¿Cómo una chica tan alegre y radiante pudo involucrarse con personas como nosotros? Era esa pregunta que rondaba en mi cabeza siempre en ese tiempo pero ahora...
Después de años
Me arrepiento de no haberla protegido
Y en ocasiones de haberla podrido
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Theo
Mirando fuera del autobús, el cielo estaba despejado de nubes, bueno, en realidad había una que otra, el sol calentaba cada extremidad desnuda y el viento trayendo tierra.
Seguía pensando en aquella chica y si me la iba a encontrar en la escuela, aunque no sé, no la había visto antes, tal vez llevaba semanas aquí, podría pasar un huracán y nadie le prestaría atención o se daría cuenta, por que este lugar es un maldito basurero y las personas aquí son peor.
A veces, me imagino que no estoy aqui, que estoy en Ámsterdam con mamá, sirviendome mi desayuno, 2 huevos y 3 tocinos a un lado, preparándose para dejarme en la escuela y después ir a su trabajo, o también, a veces me imagino escapando de aquí, de este desierto rustico y aburrido, llegando a casa de Hobie y visitar a Andy, claro ver a Mrs. Barbour y sus otros hijos, que siempre me molestaban pero eso ya no importa.
Llegamos a la escuela, el autobús se detuvo y todos bajaron, miraba el suelo, los zapatos de las personas, me hundo un miles de preguntas sobre cosas inútiles y sin sentido, pero es lo único que hago cuando estoy aburrido, alce la vista y entre la multitud, estaba esa chaqueta marrón y ese cabello café que tanto me hacía pensar mirando el techo de mi casa en las noches.
-¡Ey!–Dijo al percatarse de mi mirada, se acerco corriendo con una sonrisa resplandeciente mientras yo moría de los nervios–Hola–Pronuncio al estar lo suficientemente cerca, se acercó y me abrazó, pude sentir, su shampoo, no sabría con exactitud de cual, pero olía tan bien, además, su piel es muy suave, al separarse de mi se acerco a Boris, a quien abrazo con mucho entusiasmo, y el, como el amargado que es, le acepto el abrazo de mala gana–Me alegro de verlos
-A...Nosotros también nos alegra–Dije con bastante nerviosismo, ella sonrió y río con dulzura, como ella sabía hacerlo, para luego empezar a caminar juntos por los pasillos
-Ayer no me di cuenta, pero no sé sus nombres ¿Cómo se llaman?–Dijo dándose la vuelta para vernos, se detuvo al igual que nosotros
-Ah... Soy Theo Dacker y el...
-Boris... Boris Pavlikovsky–Dijo interrumpiendome, con una sonrisa de lado–¿Cuál es el tuyo iyal'ka?
-Oh... Katiuska–Dijo sonrojada de mejillas a oreja, mirando el suelo con vergüenza–No... No me gusta mi nombre, así que díganme Kati–Finalizo al mirarnos y sonreírnos
Kati
Han pasado 2 semanas ya desde que llegué aquí, no había hablado con absolutamente nadie, era frustrante y aburrido, realmente donde vivía tenía amigos, eran buenos y divertidos, no quería irme pero lo necesitaba...
Yo... Lo necesitaba.
Un descanso que merecía, no quería estar más en Ámsterdam, hubo una explosión hace meses, que había dejado a todos del luto, eso no era lo único que me atormentaba en aquel entonces, seguía con mi corazón hecho trizas.. Desde que pasó....