¿Cómo una chica tan alegre y radiante pudo involucrarse con personas como nosotros? Era esa pregunta que rondaba en mi cabeza siempre en ese tiempo pero ahora...
Después de años
Me arrepiento de no haberla protegido
Y en ocasiones de haberla podrido
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Theo
Desperté en mi cama algo somnoliento, pasé mi mano por la misma para poder ver bien, tomé mis lentes que estaban en mi mesita de noche y me los puse, me senté en la cama visualizando mi habitación, había lo de siempre.
Ropa tirada, envolturas de comida y chucherías, cajas de cigarro, mis zapatos y libros.
En el suelo mire un bulto negro, por un momento me había asustado, pero pronto recordé que Boris se había quedado en mi casa, pero nunca creí que el imbécil terminara en el suelo, estaba con sus labios medio abiertos botando un poco de aire.
Mire más la habitación, de lo que pude percatarme es que Kati no estaba aquí, seguramente estaba en la cocina o jugando con Popchick.
Me sentía feliz del hecho de que ya estábamos bien, no habían más problemas y eh de decir que todo se podía solucionar, empezaríamos a pasar más tiempo juntos, como antes.
Suspire y me estire, me levanté de la cama y camine hacia Boris, suavemente patee su costilla para que se levantara, un bajo quejido salió de su boca en respuesta, no quería levantarse pero teníamos que ir a la escuela.
-Levantate esqueleto–Dije en forma de burla.
-Poshel na khuy–Susurro bostezando–No molestes–Se hizo bolita en el suelo para seguir durmiendo.
Pero yo seguí molestando hasta que se levantó, rei ante su cara molesta, camine al baño y me lavé los dientes, supuse Boris estaría mirando un zapato tirado, se distrae con todo.
Salí del baño y comencé a bajar las escaleras, atrás mío Boris me seguía, cuando llegué al primer piso, pude ver la sala iluminada, pude notar que no había absolutamente nadie, ni Popchick ni Kati.
Fruncí el ceño desconcertado y camine al patio trasero, no había nada, salvo la chaqueta de la chica.
Suspire y la tomé, entre de nuevo a la casa preocupado, ella nunca lo dejaría olvidado, Boris noto lo distraído que estaba.
-No seas tonto–Habló–Quizás solo fue a su casa, ya debe estar en la escuela–Bebio un sorbo de agua.
Suspire, aún así estaba preocupado, pero debía dejar de inventarme cosas en mi cabeza, comimos lo que encontramos Boris y yo, tomamos nuestras mochilas y comenzamos a esperar el autobús.
Al llegar entramos en el, nos sentamos donde siempre, pronto llegaría la parada de Kati, si no estaba aquí con suerte estaría en la escuela.
Lo cual era poco probable, pero cuando el autobús se detuvo en la casa y pasado unos 3 minutos nunca salió, nos preocupamos un poco, pero entre nosotros tratábamos de quitarnos ideas tontas.
Estaba nervioso, llevaba la chaqueta de ella en mis manos y quería devolvérsela, llegaríamos pronto a la escuela, así que planeaba dársela apenas lleguemos.