❦︎𝔠𝕮𝖍𝖊𝖗𝖗𝖞 𝕸𝖊𝖗𝖒𝖊𝖑𝖉𝖆❦︎ / Boris Pavlikovsky [✔]

ꨄ︎𝐶𝑎𝑝. 19ꨄ︎

Kati

Habíamos caminado a su casa, bajo la sombrilla, el sol podría calentarlos demasiado. Podría hasta hacer un huevo frito en una roca.

La brisa caliente chocaba bruscamente con mi cara, moviendo mi cabello y haciendo que bailarán al compás del aire.

Mi vestido se pegaba a mi sudorosa piel, cuando un viento fuerte se hacía presente.

-Smachno–Al escuchar eso sentí como su nariz se hundía en mi cabello.

Instintivamente, me asusté por lo repentino y di un brinco. El se río divertido y burlándose de mi.

Me miró con una sonrisa maliciosa y entre cerrando los ojos, acomodando bien la sombrilla y yo solo decidí calmar el constante y rápido palpitar de mi corazón acelerado.

-Hueles bien kotenok–Dijo después de haber volteado su cara al camino de nuevo.

Estaba realmente roja, lo sentía, no sabía si era por el sol... O por el comentario de Boris.

Lo único bueno, era que podía decir que era por el ardiente sol y el calor que me brinda la chaqueta.

-Gracias... Creo–Lo último dije en un susurro, estaba bastante nerviosa.

El de repente, con su mano revolvió mi cabello, otra vez, estaba ese palpitar constante, que me había pensar que el corazón iba a salir disparado de mi pecho.

-Malen'kaya zvezda–En ese momento mi corazón parecía haberse callado por fin.

Pero no de buena manera. Ese nombre... Ese apodo, era algo que removida el pasado.

No lo puedo entender, como... Como es que... ¿Cómo es que en momentos tan maravillosos como este mi pasado me atormenta así?

Y es que no podía evitarlo... ¿Cómo podría ser feliz después de lo que hice?

Soy una tonta, no merezco ni una pizca de felicidad.

No merezco la atención, buenos tratos y sonrisas de Theo, por que a pesar de que el siga portandose lindo conmigo, se que no corresponderle le afecta. Yo lo lastime como siempre termino haciéndolo.

Boris... El me da una felicidad extraña, a su manera, pero aún así, no sé que hice para que el se alejara, pero... Tal vez no lo merezco.

No merezco nada tal vez, ¿Por qué debería? Soy tan débil y tan poca cosa, nadie me querría y no los culpo.

Pero...

¿En qué momento de mi vida me volví así?... Así de insegura, así de triste, así de solitaria: de confundida... Así de rota. Cada persona merece el derecho de crecer segura, confiada con metas plasmadas; pero yo siento que la vida para mi va de mal en peor. Que salgo de una para ya estar en otra ¿En qué momento la vida se volvió en mi contra? ¿En qué momento la vida me dio la espalda, dejándome en soledad y con el corazón hecho pedazos? ¿En qué momento de mi adolescencia llegué a ser así? Yo sé que ya no soy esa niñita que podías hacer feliz fácilmente, que podías hacerla reír o que siempre sería dulce, pero yo ya siento que me estoy ahogando en soledad, en la tristeza y en la falta de seguridad. Me estoy preguntando ¿Cuando dejé de sonreír con felicidad pura tan a menudo? ¿Cuando empecé a sonreír con tanta falsedad e inseguridad? ¿En qué momento dejé de ser tan alegre y explosiva de positividad? Ojalá pudiera ser tan fría y sin sentimientos para que ya nada me dañe y me perjudique a tal punto de llenar las almohadas de mis lágrimas saladas.

Cuando me di cuenta, habíamos llegado  a un camino con piedras y un pasto más decente, pinos a los alrededores.

-¿A dónde vamos?–Pregunte con una sonrisa y entusiasmo apagado, estoy sufriendo pero las demás personas no tiene que saberlo.

El me miró con cierta confusión, pero supongo que decidió ignorarlo por que volvió a su característica cara y me regaló una hermosa sonrisa ladeada.

-Ya lo verás–El metió su sombrilla a la mochila, puesto los árboles nos daban la sombra suficiente.

Metió sus manos a los bolsillo, los árboles eran hermosos en esta parte, realmente, en este desértico lugar, al menos, hay un lugar bonito.

...

Habiamos caminado, ¿Qué? ¿Tres horas? Realmente, los pies ya me dolían, estaba sudando mucho, el sol ya nos decía adiós, bueno, exagero, aún faltan unas horas para que desaparezca de verdad.

Aún seguía mirando cada árbol que había aquí, estaba lo bastante absorta como para no notar cuando Boris se puso justo enfrente de mi, fue entonces cuando choque con su pecho.

-Lo siento–Mis mejillas se ruborisaron, aunque a decir verdad, ya estaban rojas por la caminata y el calor.

-Ven kotenok–Boris se puso detrás mío, el cubrió con sus manos largas y delgadas mis ojos, ese era un gélido toque y me gusta.

Empezó a caminar, así que lo imite, con pasos nerviosos, no veía nada y a decir verdad Boris no era de mucha confianza.

Después de haber tropezado 3 veces con rocas, escuchar una que otra grosería en ruso de Boris y un chillido de mi parte, fue cuando el se detuvo.

-¿Estas lista?–Su voz sonó tan serca de mi oído que me erizo la piel, sentí su olor peculiar en mis fosas nasales y yo asentí.

Al momento de quitarme las manos de mis ojos y pude enfocar bien el paisaje, vi un cielo azul celeste, con manchas ligeras de color amarillo, morado naranja, y unas pocas nubes, había un pequeño acantilado, un tronco con la vista a este y pasto verde. Olía a una brisa llena de frescura, olor a árboles y pasto.

Olía a libertad...

-Es hermoso...–Una sonrisa de verdad se dibujó en mi sonrisa.

Era en verdad hermoso, quería llorar, no sabía por qué, pero es que estaba tan feliz.

-Sabía que te iba a gustar, por eso te traje aquí–El viento movía sus hermoso rizos color azabache.

El era tan hermoso, que pasaría la vida entera mirándolo, cada que sonreía mi pulso se aceleraba y era inevitable. Ahora que lo pienso... Tal vez, solo tal vez.

Boris me gusta.

Nos habíamos acostado en el pasto, mirando el cielo, las estrellas aparecerían dentro de poco, la noche se haría más fría y yo, seguiría preguntándome si Boris siente lo mismo que yo.

SWEETGIRL

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