

A mi mente llegaba su olor, el olor a fresas, el calor de la felicidad, el sentimiento de su presencia y lo horroroso de su falta.

Theo

-Entonces... ¿Horchata o Jamaica?–Pregunto Kati.

Realmente no le estaba poniendo atención de lo que decía, si no de ella, simplemente me tiene pensando en muchas cosas.

En su cabello, en sus ojos, en su risa y todo aquello de esa chica perfecta.

Las brisas del desierto la favorecían, le hacían volar sus cabellos café oscuro, su piel bronceada y su acento... Realmente era hermosa, era como una ola de alegría, risas y amor.

Una explicación de dulzura, donde la veías inflar sus cachetes cuando estaba cansada, que hacía pucheros cuando estaba triste o no tenía lo que quería, que con su abrazo, su olor a shampoo de fresas y el olor de su jabón es tan embriagante que olvidas todo a tu alrededor y no piensas más que en ella.

Una tormenta de emociones, nervios, alegría, risas y un calor de casa abrasador.

Ella era mi lugar de paz, mi lugar de guerras más favoritas y mis treguas más convenientes. Que canta en voz baja la melodía más tranquilizante del mundo con una pizca de melancolía, que camina en mis pensamientos y cada que me toca me derrito. Ella es parte de mi y al lugar donde me escaparía.

-Mmm... Jamaica–Respondio Boris sin importancia, a lo que Kati frunció el ceño decepcionada y me miro.

-Ah... Horchata–Ella me sonrió y sus esponjosas mejillas la hicieron ver adorable, con su ligero rubor característico.

-Eres de los míos–Se lanzo a abrazarme de repente, haciendo que caminara hacia atrás. Pude sentir la mirada de Boris en nosotros.

Un rojo intenso de alojaron en mis mejillas, podía notarse desde lejos, ella se alejó y seguíamos caminando hacia el parque, pero en el camino, ella entrelaso nuestras manos.

Senti el calor de su mano, su suavidad y sus imperfecciones, realmente parecía como si tocara el pétalo de una flor, mis manos comenzaban a sudar.

Carajo.

Cuando llegamos, Boris y yo nos sentamos en los columpios, mientras Kati intentaba pasar el pasamanos, fallando en el intento.

-Toma–Saco una pequeña lámina de droga y me la entrego, pero lo que me desconcertó, es que tenía 3...

-¿Por qué 3?–El solo me dedico una mirada con malicia, al instante supe que haría y no me gustaba para nada.

-¡Oye, Kati!–Al escuchar su nombre, soltó los barrotes que con esfuerzo intentaba tomar por más de 3 segundos, camino hacia nosotros, con sus mejillas mucho más Rojas y sus manos irritadas.

-¿Si?–Al final, nos dio una sincera y hermosa sonrisa.

-¿Quieres?–Boris extendió sus largas y huesudas manos, dejando ver la lámina, ella se le quedó viendo con cara nula por unos minutos, por lo bajo pedía que se negara.

-Mmm... No gracias–Ella nos sonrío y se fue a sentar a cualquier lado, a veces jugaba con su cabello, esa chica era muy especial.

...

Estaba demasiado drogado, riendo viendo las pocas estrellas que adornaban la gigantesca sabana azul marino del cielo, reíamos, contábamos chistes tontos, entre muchas cosas más.

Kati no había tomado nada, pero estaba lo suficientemente hiperactiva como para asemejarse a nuestra felicidad, los tres íbamos abrazados de los hombros.

En ese momento que estábamos los 3, no teníamos que decir nada, solo con miradas y sonrisas bastaban para crear un ambiente cálido, los quiero a los 2.

La quiero a ella, lo quiero a él, los quiero para volvernos locos de la risa, abrios de nada y pasear sin prisa por las calles. Todos abrazandonos, no solo físicamente... No abrazamos el corazón.

Ibamos a nuestras casas, la mía estaba primero, así que en cuanto llegue me acosté a la cama y miré mi mano.

Aún sentía el agarre de Kati en ellas, su suavidad y el calor que promovía, la seguridad y paz que tanto anhelaba, sentía todo eso, apesar de no estar drogado, abrace la almohada con una sonrisa y dormí...

Tal vez si no hubiera estado tan drogado, me hubiera preguntado si Kati y Boris hablarían de algo... Si iban tomados de la mano o si harían algo...

Pero estaba lo suficientemente así, para no pensar siquiera en eso y dormir plácidamente.




































































SWEETGIRL

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❦︎𝔠𝕮𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞 𝕸𝖊𝖗𝖒𝖊𝖑𝖉𝖆❦︎ / Boris Pavlikovsky [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora