❦︎𝔠𝕮𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞 𝕸𝖊𝖗𝖒𝖊𝖑𝖉𝖆❦︎ / Boris Pavlikovsky [✔]

ꨄ︎𝐶𝑎𝑝. 37ꨄ︎

Theo

Caminamos en silencio en el trayecto a la casa de Kati, Boris traía consigo la sombrilla, por que a pesar de todo, seguía aborrecienedo el sol.

En todo el tiempo separados, estuve cuestionandome muchas cosas, como el por que Boris dejó a Kati y el por que ella dejó de ir a la escuela.

Era bien sabido para mi, que aunque el sea un tipo de chico malo, estaba más que atraído por Kati y por un tiempo no entendía el por que de lo que hizo, pero me puse en sus zapatos, tal vez se sentía mal por no poder darle mucho a ella, por que piense que es un problema o cosas así.

Pero la verdad, es que aunque sea un mafioso ella nunca le dejaría, ahora, tenía unas que otras teorías del por que Kati se había ausentado por un tiempo de la escuela y es que a veces llegaba tarde a clases y con una mala pinta.

Sentía que tal vez estaba demasiado triste, cuando una persona tiene una gran presión de tristeza, pierde hasta las ganas de vivir y por muy malo que suene o trate de convencerme, sospechaba que algo parecido sucedía.

El camino iba en silencio e incómodo, íbamos a estar así mucho tiempo, perdimos el autobús y aquí estamos.

-Boris ¿Puedo preguntarte algo?–Pregunté.

-Aunque te diga que no, se que me vas a preguntar de todos modos–Respondio y me encogí en mi lugar.

-Si...–Susurré–¿En serio jugaste con Kati?–Dije y el paro en seco.

El ambiente se puso tenso, de alguna manera, de lo nervioso, sentía temblar mi cuerpo y tener algo de frío. Tenia escalofríos y mi corazón palpitaba bruscamente.

-Yo nunca jugué con ella–Dijo con una voz serena–Solo no quería que terminara jodida como yo‐Finalizó y comenzó a caminar de nuevo.

Claramente esto no me lo esperaba, para nada, tal vez un comentario sarcástico o que me mandara al demonio, pero no lo hizo, probablemente su fuerza de voluntad en no estar con Kati se había agotado.

A pesar de todo, el tiene sentimientos como cualquier humano, es tan débil como Kati y yo, probablemente, como dijo, no quería que ella terminara en malos paso por su influencia, pero, aunque no lo quiera decir en voz alta, ella decide si quiere o no hacer lo que le ofrece y viendo como estamos todos extremadamente hechos mierda, la tentación es grande.

No lo culpo, si yo amara a una persona, también querría alejarla, porque vamos, bebo, me drogo y soy demasiado torpe, realmente, quisiera darle a mi pareja lo que merece.

Pero todos elegimos el amor que merecemos tener.

Y si ella lo eligió a él, es por algo.

De lejos, ya podía ver la casa de Kati, era color beige, la pintura se veía vieja y se caía poco a poco, había un arbusto seco en el camino a la entrada de su puerta y las mismas eran de color marrón desgastado.